Torreón, Coahuila. – Crear y mantener la disciplina han sido las claves para que los ajedrecistas Ana Karen y Adán Chávez Echeverría sigan acumulando éxitos, siendo su próximo objetivo el Campeonato Mundial de Juveniles a jugarse del 10 al 14 de junio en Panamá desde la categoría sub-8 hasta la sub-17. Ante esto, los laguneros sienten una gran emoción no solo por representar a su país, sino por participar por primera vez en una competencia de tal nivel.
En ese sentido la preparación no cesa. Ambos jugadores saben que para ganar hay que aprender de los mejores, por lo que de la mano del peruano Jorge Cori, el número uno de Latinoamérica, todos los días reciben clases vía Zoom realizando tácticas y estrategia en el ‘Gimnasio de neuronas’, zona de su casa que adaptaron para realizar esta actividad que para ambos es sinónimo de pasión y entrega al 100 por ciento.
“El ajedrez me ayuda para todo. A veces pienso en que soy más lista, más rápida, encuentro una solución a los problemas, etc., eso me ha dejado y creo que el juego lo aplico en la vida. Cuando tomamos la decisión de ser ajedrecistas fue para meternos de lleno. En mi caso, al principio, empecé a ir a clases grupales hasta que me di cuenta que quería algo más personalizado. Pero ya estando a nivel internacional comenzamos a tomar clases con Jorge Cori”, dijo Ana Karen de 16 años de edad.
Y es que esta práctica estuvo presente en ambos hermanos desde niños. Ana comenzó a jugar desde los seis años; mientras que Adán, que actualmente tiene 9 años de edad, decidió involucrarse con tan solo cuatro años por el simple hecho de convivir con sus papás Ana Laura Echeverría y Juan Carlos Chávez, quienes han sido pieza fundamental apoyándolos en todo momento.
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“Estoy emocionado, toda mi familia juega y lo empecé a practicar porque se me hizo divertido. Antes jugaba básquetbol y también me gusta el pádel porque podemos convivir toda la familia, pero el ajedrez te ayuda en muchas cosas porque es de pensar y uno de mis sueños es ser campeón mundial”, expresó Adán, a lo que su hermana agregó: “Mis papás siempre nos han apoyado, de hecho no podíamos creer que pudimos llegar hasta acá ya que nos hemos esforzado mucho para poder asistir a torneos importantes y esta es una gran oportunidad”.
De hecho, la ajedrecista no dudó en expresar sus deseos por ayudar a que más personas se vean involucradas en el juego y dio a conocer que parte de la decisión de adaptar un espacio de su hogar para entrenar también fue con la intención de comenzar a dar clases con niños y niñas. Incluso, antes de la pandemia iniciaron con el proyecto del cual destinaban el 20 % de las ganancias a casas hogares.
“Teníamos una academia con niños más chicos. Esto lo hicimos con el objetivo de que el 20 por ciento de las ganancias estaban destinados a casas hogares. El ajedrez es un deporte que te deja mucha enseñanza, te enseña a pensar, a resolver. Eso nos gusta transmitirlo y nos hace ser mejores en la vida. Siempre encontrábamos la manera de entretenerlos para que a la vez aprendieran a jugar”.
Por lo anterior, Ana Karen, quien se describe como una persona dedicada, apasionada y entregada, señaló que su deseo al ingresar a la universidad es llevar ambas actividades de la mano y volver a retomar el proyecto que, más que un negocio, ve como la oportunidad perfecta para que los menores comiencen a involucrarse.
“Quiere estudiar ingeniería y tomar cursos de ventas porque me gusta convencer a las personas, venderles una idea, y al mismo tiempo deseo estudiar en una universidad que me permita llevar de la mano ambas cosas, tanto estudios como ajedrez. De hecho, estuve pensando en volver a abrir las clases para apoyar a quienes se interesen como mis papás lo ha hecho con nosotros. Mi papá, por ejemplo, cuando entrenamos se pone a ver las clases o se involucra”.
Ana Karen y Adán tienen ídolos internacionales
A pesar de su corta edad, los ajedrecistas laguneros han logrado destacar desde el nivel regional y nacional, hasta el plano internacional, convirtiéndose en un ejemplo para quienes siguen de cerca su carrera profesional. Pero, como en todo, los mejores siempre tienen un ejemplo a seguir y en el caso de Ana y Adán sus principales ídolos son Judit Polgár y Magnus Carlsen, quienes destacan como los mejores en el mundo.
“Mi hermano es admirador de Magnus Carlsen, campeón mundial de ajedrez, y yo de Judit Polgár porque desde chica su papá la empezó a meter a competiciones en categorías varoniles. En ese entonces solo existía varonil y femenil, pero al papá se le hacía injusto y nada la detuvo. Hizo un cambio porque las mujeres comenzaron a competir contra hombres”, externó Ana, mencionando que la motivación es grande porque a nivel regional la competencia es fuerte y en lo nacional aún más puesto que van los dos los mejores de cada estado, siendo los ellos los únicos de Coahuila.
Así pues, la mente de Ana y Adán está enfocada en el Campeonato Mundial de Juveniles resaltando que no solo se han preparado por las clases de Zoom, pues hacen uso de una aplicación en la que realizan problemas para entrenar la mente. Todo, con la finalidad y orgullo de representar dignamente a La Laguna, a Coahuila y a su país, teniendo siempre la misma frase en mente: ‘El ajedrez enseña que incluso un peón, por el camino correcto y con la oportunidad adecuada, puede convertirse en lo que él quiera´.
“El peón es la pieza menos valiosa del ajedrez, vale un punto y solo avanza casilla por casilla, paso a paso. Es el más débil. Y la frase quiere decir que aunque seas un peón, con las oportunidades adecuadas puedes avanzar”.
