Torreón, Coahuila.- Entre hermanos te veas, ganó el más pudiente, Matheus Dória se confirma como uno de los jugadores consentidos de la afición, fue un duelo que por más que intentaron los dos equipos, nomás no prendieron al respetable; pero los locales lograron el objetivo de sacar los tres puntos.
El duelo entre los rojinegros del Atlas y Santos Laguna de la fecha 8 del Clausura 2020, tenía un matiz especial, sobre todo ante el entorno de sicosis que se ha estado viviendo a nivel mundial y en nuestro país sobre el Coronavirus (Covid-19), en el mundo deportivo no ha sido la excepción, aunque la LigaMx no ha fijado algún posicionamiento respecto a este tema, en las gradas del estadio Corona pudimos observar a vendedores y aficionados con cubre bocas.
Matheus Doria, tuvo que abandonar el terreno de juego al minuto 23’ del primer tiempo debido a que sufrió un golpe en el rostro y originó sangrado, por lo cual Almada ordenó su salida y el jugador carioca mostró su malestar embargado por la impotencia de dejar el partido.
En gran parte del partido en el primer tiempo los aficionados comenzaron a presionar a través de silbidos, ya que las emociones no llegaban y el respetable no tuvo de otra más que manifestarlo de la manera acostumbrada.
Los 21 mil 137 espectadores que se dieron cita en el TSM para ver a ¡sus guerreros! De nueva cuenta volvieron a hacer la parte que les tocaba, alentar a Santos y presionar en todo momento al rival.
Al filo de ya casi para terminar el primer tiempo, la afición despertó, la pena máxima en favor de los de Torreón, regresó las emociones al Corona, Julio Furch, a su más fiel estilo, rompió la red e hizo vibrar al respetable justo cuando agonizaba el primer tiempo. Los silbidos y abucheos se convirtieron en aplausos y sonrisas.
Ante la falta de emociones, ya cuando inició el segundo tiempo, otra vez, el respetable puso presión para que los locales atosigaran a los zorros, cosa que no sirvió de mucho, porque el estilo rústico y ortodoxo del Atlas no da pa´más.
Entre hermanos te veas, reza una frase popular. Y es que el duelo entre estos dos equipos, hijos de la misma chequera y solidarios a la hora de compartirse los jugadores, nomás no terminó por emocionar ni a los más “intensos” de la tribuna.