/ martes 14 de septiembre de 2021

SE MILITARIZÓ LA POLÍTICA MIGRATORIA: TONATIUH GUILLÉN

El Espectador




por Hiroshi Takahashi


La política migratoria mexicana se convirtió en política de contención, dice Tonatiuh Guillén López, ex comisionado del Instituto Nacional de Migración.

“De manera muy orientada a frenar los flujos de migrantes y lo más lamentable es que no solamente es contención, sino también ya pasamos a iniciativas muy agresivas, francamente fuera de norma, muy lamentables. Agredieron y siguen agrediendo a las personas más vulnerables, que son las que están llegando particularmente a Tapachula, a esa área, de nacionalidad haitiana, creo que son los más vulnerables, pero también de otras nacionalidades”, explica el Doctor en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología por El Colegio de México quien también fue Presidente de El Colegio de la Frontera Norte (2012-2017).

El hoy profesor e investigador del Programa Universitario de Estudios de Desarrollo de la UNAM considera que el punto central es que el tono del Gobierno dejó muy atrás el espíritu de solidaridad, de respeto de los derechos humanos, y ahora estamos pues incluso con fuertes cuestionamientos de si estamos cumpliendo nuestra propia legislación en materia de migración y de refugio.

Tonatiuh Guillén López llegó como titular del Instituto Nacional de Migración en México (INM) con Andrés Manuel López Obrador y su 4T el 1 de diciembre del 2018. Se esperaban grandes cosas desde su trinchera, ante el respeto de la comunidad académica y gobiernos internacionales por el conocimiento de este mexicano de los flujos migratorios y las políticas regionales. Se esperaba que el Gobierno en turno aprovechara sus conocimientos, pero salió intempestivamente del grupo de cercanos de Palacio Nacional en junio del 2019.

Hoy golpean a migrantes en todo el país, incluso, los encierran con sus hijos en estaciones migratorias sin palabra de por medio. Chiapas se ha convertido en una especie de prisión al aire libre donde todos sus derechos se violan. Ya no es raro pensar en que un agente migratorio puede patear con total impunidad a un haitiano en la cabeza tirado en el suelo, o que grupos de militares mexicanos destinados a contenerlos arrastren a madres con bebés en brazos por no ser de este país, y no importar sus razones.

“Es una ruptura con lo que habíamos… había iniciado el gobierno del Presidente López Obrador, es una ruptura con su propio discurso, es una ruptura que, pues de hecho inició en junio del 2019, cuando procede a no solo la integración de la Ley de la Guardia Nacional, y a la propia Guardia, sino a darle atribuciones a la Guardia de control migratorio, esto nunca había pasado en el país, y lo cual implica una militarización de la política migratoria, esto es un hecho”.

Advierte que está en la naturaleza de las fuerzas armadas el uso de la fuerza, está en su naturaleza ver enemigos y sobre todo si son extranjeros.

“Entonces ya es el enemigo invasor. Esos tonos están pues desafortunadamente permeando estas iniciativas, estos espacios, desde el control migratorio y también el propio Instituto Nacional de Migración pues fue progresivamente ocupado, los cargos, por militares o ex militares, y el peso de Sedena en esas actividades pues es más que notable, el propio secretario de la Defensa pues es muy explícito en su tarea de contención. Estamos en otra época de la política migratoria y lamentablemente no es la mejor”.

El Espectador




por Hiroshi Takahashi


La política migratoria mexicana se convirtió en política de contención, dice Tonatiuh Guillén López, ex comisionado del Instituto Nacional de Migración.

“De manera muy orientada a frenar los flujos de migrantes y lo más lamentable es que no solamente es contención, sino también ya pasamos a iniciativas muy agresivas, francamente fuera de norma, muy lamentables. Agredieron y siguen agrediendo a las personas más vulnerables, que son las que están llegando particularmente a Tapachula, a esa área, de nacionalidad haitiana, creo que son los más vulnerables, pero también de otras nacionalidades”, explica el Doctor en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología por El Colegio de México quien también fue Presidente de El Colegio de la Frontera Norte (2012-2017).

El hoy profesor e investigador del Programa Universitario de Estudios de Desarrollo de la UNAM considera que el punto central es que el tono del Gobierno dejó muy atrás el espíritu de solidaridad, de respeto de los derechos humanos, y ahora estamos pues incluso con fuertes cuestionamientos de si estamos cumpliendo nuestra propia legislación en materia de migración y de refugio.

Tonatiuh Guillén López llegó como titular del Instituto Nacional de Migración en México (INM) con Andrés Manuel López Obrador y su 4T el 1 de diciembre del 2018. Se esperaban grandes cosas desde su trinchera, ante el respeto de la comunidad académica y gobiernos internacionales por el conocimiento de este mexicano de los flujos migratorios y las políticas regionales. Se esperaba que el Gobierno en turno aprovechara sus conocimientos, pero salió intempestivamente del grupo de cercanos de Palacio Nacional en junio del 2019.

Hoy golpean a migrantes en todo el país, incluso, los encierran con sus hijos en estaciones migratorias sin palabra de por medio. Chiapas se ha convertido en una especie de prisión al aire libre donde todos sus derechos se violan. Ya no es raro pensar en que un agente migratorio puede patear con total impunidad a un haitiano en la cabeza tirado en el suelo, o que grupos de militares mexicanos destinados a contenerlos arrastren a madres con bebés en brazos por no ser de este país, y no importar sus razones.

“Es una ruptura con lo que habíamos… había iniciado el gobierno del Presidente López Obrador, es una ruptura con su propio discurso, es una ruptura que, pues de hecho inició en junio del 2019, cuando procede a no solo la integración de la Ley de la Guardia Nacional, y a la propia Guardia, sino a darle atribuciones a la Guardia de control migratorio, esto nunca había pasado en el país, y lo cual implica una militarización de la política migratoria, esto es un hecho”.

Advierte que está en la naturaleza de las fuerzas armadas el uso de la fuerza, está en su naturaleza ver enemigos y sobre todo si son extranjeros.

“Entonces ya es el enemigo invasor. Esos tonos están pues desafortunadamente permeando estas iniciativas, estos espacios, desde el control migratorio y también el propio Instituto Nacional de Migración pues fue progresivamente ocupado, los cargos, por militares o ex militares, y el peso de Sedena en esas actividades pues es más que notable, el propio secretario de la Defensa pues es muy explícito en su tarea de contención. Estamos en otra época de la política migratoria y lamentablemente no es la mejor”.