/ viernes 2 de agosto de 2019

Rincón Beisbolero

Preguntas y más preguntas

Claudio Martínez Silva

El pitcheo de los Algodoneros de Unión Laguna tuvo una actuación lamentable durante la serie de tres juegos en el parque Alberto Romo Chávez, al aceptar 46 carreras en el compromiso; el pitcheo abridor y de relevo, ha sido el “Tendón de Aquiles” en el equipo; así empezaron la temporada los guinda y así se mantienen, mientras que un experimentado coach de pitcheo, como Mercedes Esquer, no tiene trabajo en la Liga Mexicana de Beisbol; como dice el gran amigo Pepe “Monterrey” González, cosas del béisbol. Extranjeros de medio pelo, mexicanos ya en declive y jóvenes talentosos pero faltos de experiencia, han formado el pitcheo.

¿Quién o quiénes toman las decisiones en el departamento de lanzadores? Se supone que los coaches de pitcheo y de bullpen se encargan del manejo, de observar las fallas y corregirlas, pero eso requiere capacidad y amplio conocimiento del tema; haber sido lanzador no es suficiente para ser un buen coach. Se fueron Eumir Sepúlveda, Martín Sotelo, Axel Ríos, Esmelvin Jiménez, Cameron Mc Vey, Pedro Fernández, Yohan Flande y Porfirio López ¿qué aportaron; quién tomó la decisión de traerlos; por qué se les aguantó tanto tiempo? quien conozca estas respuestas deberá entender los porqués de la actuación de los Algodoneros.

Alejandro Chavarría muestra números aceptables, sin embargo, es impresionante la cantidad de corredores de herencia que dejan sus compañeros, y anotan ante sus pitcheos; los números en ocasiones suelen ser engañosos y se requiere un análisis muy minucioso para tener acceso a la realidad en el trabajo de un lanzador. Los coaches de pitcheo y bullpen manejan el departamento, pero el manager debe decir la última palabra. Edgar Gómez hizo muy buenos trabajos como abridor y por una mala salida regresó al relevo, en donde nuevamente muestra el poco aporte que brinda a la novena ¿de quién son esas decisiones?

En cualquier liga de beisbol, profesional o amateur en el mundo, un equipo que de visitante anota 18 carreras y pierde el juego, da una clara muestra de que sus lanzadores no tienen la calidad suficiente, o sus coaches y manager no poseen el conocimiento necesario para hacer que ese departamento sea más afectivo. Sobre la marcha llegó un coach de bateo y hace unos días se unió Dionys César, la pregunta obligada es ¿y el pitcheo. Se darán cuenta que algo anda muy mal; habrá intención de corregir?. Por las decisiones que no se han tomado, la respuesta tiene que ser negativa.

Unión Laguna es último en estos departamentos del pitcheo colectivo en la LMB: carreras limpias 7.89; hits admitidos 1114; carreras permitidas 755; jonrones permitidos 146; ponches recetados 508; wild pitches 90; balks 8 y WHIP 1.90. Sólo en bases por bolas otorgadas no son últimos, están en el lugar 17, con 400 pasaportes. Los números son contundentes y obligan a cuestionar, a analizar y a tomar decisiones; los grandes negocios se manejan con la cabeza fría, en base a resultados, con imparcialidad, sin amiguismos ni compadrazgos. ¿Qué más se necesita para que tomen decisiones?

Preguntas y más preguntas

Claudio Martínez Silva

El pitcheo de los Algodoneros de Unión Laguna tuvo una actuación lamentable durante la serie de tres juegos en el parque Alberto Romo Chávez, al aceptar 46 carreras en el compromiso; el pitcheo abridor y de relevo, ha sido el “Tendón de Aquiles” en el equipo; así empezaron la temporada los guinda y así se mantienen, mientras que un experimentado coach de pitcheo, como Mercedes Esquer, no tiene trabajo en la Liga Mexicana de Beisbol; como dice el gran amigo Pepe “Monterrey” González, cosas del béisbol. Extranjeros de medio pelo, mexicanos ya en declive y jóvenes talentosos pero faltos de experiencia, han formado el pitcheo.

¿Quién o quiénes toman las decisiones en el departamento de lanzadores? Se supone que los coaches de pitcheo y de bullpen se encargan del manejo, de observar las fallas y corregirlas, pero eso requiere capacidad y amplio conocimiento del tema; haber sido lanzador no es suficiente para ser un buen coach. Se fueron Eumir Sepúlveda, Martín Sotelo, Axel Ríos, Esmelvin Jiménez, Cameron Mc Vey, Pedro Fernández, Yohan Flande y Porfirio López ¿qué aportaron; quién tomó la decisión de traerlos; por qué se les aguantó tanto tiempo? quien conozca estas respuestas deberá entender los porqués de la actuación de los Algodoneros.

Alejandro Chavarría muestra números aceptables, sin embargo, es impresionante la cantidad de corredores de herencia que dejan sus compañeros, y anotan ante sus pitcheos; los números en ocasiones suelen ser engañosos y se requiere un análisis muy minucioso para tener acceso a la realidad en el trabajo de un lanzador. Los coaches de pitcheo y bullpen manejan el departamento, pero el manager debe decir la última palabra. Edgar Gómez hizo muy buenos trabajos como abridor y por una mala salida regresó al relevo, en donde nuevamente muestra el poco aporte que brinda a la novena ¿de quién son esas decisiones?

En cualquier liga de beisbol, profesional o amateur en el mundo, un equipo que de visitante anota 18 carreras y pierde el juego, da una clara muestra de que sus lanzadores no tienen la calidad suficiente, o sus coaches y manager no poseen el conocimiento necesario para hacer que ese departamento sea más afectivo. Sobre la marcha llegó un coach de bateo y hace unos días se unió Dionys César, la pregunta obligada es ¿y el pitcheo. Se darán cuenta que algo anda muy mal; habrá intención de corregir?. Por las decisiones que no se han tomado, la respuesta tiene que ser negativa.

Unión Laguna es último en estos departamentos del pitcheo colectivo en la LMB: carreras limpias 7.89; hits admitidos 1114; carreras permitidas 755; jonrones permitidos 146; ponches recetados 508; wild pitches 90; balks 8 y WHIP 1.90. Sólo en bases por bolas otorgadas no son últimos, están en el lugar 17, con 400 pasaportes. Los números son contundentes y obligan a cuestionar, a analizar y a tomar decisiones; los grandes negocios se manejan con la cabeza fría, en base a resultados, con imparcialidad, sin amiguismos ni compadrazgos. ¿Qué más se necesita para que tomen decisiones?