Estimados lectores, este 19 de Junio concluye el ciclo escolar, con nuestras niñas y niños trabajando desde casa con el apoyo de sus maestros y sus padres de familia; un ciclo escolar que sin duda quedará en la historia de la humanidad, por lo atípico de su desenvolvimiento, y por el gran temple y resiliencia que ha mostrado el sistema educativo nacional, las y los alumnos y el personal académico, para continuar con sus funciones.
A partir del día 19, los padres de familia podrán consultar las calificaciones y la información relativa de la emisión de los certificados a través de la página web de la Secretaria de Educación de Coahuila, por lo que la validez de los estudios y la conclusión de estos tienen todos los efectos legales de este proceso.
Estimados amigos, dejando de lado un poco las formalidades del proceso, queda claro que lo que más esperan las y los alumnos, así como los orgullosos padres de familia, son las ceremonias de graduación, que simplemente este año no se podrán realizar: este 2020, los patios de las escuelas lucen vacíos, sin globos, sin arreglos, y sin la alegría y satisfacción de quienes ven cristalizarse sus sueños al concluir un hito más en su formación personal. Eso nos duele, y no lo podemos negar.
Sin embargo, hay que tener presente que con o sin ceremonia, el mérito no solo es igual, sino es mucho mayor, puesto que hoy nuestras niñas y niños han logrado cumplir un año en condiciones extremadamente adversas, donde perdieron absolutamente toda su cotidianeidad, se enfrentaron a una pandemia, y, aun así, lograron estudiar y concluir un año más de estudios. El esfuerzo ha sido mucho mayor, y en esa medida debemos reconocerlo.
Concluir una etapa siempre debe de ser una causa de orgullo no solo para las y los estudiantes, sino para los padres de familia, que hoy se convirtieron en coadyuvantes activos del proceso enseñanza-aprendizaje. Sin duda, el aprendizaje en casa presento muchos retos para todas las familias, pero también ha permitido que los padres se involucren en la formación de sus hijos, y eso genera un nuevo nivel de entendimiento entre los estudiantes y sus tutores. Enhorabuena, papás y mamás, por su entrega.
Además, el reconocimiento merecido es para las y los docentes, que tuvieron que reestructurar planeaciones, reinterpretar programas, y buscar nuevas estrategias para superar la distancia y poder dar una educación de calidad a las y los niños de Coahuila. Las y los maestros son los mejores servidores públicos de nuestro Estado, y hoy eso ha quedado demostrado con demasía.
No puedo dejar de sentir un nudo en la garganta mientras redacto estas líneas, porque aún sin poder abrazarnos, estoy segura de que esta generación que ha logrado graduarse a pesar del COVID-19, será LA MEJOR GENERACIÓN de Coahuila, pues es una que esta forjada en adversidades nunca vistas, y que demostró la capacidad de salir adelante a las mismas a pesar de todas las circunstancias.
Queridos amigos, esta semana termina un ciclo escolar histórico, que quedará en nuestra memoria por generaciones. Sigamos dejando muestra de que, en Coahuila, la educación es la prioridad de todas y de todos. ¡Felicidades graduadas y graduados!
