/ sábado 3 de julio de 2021

¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Amado Nervo escribió lo síguete:

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,

porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que, si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:

cuando planté rosales, coseché siempre rosas. Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:

¡más tú no me dijiste que mayo fuese eterno! Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Recuerdo esta poesía el maestro de 5º año de primaria nos encargó aprenderla de memoria, pasaron muchos, muchos años para comprenderla y vivirla, al paso del tiempo solo es una poesía, pero cuando toca tu alma al recordar un amigo tuyo o familiar que ha partido, más te enamoras de las palabras, solo hace unas horas recibí la noticia del fallecimiento inesperado de un gran excelente compañero de trabajo y hermano en Cristo, profesor, Ingeniero Gustavo Gerardo Rodríguez Gonzales, la noticia para su familia y amigos fue difícil de asimilar, de vez en cuando nos reuníamos a almorzar y tomar un café, el profe Humberto, el profe Luna y un servidor, siempre fue absoluto respeto, algo que sus alumnos jamás van a olvidar es que todos los días, cada alumno de la preparatoria lo recibía con un abrazo, los adolescentes hacían fila para abrazarlo, muchos de esos jóvenes era el único abrazo que recibirían durante el día o de muchos días, lo veía todos los días y me hacia una ¿una pregunta? ¿Porque les muestra tanto afecto? ¿Porque los abraza? Y al verlo tuve que aprender a dar abrazos gracias a su enseñanza y dedicación, prepare una conferencia para los alumnos de preparatoria, llamada: EL PODER DE LOS ABRAZOS. El cual lo puse de ejemplo vivo, estoy seguro que en la patria celestial en la cual ya has entrado, te están recibiendo, todos los santos, todos aquellos que han creído en Jesucristo como Señor y Salvador están haciendo valla para recibirte con un fuerte abrazo, es mas todos van a recibirte con un fuerte abrazo MI PROFE GUS. Un día me dijiste que fui tu mentor, solo me quede callado, y te revire la palabra, yo soy el que he aprendido de ti, tu nobleza fue mayor, ya en confianza platicamos muchas veces de tu familia tus hijos, tenías una carga por ellos del día a día, te acompañe a orar por ellos, creyendo la promesa: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa” un ejemplo de tu legado del poder de los abrazos, ¿cuantos padres no saben dar un abrazo a sus hijos? Porque así los enseñaron a ellos, ¿cuántos hijos no saben dar un abrazo a sus padres?, el tiempo es corto y está llena de proyectos y metas, que muchos de ellos jamás se van a cumplir. Aquel hijo prodigo nunca pensó en fracasar, tenía buenos proyectos de abundancia y ganancia de la herencia que en vida su padre le había heredado, pero la falta de experiencia y habilidad para tratar con una fortuna, perdió todo hasta encontrarse cuidando cerdos, estando en ese lugar, pudo reflexionar en su situación. Y se dijo así mismo: “en la casa de mi padre hasta el criado come mejor que yo” saldré de aquí iré a casa de mi padre y le diré: Padre he pecado contra el cielo y contra ti, no soy digno de ser llamado tu hijo, recíbeme en tu casa y hazme como el ultimo de tus jornaleros”, no sé cuántas veces practico su discurso, pero fue determinante salió del chiquero de los cerdos que cuidaba, y quizás con su orgullo desecho camino hacia donde fue su hogar alguna vez, el padre, todos los días veía el camino con la esperanza de ver a su hijos que se había perdido, y a los lejos vio una figura, su modo de caminar lo delato inmediatamente, su padre lo reconoció y fue a su encuentro, el joven venia practicando su discurso, el padre corrió hacia él y le extendió los brazos, el hijo, principio su discurso, “ padre he pecado contra el cielo y contra ti…” ya no pudo terminar la frase sus palabras se ahogaron en el pecho del padre, el abrazo que le dio fue consolador, e inmediatamente aquel padre ordeno este es mi hijo se encontraba perdido pero ha regresado, preparen los mejores vestidos y preparen una gran fiesta. El hijo regreso a casa. La canción de Elvis Presley queda en este caso; Precioso Señor toma mi mano y llévame a casa. Hay fiesta en el cielo amigo Gus, te extrañaremos, pero vas a estar con tu Señor y Salvador Jesucristo. A quien amaste.

