/ miércoles 16 de septiembre de 2020

¡Viva México!

Queridos lectores, no queda duda que el COVID nos ha quitado mucho de nuestra cotidianeidad. En estas fechas, muchos estaríamos acudiendo a la Feria, a noches mexicanas, y, naturalmente, a las conmemoraciones del Grito de Independencia celebradas en los palacios de gobierno municipales, estatales y nacional, sin embargo, este año definitivamente no fue ni será así.

Cosas que eran tan comunes, que dábamos por sentadas, nuevamente se han visto impactadas por esta pandemia, y muy seguramente sus efectos los continuaremos sintiendo durante algunos meses más.

A inicios de este año, definitivamente nadie nos hubiéramos imaginado que podíamos estar en un momento así, una contingencia sanitaria que ha afectado a todo el mundo en diversas escalas, pero mucho más a nuestro país por su mal manejo nacional. Un momento histórico sin duda por muchas malas razones, aunque en perspectiva, debemos recordar que la historia se construye también así, enfrentando la adversidad inclusive, sin saber que vendrá después, pero como decía mi madre que en paz descanse, las crisis podrán quitarnos todo, menos nuestra actitud al responder a las mismas crisis.

Justamente es en estas fechas que conmemoramos cuando el cura Hidalgo dio el Grito de Independencia, y a su llamado acudieron solo unos cuantos; pocos en cantidad, pero insuperables en su ánimo patriótico. Yo les aseguro, que quienes se congregaron ese día, hace ya 210 años, tenían más incertidumbres que certezas, pero motivados por su amor a la patria, y su anhelo de libertad, siguieron adelante.

Don Miguel Hidalgo, así como muchos de quienes iniciaron esta cruzada, no vieron la conclusión de su lucha, no obstante, su espíritu perduró en la misma, y se encuentra vigente en la actualidad, y es que cuando luchamos así, con el corazón y compromiso, sabemos que a veces nos toca sembrar la historia, para que sean otros quienes cosechen un mejor futuro.

Con ese mismo espíritu que dio origen a nuestro México, la pandemia que nos aqueja hoy debe de reafirmarnos precisamente esto, que, sin importar la adversidad, o lo que venga adelante, nosotros debemos de seguir luchando día con día; que si algo nos demuestra nuestra historia es que, ser mexicano y más aún, coahuilense, no es algo que se refleje en la complacencia, sino en la conquista de adversidades.

Amigas y amigos, quizá no daremos el Grito como siempre, pero sus valores, se encuentran más presentes en nuestro espíritu que nunca. ¡Viva México!

Queridos lectores, no queda duda que el COVID nos ha quitado mucho de nuestra cotidianeidad. En estas fechas, muchos estaríamos acudiendo a la Feria, a noches mexicanas, y, naturalmente, a las conmemoraciones del Grito de Independencia celebradas en los palacios de gobierno municipales, estatales y nacional, sin embargo, este año definitivamente no fue ni será así.

Cosas que eran tan comunes, que dábamos por sentadas, nuevamente se han visto impactadas por esta pandemia, y muy seguramente sus efectos los continuaremos sintiendo durante algunos meses más.

A inicios de este año, definitivamente nadie nos hubiéramos imaginado que podíamos estar en un momento así, una contingencia sanitaria que ha afectado a todo el mundo en diversas escalas, pero mucho más a nuestro país por su mal manejo nacional. Un momento histórico sin duda por muchas malas razones, aunque en perspectiva, debemos recordar que la historia se construye también así, enfrentando la adversidad inclusive, sin saber que vendrá después, pero como decía mi madre que en paz descanse, las crisis podrán quitarnos todo, menos nuestra actitud al responder a las mismas crisis.

Justamente es en estas fechas que conmemoramos cuando el cura Hidalgo dio el Grito de Independencia, y a su llamado acudieron solo unos cuantos; pocos en cantidad, pero insuperables en su ánimo patriótico. Yo les aseguro, que quienes se congregaron ese día, hace ya 210 años, tenían más incertidumbres que certezas, pero motivados por su amor a la patria, y su anhelo de libertad, siguieron adelante.

Don Miguel Hidalgo, así como muchos de quienes iniciaron esta cruzada, no vieron la conclusión de su lucha, no obstante, su espíritu perduró en la misma, y se encuentra vigente en la actualidad, y es que cuando luchamos así, con el corazón y compromiso, sabemos que a veces nos toca sembrar la historia, para que sean otros quienes cosechen un mejor futuro.

Con ese mismo espíritu que dio origen a nuestro México, la pandemia que nos aqueja hoy debe de reafirmarnos precisamente esto, que, sin importar la adversidad, o lo que venga adelante, nosotros debemos de seguir luchando día con día; que si algo nos demuestra nuestra historia es que, ser mexicano y más aún, coahuilense, no es algo que se refleje en la complacencia, sino en la conquista de adversidades.

Amigas y amigos, quizá no daremos el Grito como siempre, pero sus valores, se encuentran más presentes en nuestro espíritu que nunca. ¡Viva México!