/ viernes 12 de junio de 2020

Simón Bolívar, 'El Libertador'

Simón Bolívar fue un gran militar, caudillo, político, elocuente orador, amante de la independencia de los pueblos, y ello fue llamado en su tiempo “El Libertador” en el continente sudamericano, particularmente en Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador.

Nació en la ciudad de Caracas el 24 de julio de 1783, hijo de padres criollos, quedó huérfano desde pequeño, por lo que su tío, el marqués de Palacios, se encargó de su educación enviándolo a Madrid; en París admiró a Napoleón Bonaparte, del cual posteriormente se desencantó al coronarse emperador.

Se casó en España con Teresa del Toro en 1801 y regresó a su tierra para administrar sus propiedades, donde perdió a su esposa; al entrar en contacto con los pensadores europeos se identificó con la ideología de los republicanos-liberales, por lo que pronto se formó el propósito de hacer de su tierra un país independiente.

Viajó a Estados Unidos de Norteamérica en donde apreció sus leyes, regresó a Caracas, justo cuando había sido derrotado el general Miranda en un primer intento libertario. En 1808 José Bonaparte envió sus emisarios a Venezuela intentando ser reconocido como rey de España, pero Bolívar se opuso y derrocó al capitán general de los franceses, pues en principio Bolívar reconocía como rey al depuesto Fernando VII.

Fue el 20 de julio de 1810 que estalló el primer movimiento armado del general Miranda en Caracas, quien fue derrotado por los realistas, pues Venezuela seguía siendo provincia española.

Mientras tanto, Bolívar buscó refugio en Nueva Granada, donde con el tiempo obtuvo ayuda monetaria y hombres que lo siguieran, comenzando en 1813 la guerra civil, logrando entrar triunfante en Caracas el 6 de agosto de ese mismo año.

Sin embargo, en 1914 tuvo que huir con gran parte de sus seguidores a causa de la represión realista, dirigiéndose de nuevo a Nueva Granada, para luego continuar combatiendo en Bogotá y en seguida irse a Jamaica, donde redactó la famosa “Carta” en la que resume su ideología y propósitos de independencia y que consideraba la libertad de toda América.

En 1816, Bolívar regresa de nuevo a Venezuela, donde fue nombrado jefe supremo y continuó combatiendo con entusiasmo a los realistas, pero algunas desavenencias dentro del ejército libertador llevaron a la ejecución del general Piar, así como ganar y perder algunas batallas con los realistas. Finalmente entró triunfante en Santa Fe de Bogotá, organizando el gobierno y decidiendo la unión de Granada y Venezuela, para formar la república de Colombia.

Hubo un intento de pacificación con los realistas, sin haberlo logrado, pero Bolívar logró vencer al enemigo en junio de 1821, logrando que el congreso de Venezuela aprobara la constitución de Colombia. No obstante continuó la lucha por la independencia de Quito y de Lima, que seguían en poder de la monarquía española.

Resultó vencedor en Quito y anexó Ecuador a Colombia en 1822. Los peruanos, viendo los triunfos y comprendiendo los ideales de lucha del “Libertador”, como le llamaban, requirieron de Bolívar, quien al fin logró expulsar a los españoles de Perú; proclamándolo el congreso jefe supremo.

Sin embargo, desde Bogotá le llegaron órdenes de entregar el mando del ejército de Colombia al general Sucre, y así lo hizo, pero continuó la lucha como jefe supremo de Perú.

En 1825 visitó el Alto Perú, cambiando los habitante el nombre de su región como Bolivia, en honor al “Libertador”, y convirtiéndose en nación independiente. El 1826 convocó un congreso en Panamá para cumplir con su sueño de una confederación de naciones hispanoamericanas, a la que acudieron pocos representantes, sin ningún resultado efectivo.

En tanto, en Colombia surgió el descontento entre los generales Páez y Santander; Bolívar, como buen político, resolvió el conflicto y fue reelecto presidente. A partir de entonces surgieron las conspiraciones en su contra.

En 1830 el congreso lo eligió nuevamente presidente de Colombia, pero Bolívar lo rechazó. Enfermo y desanimado, se entera del asesinado de Sucre, muriendo triste y desanimado el 17 de diciembre de 1830, sin haber visto cumplidos sus ideales.

