/ domingo 28 de febrero de 2021

Símbolo de unidad

El pasado miércoles se cumplieron 87 años del establecimiento del Día de la Bandera mexicana, una conmemoración que se instituyó el 24 de febrero de 1934, pero que fue reconocida oficialmente hasta 1940, por decreto expedido por el presidente Lázaro Cárdenas del Río.

La Bandera Nacional sido reconocida siempre como símbolo orgulloso de la independencia política de México, su honor, sus instituciones y su integridad territorial. Además de cimentar nuestra identidad como mexicanos, y de darnos sentido de pertenencia, representa para los mexicanos el suelo en el que nacimos, y es símbolo de nuestras tradiciones libertarias.

El tema obliga a remontarnos a la bandera que portaba el Ejército Trigarante en su entrada triunfal a la Ciudad de México, el jueves 27 de septiembre de 1821, esto tras once años de prolongada guerra civil que enfrentó a los insurgentes que buscaban libertar a México del yugo español, y al ejército realista, que combatía a favor de la corona española.

La bandera de las tres garantías, con los colores verde, blanco y rojo en franjas diagonales, fue confeccionada por Don José Magdaleno Ocampo, y representaba en sus colores: el blanco, la religión; el verde, la independencia; y el rojo, la unión. Estos tres fueron los puntos principales del Plan de Iguala, proclamado por Agustín de Iturbide el 24 de febrero de 1821 en la ciudad de Iguala, Guerrero.

La religión representada en la bandera trigarante era, evidentemente, la católica, pues en los trescientos años del virreinato, los habitantes de nuestro país no tenían más alternativa religiosa que el catolicismo, situación que se prolongó hasta la promulgación de la Constitución liberal de 1857, un documento que el Benemérito de las Américas enarboló y en el que apoyó todos los actos de su gobierno y los decretos que promulgó.

La llegada de Juárez al poder trajo consigo un cambio en el significado de los colores de nuestra Enseña Patria, esto debido a que el oriundo de Guelatao, Oaxaca logró separar al Estado de la Iglesia dominante en aquella época. A partir de dicho principio histórico, el verde pasó a significar la esperanza; el blanco, la unidad; y el rojo, la sangre de los héroes que nos dieron patria y libertad.

El escudo nacional, que evoca la fundación de la antigua ciudad de México-Tenochtitlan, está en el centro de nuestra bandera nacional, constituido por un águila devorando con su poderoso pico una serpiente parada sobre un nopal con tunas, en un islote del lago de Texcoco.

En la administración del presidente Gustavo Díaz Ordaz, mediante la expedición de la Ley sobre las características y el uso del Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, se prohibió efectuar modificaciones a la bandera nacional. Esta ley, vigente hasta 1984, se creó el 23 de diciembre de 1967, pero fue publicada en el Diario Oficial hasta el 17 de agosto de 1968.

Durante el sexenio del priísta Miguel de la Madrid Hurtado fue promulgada la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, misma que “es de orden público y regula sus características y difusión, así como el uso del Escudo y de la Bandera, los honores a esta última y la ejecución del Himno”. Este ordenamiento jurídico fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 8 de febrero de 1984, y entró en vigor el 24 de febrero de ese año.

El atractivo estético de nuestro lábaro patrio es digno de destacarse también. En julio de 2008, el diario español 20 Minutos organizó un concurso vía Internet, en el que compitieron 104 banderas del mundo. La de México fue elegida como la más bonita con 901 mil 627 puntos.

Pero más allá de su estética e historia, y de que representa las grandes luchas nacionales en pro de la libertad, la justicia y la democracia, la bandera de México es símbolo de la identidad nacional y de la unidad de un pueblo que, a pesar de sus problemas económicos derivados de la crisis sanitaria causada por la Covid-19, sigue trabajando unido y decidido a superar los obstáculos que intentan entorpecer su desarrollo económico y social.


Twitter: @armayacastro

El pasado miércoles se cumplieron 87 años del establecimiento del Día de la Bandera mexicana, una conmemoración que se instituyó el 24 de febrero de 1934, pero que fue reconocida oficialmente hasta 1940, por decreto expedido por el presidente Lázaro Cárdenas del Río.

La Bandera Nacional sido reconocida siempre como símbolo orgulloso de la independencia política de México, su honor, sus instituciones y su integridad territorial. Además de cimentar nuestra identidad como mexicanos, y de darnos sentido de pertenencia, representa para los mexicanos el suelo en el que nacimos, y es símbolo de nuestras tradiciones libertarias.

El tema obliga a remontarnos a la bandera que portaba el Ejército Trigarante en su entrada triunfal a la Ciudad de México, el jueves 27 de septiembre de 1821, esto tras once años de prolongada guerra civil que enfrentó a los insurgentes que buscaban libertar a México del yugo español, y al ejército realista, que combatía a favor de la corona española.

La bandera de las tres garantías, con los colores verde, blanco y rojo en franjas diagonales, fue confeccionada por Don José Magdaleno Ocampo, y representaba en sus colores: el blanco, la religión; el verde, la independencia; y el rojo, la unión. Estos tres fueron los puntos principales del Plan de Iguala, proclamado por Agustín de Iturbide el 24 de febrero de 1821 en la ciudad de Iguala, Guerrero.

La religión representada en la bandera trigarante era, evidentemente, la católica, pues en los trescientos años del virreinato, los habitantes de nuestro país no tenían más alternativa religiosa que el catolicismo, situación que se prolongó hasta la promulgación de la Constitución liberal de 1857, un documento que el Benemérito de las Américas enarboló y en el que apoyó todos los actos de su gobierno y los decretos que promulgó.

La llegada de Juárez al poder trajo consigo un cambio en el significado de los colores de nuestra Enseña Patria, esto debido a que el oriundo de Guelatao, Oaxaca logró separar al Estado de la Iglesia dominante en aquella época. A partir de dicho principio histórico, el verde pasó a significar la esperanza; el blanco, la unidad; y el rojo, la sangre de los héroes que nos dieron patria y libertad.

El escudo nacional, que evoca la fundación de la antigua ciudad de México-Tenochtitlan, está en el centro de nuestra bandera nacional, constituido por un águila devorando con su poderoso pico una serpiente parada sobre un nopal con tunas, en un islote del lago de Texcoco.

En la administración del presidente Gustavo Díaz Ordaz, mediante la expedición de la Ley sobre las características y el uso del Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, se prohibió efectuar modificaciones a la bandera nacional. Esta ley, vigente hasta 1984, se creó el 23 de diciembre de 1967, pero fue publicada en el Diario Oficial hasta el 17 de agosto de 1968.

Durante el sexenio del priísta Miguel de la Madrid Hurtado fue promulgada la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, misma que “es de orden público y regula sus características y difusión, así como el uso del Escudo y de la Bandera, los honores a esta última y la ejecución del Himno”. Este ordenamiento jurídico fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 8 de febrero de 1984, y entró en vigor el 24 de febrero de ese año.

El atractivo estético de nuestro lábaro patrio es digno de destacarse también. En julio de 2008, el diario español 20 Minutos organizó un concurso vía Internet, en el que compitieron 104 banderas del mundo. La de México fue elegida como la más bonita con 901 mil 627 puntos.

Pero más allá de su estética e historia, y de que representa las grandes luchas nacionales en pro de la libertad, la justicia y la democracia, la bandera de México es símbolo de la identidad nacional y de la unidad de un pueblo que, a pesar de sus problemas económicos derivados de la crisis sanitaria causada por la Covid-19, sigue trabajando unido y decidido a superar los obstáculos que intentan entorpecer su desarrollo económico y social.


Twitter: @armayacastro