/ miércoles 27 de abril de 2022

La leyenda de Julio Cajitas, el amado trovador de niños que desapareció en Torreón

Julio Cajita, el amado trovador de niño que un día simplemente desapareció

La región lagunera está llena de leyendas y personajes cuyas historias pasan de generación en generación. Tal es el caso de Julio Cajita, el amado trovador de niño que un día simplemente desapareció. Te contamos sobre esta enigmática figura.

Sobre este Julio Cajitas llegó a escribir César Gonzáles de la Cruz en 1954 y Pablo Machuca Macías, a principios de los años 90, ambos escritores comparten información parecida sobre este personaje que a cambio de unas monedas cantaba y bailaba en distintas calles de Torreón.

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Se cree que Julio, nació en Torreón en el año 1902. Era un joven huérfano y pobre, que se valió de la trova para poder sobrevivir. Debido a que carecía de instrumentos musicales, tocaba con botes de lámina o cajas de cartón llenas de piedras o monedas pequeñas. Con estos objetos lograba crear un acompañamiento rítmico que le terminó dando su apodo ‘cajitas’.

Julio tenía problemas de comunicación, sus dientes eran demasiado prominentes y salían de su boca en dirección del labio inferior, lo que le ocasionaba problemas de dicción. La resultaba muy difícil hacerse entender.

Algunos creen que su problema de comunicación, sumado a su situación de orfandad y pobreza, le ocasionó una profunda tristeza, la cual lo llevó a un problema de alcoholismo, donde parecía refugiarse al terminar su jornada musical.

Su actitud y ánimo cambiaba cuando se presentaba ante su público favorito, los niños. Estos lo llegaron a considerar un personaje amigable y divertido. Había ocasiones donde se dedicaba a cantar y bailar durante horas, el género musical era lo de menos ya que tenía un amplio repertorio para entretener a chicos y grandes. Al ponerse el sol este se retiraba con rumbo desconocido.

Así es como durante muchos años este trovador o payaso callejero deleitó a cientos de personas durante muchos años, hasta que un día simplemente desapareció. Tal y como llegó, un día nadie le volvió a ver. Con el pasar de los años su historia pasó de generación en generación, convirtiéndose en prácticamente una leyenda que se podía escuchar en las calles de La Laguna, la historia de un trovador que encantaba a los niños y que un día, simplemente desapareció: la leyenda de Julio Cajitas, el amado trovador de niños.

La región lagunera está llena de leyendas y personajes cuyas historias pasan de generación en generación. Tal es el caso de Julio Cajita, el amado trovador de niño que un día simplemente desapareció. Te contamos sobre esta enigmática figura.

Sobre este Julio Cajitas llegó a escribir César Gonzáles de la Cruz en 1954 y Pablo Machuca Macías, a principios de los años 90, ambos escritores comparten información parecida sobre este personaje que a cambio de unas monedas cantaba y bailaba en distintas calles de Torreón.

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Se cree que Julio, nació en Torreón en el año 1902. Era un joven huérfano y pobre, que se valió de la trova para poder sobrevivir. Debido a que carecía de instrumentos musicales, tocaba con botes de lámina o cajas de cartón llenas de piedras o monedas pequeñas. Con estos objetos lograba crear un acompañamiento rítmico que le terminó dando su apodo ‘cajitas’.

Julio tenía problemas de comunicación, sus dientes eran demasiado prominentes y salían de su boca en dirección del labio inferior, lo que le ocasionaba problemas de dicción. La resultaba muy difícil hacerse entender.

Algunos creen que su problema de comunicación, sumado a su situación de orfandad y pobreza, le ocasionó una profunda tristeza, la cual lo llevó a un problema de alcoholismo, donde parecía refugiarse al terminar su jornada musical.

Su actitud y ánimo cambiaba cuando se presentaba ante su público favorito, los niños. Estos lo llegaron a considerar un personaje amigable y divertido. Había ocasiones donde se dedicaba a cantar y bailar durante horas, el género musical era lo de menos ya que tenía un amplio repertorio para entretener a chicos y grandes. Al ponerse el sol este se retiraba con rumbo desconocido.

Así es como durante muchos años este trovador o payaso callejero deleitó a cientos de personas durante muchos años, hasta que un día simplemente desapareció. Tal y como llegó, un día nadie le volvió a ver. Con el pasar de los años su historia pasó de generación en generación, convirtiéndose en prácticamente una leyenda que se podía escuchar en las calles de La Laguna, la historia de un trovador que encantaba a los niños y que un día, simplemente desapareció: la leyenda de Julio Cajitas, el amado trovador de niños.

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