¡Hasta la próxima!

Simón Bolívar fue un gran militar, caudillo, político, elocuente orador, amante de la independencia de los pueblos, y ello fue llamado en su tiempo “El Libertador” en el continente sudamericano, particularmente en Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador.

Nació en la ciudad de Caracas el 24 de julio de 1783, hijo de padres criollos, quedó huérfano desde pequeño, por lo que su tío, el marqués de Palacios, se encargó de su educación enviándolo a Madrid; en París admiró a Napoleón Bonaparte, del cual posteriormente se desencantó al coronarse emperador.

Se casó en España con Teresa del Toro en 1801 y regresó a su tierra para administrar sus propiedades, donde perdió a su esposa; al entrar en contacto con los pensadores europeos se identificó con la ideología de los republicanos-liberales, por lo que pronto se formó el propósito de hacer de su tierra un país independiente.

Viajó a Estados Unidos de Norteamérica en donde apreció sus leyes, regresó a Caracas, justo cuando había sido derrotado el general Miranda en un primer intento libertario. En 1808 José Bonaparte envió sus emisarios a Venezuela intentando ser reconocido como rey de España, pero Bolívar se opuso y derrocó al capitán general de los franceses, pues en principio Bolívar reconocía como rey al depuesto Fernando VII.

Fue el 20 de julio de 1810 que estalló el primer movimiento armado del general Miranda en Caracas, quien fue derrotado por los realistas, pues Venezuela seguía siendo provincia española.

Mientras tanto, Bolívar buscó refugio en Nueva Granada, donde con el tiempo obtuvo ayuda monetaria y hombres que lo siguieran, comenzando en 1813 la guerra civil, logrando entrar triunfante en Caracas el 6 de agosto de ese mismo año.

Sin embargo, en 1914 tuvo que huir con gran parte de sus seguidores a causa de la represión realista, dirigiéndose de nuevo a Nueva Granada, para luego continuar combatiendo en Bogotá y en seguida irse a Jamaica, donde redactó la famosa “Carta” en la que resume su ideología y propósitos de independencia y que consideraba la libertad de toda América.

En 1816, Bolívar regresa de nuevo a Venezuela, donde fue nombrado jefe supremo y continuó combatiendo con entusiasmo a los realistas, pero algunas desavenencias dentro del ejército libertador llevaron a la ejecución del general Piar, así como ganar y perder algunas batallas con los realistas. Finalmente entró triunfante en Santa Fe de Bogotá, organizando el gobierno y decidiendo la unión de Granada y Venezuela, para formar la república de Colombia.

Hubo un intento de pacificación con los realistas, sin haberlo logrado, pero Bolívar logró vencer al enemigo en junio de 1821, logrando que el congreso de Venezuela aprobara la constitución de Colombia. No obstante continuó la lucha por la independencia de Quito y de Lima, que seguían en poder de la monarquía española.

Resultó vencedor en Quito y anexó Ecuador a Colombia en 1822. Los peruanos, viendo los triunfos y comprendiendo los ideales de lucha del “Libertador”, como le llamaban, requirieron de Bolívar, quien al fin logró expulsar a los españoles de Perú; proclamándolo el congreso jefe supremo.

Sin embargo, desde Bogotá le llegaron órdenes de entregar el mando del ejército de Colombia al general Sucre, y así lo hizo, pero continuó la lucha como jefe supremo de Perú.

En 1825 visitó el Alto Perú, cambiando los habitante el nombre de su región como Bolivia, en honor al “Libertador”, y convirtiéndose en nación independiente. El 1826 convocó un congreso en Panamá para cumplir con su sueño de una confederación de naciones hispanoamericanas, a la que acudieron pocos representantes, sin ningún resultado efectivo.

En tanto, en Colombia surgió el descontento entre los generales Páez y Santander; Bolívar, como buen político, resolvió el conflicto y fue reelecto presidente. A partir de entonces surgieron las conspiraciones en su contra.

En 1830 el congreso lo eligió nuevamente presidente de Colombia, pero Bolívar lo rechazó. Enfermo y desanimado, se entera del asesinado de Sucre, muriendo triste y desanimado el 17 de diciembre de 1830, sin haber visto cumplidos sus ideales.

¡Hasta la próxima!