/ lunes 6 de julio de 2020

¿Qué será de los teatros?

Lo impensable, la pandemia del Covid-19 paralizó la cultura presencial en La Laguna. Y, ahora que se vislumbra la posibilidad de reabrir estos recintos culturales, la gente de cultura se hace muchas preguntas, relacionadas con la seguridad de los asistentes tanto público como trabajadores técnicos y administrativos, además de actores y músicos. ¿Cómo será el regreso a los teatros?

Definitivamente sería irresponsable abrir las puertas de los teatros en estos momentos, hay muchos ejemplos en el mundo occidental de que si abres una cantina, un teatro, un restaurante, las personas acuden sin conciencia alguna de protección... Miami, Londres, Venecia...

Pero hay que trabajar para ver las formas alternativas de volver al trabajo en los escenarios, ¿con un aforo del 30 por ciento? ¿del 50 por ciento?, en escenarios pequeños como los alrededores del Auditorio Nacional en la CdMx, ¿Cómo se hará para que exista la Sana Distancia? y un tema que no debemos dejar de lado: la economía de las industrias naranjas.

Cómo hacer costeable la actividad teatral sin subsidios estatales, sin beneficios hacendarios para los mecenas, con apenas un tercio de las entradas posibles; digamos 60 personas en el teatro Mayrán, 20 en el Plan B... solo serían rentables el teatro Nazas con 450 personas más o menos, o el Isauro Martínez 230 aproximadamente por función y no solo se tendrían que pagar las rentas, sino considerar la proporción de ingresos posibles con los gastos que generarían más funciones.

No es fácil hacer que las cuentan salgan en números verdes en una industria que de por sí no se mantenía solvente antes de la pandemia. La vida no era fácil diría Javier Camarena hace unos días, para los teatros y para el mundo del espectáculo cultural. Ahora será poco menos que imposible si pensamos en que rendirán cuentas con la obligación de que sean en números negros si se desea seguir en el escenario.

¿Otro camino? el del Patronato, el mecenazgo, el programa de apoyos fiscales, las fundaciones internacionales que pudieran apoyar proyectos concretos como sucede con el Metropolitan Opera House o como se venía dando en las transmisiones en vivo desde el MET en el teatro Isauro Martínez los sábados a mediodía.

Hay proyectos importantes que pudieran pasar al olvido, como el Festival Internacional de Piano Isauro Martínez que debería comenzar después del verano.

Una alternativa será la utilización de escenarios alternativos como auditorios y aulas magnas de las universidades en todo el mundo. Hay escuelas con verdaderos teatros en su interior, como en la Unión Americana. En La Laguna hay escenarios alternativos pero que no están debidamente acondicionados como teatros. Hay que pensar las cosas.

Lo que sí se ve como una salida fácil sería la reapertura y que cada quien se cuide y si quiere que cuide a los demás. Eso, ya se vio en países supuestamente disciplinados como Inglaterra, Italia y Estados Unidos, no funcionará.

Es un tema difícil, pero necesario para reflexionar, porque la cultura debe ser un bien necesario para la sociedad que seguirá viviendo con el Covid-19 a un lado, al menos por algunos años más y nadie va a soportar una mega cuarentena, la que tenemos de más de tres meses está asfixiando a la sociedad, literalmente y se debe considerar que en el mundo del arte y la cultura, al menos en el norte de México, nadie tiene la solvencia para soportar 4 meses de inactividad.

Contácteme en @Noticias_AngelR y en contacto.angel.reyna@gmail.com

Lo impensable, la pandemia del Covid-19 paralizó la cultura presencial en La Laguna. Y, ahora que se vislumbra la posibilidad de reabrir estos recintos culturales, la gente de cultura se hace muchas preguntas, relacionadas con la seguridad de los asistentes tanto público como trabajadores técnicos y administrativos, además de actores y músicos. ¿Cómo será el regreso a los teatros?

Definitivamente sería irresponsable abrir las puertas de los teatros en estos momentos, hay muchos ejemplos en el mundo occidental de que si abres una cantina, un teatro, un restaurante, las personas acuden sin conciencia alguna de protección... Miami, Londres, Venecia...

Pero hay que trabajar para ver las formas alternativas de volver al trabajo en los escenarios, ¿con un aforo del 30 por ciento? ¿del 50 por ciento?, en escenarios pequeños como los alrededores del Auditorio Nacional en la CdMx, ¿Cómo se hará para que exista la Sana Distancia? y un tema que no debemos dejar de lado: la economía de las industrias naranjas.

Cómo hacer costeable la actividad teatral sin subsidios estatales, sin beneficios hacendarios para los mecenas, con apenas un tercio de las entradas posibles; digamos 60 personas en el teatro Mayrán, 20 en el Plan B... solo serían rentables el teatro Nazas con 450 personas más o menos, o el Isauro Martínez 230 aproximadamente por función y no solo se tendrían que pagar las rentas, sino considerar la proporción de ingresos posibles con los gastos que generarían más funciones.

No es fácil hacer que las cuentan salgan en números verdes en una industria que de por sí no se mantenía solvente antes de la pandemia. La vida no era fácil diría Javier Camarena hace unos días, para los teatros y para el mundo del espectáculo cultural. Ahora será poco menos que imposible si pensamos en que rendirán cuentas con la obligación de que sean en números negros si se desea seguir en el escenario.

¿Otro camino? el del Patronato, el mecenazgo, el programa de apoyos fiscales, las fundaciones internacionales que pudieran apoyar proyectos concretos como sucede con el Metropolitan Opera House o como se venía dando en las transmisiones en vivo desde el MET en el teatro Isauro Martínez los sábados a mediodía.

Hay proyectos importantes que pudieran pasar al olvido, como el Festival Internacional de Piano Isauro Martínez que debería comenzar después del verano.

Una alternativa será la utilización de escenarios alternativos como auditorios y aulas magnas de las universidades en todo el mundo. Hay escuelas con verdaderos teatros en su interior, como en la Unión Americana. En La Laguna hay escenarios alternativos pero que no están debidamente acondicionados como teatros. