A nadie nos gusta que nos echen mentiras, y cuando lo descubrimos nos sentimos lastimados. Pero cuando nosotros decimos una verdad a medias, creemos que no hay ofensa, que son mentiras blancas o nobles, se siente la sensación de que no está haciendo nada malo, las mentiras siempre salen a flote. Decirle a alguien “te amo, te quiero, pero necesito darme tiempo” está preparando terreno para ya no afrontar el compromiso contraído y claro que lastima. “Apreciamos mucho como trabajas pero hay recorte de personal”, y enfrentas tu despido, todo esto causa inquietud en nuestro ser, todas nuestras emociones, sentimientos y voluntad se trastocan y en ocasiones nuestros pensamientos nos confunden de tal manera que algunas personas caen en depresión y no saben que por qué se sienten engañados y lastimados. La verdad, aunque duela, es algo que todos preferimos y que a la vez necesitamos. He estado escuchando varios argumentos de LLDM (iglesia de la luz del Mundo), de sus propios ministros, como fueron adoctrinados en darle a su Líder (Eusebio, llamado después Aarón, sustituido por su Hijo Samuel Joaquín, y recientemente por Nassón Joaquín) los atributos de padre eteno, de ungido, de príncipe, de salvador, etc.,). Da horror escuchar tanto adoctrinamiento que las personas lo han creído realmente y sus llantos por la situación que están pasando su líder en verdad son reales, ahora pues sus mismos ministros están cuestionando lo que ellos mismos enseñaban respecto a su llamado divino, y las personas realmente se han sentido amedrentadas por tener verdades a medias como un medio de manipulación. Esperemos que se armen de valor y puedan pensar por sí mismos, “y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.
En los evangelios nos encontramos un extraño encuentro Jesús y la Samaritana; sin embargo, Jesús tuvo sed y le pidió a la samaritana un poco de agua, el cual ella argumentó: judíos y samaritanos no se tratan entre sí. Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Por qué me pide agua para beber? Jesús contestó: Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva. Pero señor, usted no tiene ni una soga ni un balde le dijo ella, y este pozo es muy profundo. ¿De dónde va a sacar esa agua viva? Jesús le dijo: Ve y trae a tu esposo. No tengo esposo respondió la mujer. Es cierto, dijo Jesús. No tienes esposo porque has tenido cinco esposos y ni siquiera estás casada con el hombre con el que ahora vives. ¡Ciertamente dijiste la verdad!, la mujer samaritana al encuentro con Jesús DIJO UNA VERDAD A MEDIAS. Jesús esperaba una RESPUESTA ASERTIVA, ve háblale a tu marido. No tengo marido. Eso era cierto, por temor por vergüenza por ocultar, por la forma en que vivía no dio respuesta concreta. Muchas veces ocultamos lo que otros creemos que no ven en nosotros y además ante Jesús que todo lo conoce, nos confronta pero nuestro corazón puede endurecer. Bien has dicho, no tengo marido, cinco has tenido y el que tienes hoy con quien convives con tu pareja, con tu amante con tu segundo frente, como lo quieras mencionar y como te sientas bien. LA PALABRA DE DIOS NOS DESCUBRE y mientras nosotros podemos callar.
Ootro caso de ocultamiento de la verdad, el general Naamán estaba agradecido por el favor de Dios que había hecho de sanarlo de la lepra y estaba dispuesto a dar un beneficio y el profeta lo rechazó. Geisy, el siervo codicio en su corazón las riquezas que dejó ir su amo. Y fue y lo alcanzó y hecho una mentira piadosa: “Llegó una visita y mi amo no tiene que ofrecerle”. Naamán creyó e inmediato le dio más de lo que pedía. LOS FAVORES DE DIOS NO SE COBRAN, estaba en juego el nombre del altísimo y del profeta. El Rey David quiso ocultar su pecado y el profeta lo confronta. David responde indignado que pague cuatro veces por su fechoría. “Ese eres tú” le respondió; “por cuanto lo hiciste a escondidas lo publicaré a pleno sol. Ahora todos lo van a saber”.
Las verdades a medias podemos ocultarlas por muchos años, pero al fin de cuentas nos va a condenar si no lo confesamos y corregimos nuestro camino. Podemos mirar a un lado y decir yo no soy ese. Hijitos estas cosas os escribo si alguno a pecado tiene abogado para con el Padre a Jesucristo. Si alguno dice que no ha pecado es mentiroso, Jesús murió (no un apóstol, no un santo no una virgen) por una razón para justificar el pecado pero usted y yo tenemos que hacer una cosa, confesarlo a él. Bienaventurado el que no es culpado de iniquidad. No se trata de evidenciar a nadie, pero si se trata de buscar a Dios y su perdón, las mentiras a medias nos causan dolor. Jesús espera una respuesta asertiva de ti. hotemadavid@hotmail.com