hotemadavid@hotmail.com

Amado Nervo escribió lo síguete:

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,

porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que, si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:

cuando planté rosales, coseché siempre rosas. Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:

¡más tú no me dijiste que mayo fuese eterno! Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Recuerdo esta poesía el maestro de 5º año de primaria nos encargó aprenderla de memoria, pasaron muchos, muchos años para comprenderla y vivirla, al paso del tiempo solo es una poesía, pero cuando toca tu alma al recordar un amigo tuyo o familiar que ha partido, más te enamoras de las palabras, solo hace unas horas recibí la noticia del fallecimiento inesperado de un gran excelente compañero de trabajo y hermano en Cristo, profesor, Ingeniero Gustavo Gerardo Rodríguez Gonzales, la noticia para su familia y amigos fue difícil de asimilar, de vez en cuando nos reuníamos a almorzar y tomar un café, el profe Humberto, el profe Luna y un servidor, siempre fue absoluto respeto, algo que sus alumnos jamás van a olvidar es que todos los días, cada alumno de la preparatoria lo recibía con un abrazo, los adolescentes hacían fila para abrazarlo, muchos de esos jóvenes era el único abrazo que recibirían durante el día o de muchos días, lo veía todos los días y me hacia una ¿una pregunta? ¿Porque les muestra tanto afecto? ¿Porque los abraza? Y al verlo tuve que aprender a dar abrazos gracias a su enseñanza y dedicación, prepare una conferencia para los alumnos de preparatoria, llamada: EL PODER DE LOS ABRAZOS. El cual lo puse de ejemplo vivo, estoy seguro que en la patria celestial en la cual ya has entrado, te están recibiendo, todos los santos, todos aquellos que han creído en Jesucristo como Señor y Salvador están haciendo valla para recibirte con un fuerte abrazo, es mas todos van a recibirte con un fuerte abrazo MI PROFE GUS. Un día me dijiste que fui tu mentor, solo me quede callado, y te revire la palabra, yo soy el que he aprendido de ti, tu nobleza fue mayor, ya en confianza platicamos muchas veces de tu familia tus hijos, tenías una carga por ellos del día a día, te acompañe a orar por ellos, creyendo la promesa: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa” un ejemplo de tu legado del poder de los abrazos, ¿cuantos padres no saben dar un abrazo a sus hijos? Porque así los enseñaron a ellos, ¿cuántos hijos no saben dar un abrazo a sus padres?, el tiempo es corto y está llena de proyectos y metas, que muchos de ellos jamás se van a cumplir. Aquel hijo prodigo nunca pensó en fracasar, tenía buenos proyectos de abundancia y ganancia de la herencia que en vida su padre le había heredado, pero la falta de experiencia y habilidad para tratar con una fortuna, perdió todo hasta encontrarse cuidando cerdos, estando en ese lugar, pudo reflexionar en su situación. Y se dijo así mismo: “en la casa de mi padre hasta el criado come mejor que yo” saldré de aquí iré a casa de mi padre y le diré: Padre he pecado contra el cielo y contra ti, no soy digno de ser llamado tu hijo, recíbeme en tu casa y hazme como el ultimo de tus jornaleros”, no sé cuántas veces practico su discurso, pero fue determinante salió del chiquero de los cerdos que cuidaba, y quizás con su orgullo desecho camino hacia donde fue su hogar alguna vez, el padre, todos los días veía el camino con la esperanza de ver a su hijos que se había perdido, y a los lejos vio una figura, su modo de caminar lo delato inmediatamente, su padre lo reconoció y fue a su encuentro, el joven venia practicando su discurso, el padre corrió hacia él y le extendió los brazos, el hijo, principio su discurso, “ padre he pecado contra el cielo y contra ti…” ya no pudo terminar la frase sus palabras se ahogaron en el pecho del padre, el abrazo que le dio fue consolador, e inmediatamente aquel padre ordeno este es mi hijo se encontraba perdido pero ha regresado, preparen los mejores vestidos y preparen una gran fiesta. El hijo regreso a casa. La canción de Elvis Presley queda en este caso; Precioso Señor toma mi mano y llévame a casa. Hay fiesta en el cielo amigo Gus, te extrañaremos, pero vas a estar con tu Señor y Salvador Jesucristo. A quien amaste.

hotemadavid@hotmail.com