/ miércoles 22 de diciembre de 2021

25 años de la primera estrella de Santos

Santos Laguna obtuvo su primer título frente a los rayos de Necaxa

Hace 25 años, Jared Borgetti se elevó por el aire y remató un centro desde el costado derecho enviado por Nicolás Ramírez, el contacto mandó el esférico al fondo de la red ante un Nicolás Navarro que miraba al equipo arbitral en espera de una sanción que nunca llegó. Aquel gol significó el primer campeonato de Santos en primera división.

Era el año 1996, Bill Clinton era reelegido como presidente de los Estados Unidos, el mundo de la música seguía llorando la muerte del rapero 2pac luego de un tiroteo que lo mantuvo grave en el hospital, México veía como la orca Keiko, principal atracción del parque Reino Aventura, era llevada a la ciudad de Oregon para mejorar sus condiciones de vida. En el mundo del futbol, la selección mexicana se consagraba campeona de la Copa Oro, el campeonato mexicano tomaba una decisión y cambiaba su sistema de competencia al tener su primer torneo corto donde Santos Laguna llegaba a su segunda final de liga.

El viejo estadio Corona se engalanó por segunda vez en su historia para recibir una final del futbol mexicano, pero esta mucho más especial ya que el partido definitivo, donde se levantaría el título, se jugaría en casa. Los 18 mil asientos disponibles en el inmueble estarían abarrotados para disfrutar del partido final aquel 22 de mayo de 1996.

El equipo santista llegó por segunda ocasión a una final del futbol mexicano. La primera fue un trago amargo en cancha del 3 de marzo donde los ‘Santos’ cayeron por marcador de 2-1, luego de un autogol de Jesús Gómez, que simplemente se unió al marcador adverso sufrido en la ida de 1-0.

Años después, la revancha llegaría para los de La Comarca. El equipo dirigido por el ‘flaco’ Tena llegaba a la final luego de vencer a Atlas y Toros Neza en el camino de la liguilla. En la fina enfrentarían a los rayos del Necaxa, dirigidos por Manuel Lapuente, quienes ya eran una institución plagada de estrellas como Alex Aguinaga, Ricardo Peláez y Nicolás Navarro. Santos comenzaba apenas su historia, pero ya contaba con estrella y referentes en su equipo como Jared Borgetti, Héctor Adomaitis, Benjamín Galindo, Gabriel Caballero, entre otros.

El partido de ida, en el estadio Victoria terminó con victoria para los ‘rayos’ con un gol de Alberto García Aspe. El escenario era adverso, pero la emoción nunca decayó por parte de la afición y equipo que buscarían hacer valer su localia.

La vuelta estuvo plagada de emoción de principio a fin, ambas escuadras buscaban levantar el título. Santos como una revancha por la derrota frente a Tecos en el 94, mientras que Necaxa volvía a la antesala de la gloria como lo hiciera un año antes.

Ya en el partido, la primera emoción vino cuando ‘paco’ Gabriel de Anda empató el marcador global al rematar un centro de Benjamín Galindo. El estadio Corona festejó al unísono el tanto que lo acercaba al título. El aficionado apenas se reponía de festejar el empate cuando una gran jugada colectiva del cuadro santista terminó con Gabriel Caballero anotando el segundo gol de la tarde, el de la victoria parcial.

El gusto no les duró mucho a los guerreros, ya que Ricardo Peláez anotó el tanto necaxista del empate luego de tomar y rematar un balón cerca del círculo central, venciendo al arquero José Miguel y silenciando al viejo Corona.

Las acciones continuaron con disparos de ambos equipos y atajadas de los porteros. Ya en la segunda mitad, Luis ‘el matador’ Hernández remató de ‘palomita’ un centro al área chica para empatar la pizarra y recuperar la ventaja global 3-2.

Jared Borgetti recibió un pase desde la mitad del campo el cual terminó re centrando a Gabriel Caballero cerca del área chica, este remató pese a la marca de un defensa y el achique de Nicolás Navarro. El balón terminó en la red y la afición volvía a festejar. Mientras que Caballero era felicitado por sus compañeros, Borgetti acudió a la afición para pedir más apoyo.

