¿Cómo rescatar a Algodoneros?
La segunda mitad de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) ya está en marcha y muy pronto el calendario regular entrará en su recta final; muchos aficionados se preguntan si la mala racha de los Algodoneros de Unión Laguna tendrá fin, la respuesta es complicada, pero hoy lo importante es hacer las cosas con lógica y esperar así que los resultados mejoren. Debe haber conciencia de que el equipo no va a calificar, y pensar en soluciones no para buscar el play off, sino para empezar la construcción de una base muy sólida que soporte al equipo en los próximos años. Hay quienes piden la salida no sólo de Jonathan Aceves, sino de todo su cuerpo técnico, y ahí está el error, haber dado toda la confianza a un grupo inexperto, cuando hay un plantel tan joven.
Ya lo han externado varios managers de experiencia, un equipo sin una base mexicana bien sólida, necesita que sus refuerzos extranjeros sean extraordinarios, y Unión Laguna ha estado mucho muy lejos de ese hecho. La base mexicana con Missael Rivera, Ciro Norzagaray, Edgar Robles, Daniel Mercado, Abraham López, Edgar Martínez y Miguel Ángel Esparza, debe fortalecerse, primero con mexicanos de calidad y experiencia, en donde caben Francisco Rivera y Francisco Ferreiro. No se debe descartar la opción de los méxicoestadounidenses, quienes no ocupan plaza de extranjero; hoy la mayoría de los equipos tienen en los llamados “pochos” a elementos clave en su accionar.
Unión Laguna apostó por Jonathan Aceves y su cuerpo técnico; ahí vino el primer error, porque un roster que es el más joven de la LMB, necesita de un manager y coaches de experiencia. Los Tigres de Quintana Roo recién estuvieron en Torreón, y con un manager también debutante en la LMB, hoy son líderes de la Zona Sur, sencillamente por la calidad de sus jugadores, tanto mexicanos, como “pochos” y extranjeros; el roster felino es la antítesis del de los Algodoneros, plagado de jóvenes con mucha calidad, pero que aún no están listos para cargar con el peso de todo un equipo; ahí se requiere la calidad y experiencia de un cuerpo técnico bien preparado.
Hoy al parecer sólo quedan dos caminos, empezamos por mencionar el más conveniente:
a).- Cambiar el manager por uno de experiencia, se le permita traer refuerzos y en conjunto con lo que se tiene y es de calidad, se empiece a armar un equipo, en busca de ser competitivos en 2020; la temporada 2019 ya se escapó y lo que resta del calendario regular, mucho ayudaría al nuevo manager a conocer mejor sus jugadores y así detectar cuáles son las necesidades primordiales por cubrir. Hoy no se vale decir que el equipo se armó al cuarto para las doce porque los directivos anteriores nada dejaron; tampoco es válido conformarse con el hecho de tener béisbol, ya que UL no iba a participar. Ya es tiempo de dar resultados positivos a una afición que a pesar de los pesares, se ha dado cita en el Estadio de la Revolución.
b).- Aferrarse a Jonathan Aceves, pero añadir una buena cantidad de verdaderos refuerzos; hay jugadores que inexplicablemente siguen en el roster sin que de ellos se tenga la más mínima respuesta positiva; hoy el grupo ya luce desmotivado y lo que se necesita son grandes remedios, porque el mal, vaya que si es grande. Si Jonathan Aceves se mantiene, hay que renovar el cuerpo técnico, para traer gente de experiencia y calidad, que en verdad sean un apoyo para el manager. Y en seguida algo no menos importante, traer ya verdaderos refuerzos, algo en que los Algodoneros han fallado notablemente.
Mantener el cuerpo técnico actual es un gran riesgo, el de ser el peor equipo de toda la LMB, y también tener la peor temporada en ganados y perdidos, desde que la LMB regresó a Torreón, en 1985. Si Edgar Robles es el mejor defensivo en el outfield, él debe jugar todos los días; si Francisco Rivera es el bateador más consistente, también debe jugar todos los días, así el lanzador contrario sea zurdo. Si un lanzador está consiguiendo outs, ahí hay que dejarlo, y no incurrir en la añeja y nefasta estrategia de traer a un zurdo porque viene un bateador zurdo. La temporada termina el 29 de agosto y un mes antes vence el plazo para reforzarse; aún es tiempo, no de calificar, pero sí de iniciar un verdadero proyecto sólido, que ya tenga resultados en 2020.
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