Dicen que los homenajes deben hacerse en vida y así sucedió en innumerables ocasiones en el caso de Carlos “Calili” Lozano, sin embargo, eso no impidió que cerca de un millar de personas se reunieran este miércoles al mediodía en el Estadio Gómez Palacio, para dar un emotivo adiós a quien en vida entregó gran parte de su tiempo y de su esfuerzo a la enseñanza del béisbol entre los pequeños. Jorge “Charolito” Orta y Manuel “Menny” Bañuelos, fueron dos pequeños que tuvieron la suerte de recibir consejos y enseñanzas de quien hace ya muchos años dio vida a la Escuela Infantil de Beisbol Orioles de Gómez Palacio.
Carlos “Calili” Lozano, José Luis “La Ballena” Rivera (q.e.p.d.) y Victoriano “Calambao” Hernández (q.e.p.d.), dieron vida a la Escuela Infantil de Beisbol Orioles de Gómez Palacio, a la que posteriormente se incorporaron Hilario “Cuadrado” Peña y Ricardo “Nonis” Nevárez (q.e.p.d.). No es fácil meter la mano al bolsillo propio para poner gasolina al vehículo y recoger a los pequeños beisbolistas en su domicilio, para regresarlos ahí después de la práctica; el mérito es mayor cuando ese esfuerzo lo hacen personas de la clase media, pero del máximo nivel, cuando se trata del beisbol y de los pequeños; ahí empieza la formación de los niños, algo que les va a servir toda su vida.
Resultó emotivo el reencuentro con muchas personas de beisbol, quienes durante muchos años han sido protagonistas de la historia; ahí están los ya fallecidos Rodolfo Ayup Sifuentes, Alfonso Díaz Couder Calero, José Luis Rivera Vázquez y Raúl Héctor Parra Monsiváis, todavía entre nosotros; no es fácil encontrar a estos personajes, quienes desinteresadamente aportan recursos propios para el desarrollo de los pequeños deportistas, en este caso a los amantes del beisbol. Hoy toca el turno de Carlos “Calili” Lozano, este personaje se fue pero ahí está el legado que deja a las nuevas generaciones y las muestras de cariño que recibió ayer en el Estadio Gómez Palacio, hablan por sí solas.
Hoy cuando se ve brillar con luz propia a Manny Bañuelos en las Grandes Ligas con los Medias Blancas de Chicago, es justo recordar que el orgullo del ejido El Vergel, Durango, pasó por la escuela infantil de beisbol que entonces dirigía Carlos “Calili” Lozano; y qué decir de otro lagunero como Jorge “Charolito” Orta, que nació en Mazatlán, pero por accidente del destino; quien llegara a participar en el Juego de Estrellas de las Ligas Mayores también recibió las enseñanzas y consejos de Carlos “Calili” Lozano. Jorge Orta era entonces un gran atleta en el Tecnológico de La Laguna, y fue ahí en donde se le vieron facultades para la práctica del Rey de los Deportes, el resto de la historia es por todos conocida.
Es necesario resaltar la importancia que tiene el desarrollo de los niños y jóvenes beisbolistas, pero se necesita darles seguimiento para que entonces aparezcan los Fernando “He-Man” Rodríguez, Alan Guerrero, Federico Castañeda, Carlos González o Ricardo Serrano. Hoy los Algodoneros de Unión Laguna tienen a José Luis “Gato” García y a Aarón Navarrete al frente de un proyecto que tiene como objetivo la búsqueda de talentos laguneros, que lleguen con bases sólidas al profesionalismo y por qué no, con posibilidades reales de alcanzar el mejor beisbol del mundo. Los valores laguneros del beisbol, deberán jugar pronto con los Algodoneros.