Una nueva oportunidad llegó para Santos minutos después cuando un remate de cabeza, que iba dirigido al arco necaxista, fue detenido por el cuerpo de Gabriel Caballero. Los jugadores visitantes pidieron un fuera de lugar antes de ver que Caballero tenía aún posesión y remató desviado del arco pese a estar prácticamente solo a un metro de distancia. Caballero no podía creer su falla y solo se llevaba las manos al rostro.

Nicolás Ramírez recibió el balón por el sector derecho, Adomaitis le pasa por la espalda y marca el movimiento para un pase, la saga necaxista lo sigue y esto da el espacio para que Ramírez mande un centro al área. El balón invade el terreno necaxista, los defensas deciden jugar el fuera de lugar y no siguen a Jared Borgetti dentro del área. El jugador sinaloense se levanta y remata de cabeza hacia el arco. Las redes se mueven y el festejo en la grada es gigante.

La banca santista corre hacía el tiro de esquina para festejar con Jared y sus compañeros mientras todo Necaxa se acerca al equipo arbitral dirigido por el central Arturo Brizio por un fuera de lugar de Borgetti. Los reclamos no son escuchados y Brizio termina expulsando a Zarate por los reclamos.

El juego se reanudó y Santos terminó siendo campeón por primera vez en su historia.

El robo a Necaxa

El tanto que le dio la victoria a Santos era un claro fuera de lugar de Jared Borgetti que el abanderado no sancionó, los reclamos sobre esa jugada terminaron por costar la expulsión de un jugador necaxista, los cuales luego del silbatazo final siguieron reclamando al cuerpo arbitral.

Años después el árbitro central de ese partido, Arturo Brizio Carter, aceptó el error:

“(Fue) una jugada muy difícil, porque el asistente tenía una serie de metros muy grande entre el defensa que estaba aquí cerca de él y el remate de Borgetti, era un centro muy largo; yo siempre he dicho que la responsabilidad absoluta de un partido es del árbitro, yo asumo la responsabilidad de esa jugada”

A día de hoy lo sigue considerando como su única falla en las 10 finales en que llegó a estar con central.

“Desgraciadamente de las 10 finales que pité es la que tiene esa mácula (mancha), ese error”, reconoció Brizio.

Hace 25 años, Jared Borgetti se elevó por el aire y remató un centro desde el costado derecho enviado por Nicolás Ramírez, el contacto mandó el esférico al fondo de la red ante un Nicolás Navarro que miraba al equipo arbitral en espera de una sanción que nunca llegó. Aquel gol significó el primer campeonato de Santos en primera división.

Era el año 1996, Bill Clinton era reelegido como presidente de los Estados Unidos, el mundo de la música seguía llorando la muerte del rapero 2pac luego de un tiroteo que lo mantuvo grave en el hospital, México veía como la orca Keiko, principal atracción del parque Reino Aventura, era llevada a la ciudad de Oregon para mejorar sus condiciones de vida. En el mundo del futbol, la selección mexicana se consagraba campeona de la Copa Oro, el campeonato mexicano tomaba una decisión y cambiaba su sistema de competencia al tener su primer torneo corto donde Santos Laguna llegaba a su segunda final de liga.

El viejo estadio Corona se engalanó por segunda vez en su historia para recibir una final del futbol mexicano, pero esta mucho más especial ya que el partido definitivo, donde se levantaría el título, se jugaría en casa. Los 18 mil asientos disponibles en el inmueble estarían abarrotados para disfrutar del partido final aquel 22 de mayo de 1996.

El equipo santista llegó por segunda ocasión a una final del futbol mexicano. La primera fue un trago amargo en cancha del 3 de marzo donde los ‘Santos’ cayeron por marcador de 2-1, luego de un autogol de Jesús Gómez, que simplemente se unió al marcador adverso sufrido en la ida de 1-0.

Años después, la revancha llegaría para los de La Comarca. El equipo dirigido por el ‘flaco’ Tena llegaba a la final luego de vencer a Atlas y Toros Neza en el camino de la liguilla. En la fina enfrentarían a los rayos del Necaxa, dirigidos por Manuel Lapuente, quienes ya eran una institución plagada de estrellas como Alex Aguinaga, Ricardo Peláez y Nicolás Navarro. Santos comenzaba apenas su historia, pero ya contaba con estrella y referentes en su equipo como Jared Borgetti, Héctor Adomaitis, Benjamín Galindo, Gabriel Caballero, entre otros.

El partido de ida, en el estadio Victoria terminó con victoria para los ‘rayos’ con un gol de Alberto García Aspe. El escenario era adverso, pero la emoción nunca decayó por parte de la afición y equipo que buscarían hacer valer su localia.

La vuelta estuvo plagada de emoción de principio a fin, ambas escuadras buscaban levantar el título. Santos como una revancha por la derrota frente a Tecos en el 94, mientras que Necaxa volvía a la antesala de la gloria como lo hiciera un año antes.

Ya en el partido, la primera emoción vino cuando ‘paco’ Gabriel de Anda empató el marcador global al rematar un centro de Benjamín Galindo. El estadio Corona festejó al unísono el tanto que lo acercaba al título. El aficionado apenas se reponía de festejar el empate cuando una gran jugada colectiva del cuadro santista terminó con Gabriel Caballero anotando el segundo gol de la tarde, el de la victoria parcial.

El gusto no les duró mucho a los guerreros, ya que Ricardo Peláez anotó el tanto necaxista del empate luego de tomar y rematar un balón cerca del círculo central, venciendo al arquero José Miguel y silenciando al viejo Corona.

Las acciones continuaron con disparos de ambos equipos y atajadas de los porteros. Ya en la segunda mitad, Luis ‘el matador’ Hernández remató de ‘palomita’ un centro al área chica para empatar la pizarra y recuperar la ventaja global 3-2.

Jared Borgetti recibió un pase desde la mitad del campo el cual terminó re centrando a Gabriel Caballero cerca del área chica, este remató pese a la marca de un defensa y el achique de Nicolás Navarro. El balón terminó en la red y la afición volvía a festejar. Mientras que Caballero era felicitado por sus compañeros, Borgetti acudió a la afición para pedir más apoyo.

Una nueva oportunidad llegó para Santos minutos después cuando un remate de cabeza, que iba dirigido al arco necaxista, fue detenido por el cuerpo de Gabriel Caballero. Los jugadores visitantes pidieron un fuera de lugar antes de ver que Caballero tenía aún posesión y remató desviado del arco pese a estar prácticamente solo a un metro de distancia. Caballero no podía creer su falla y solo se llevaba las manos al rostro.

Nicolás Ramírez recibió el balón por el sector derecho, Adomaitis le pasa por la espalda y marca el movimiento para un pase, la saga necaxista lo sigue y esto da el espacio para que Ramírez mande un centro al área. El balón invade el terreno necaxista, los defensas deciden jugar el fuera de lugar y no siguen a Jared Borgetti dentro del área. El jugador sinaloense se levanta y remata de cabeza hacia el arco. Las redes se mueven y el festejo en la grada es gigante.

La banca santista corre hacía el tiro de esquina para festejar con Jared y sus compañeros mientras todo Necaxa se acerca al equipo arbitral dirigido por el central Arturo Brizio por un fuera de lugar de Borgetti. Los reclamos no son escuchados y Brizio termina expulsando a Zarate por los reclamos.

El juego se reanudó y Santos terminó siendo campeón por primera vez en su historia.

El robo a Necaxa

El tanto que le dio la victoria a Santos era un claro fuera de lugar de Jared Borgetti que el abanderado no sancionó, los reclamos sobre esa jugada terminaron por costar la expulsión de un jugador necaxista, los cuales luego del silbatazo final siguieron reclamando al cuerpo arbitral.

Años después el árbitro central de ese partido, Arturo Brizio Carter, aceptó el error:

“(Fue) una jugada muy difícil, porque el asistente tenía una serie de metros muy grande entre el defensa que estaba aquí cerca de él y el remate de Borgetti, era un centro muy largo; yo siempre he dicho que la responsabilidad absoluta de un partido es del árbitro, yo asumo la responsabilidad de esa jugada”

A día de hoy lo sigue considerando como su única falla en las 10 finales en que llegó a estar con central.

“Desgraciadamente de las 10 finales que pité es la que tiene esa mácula (mancha), ese error”, reconoció Brizio.

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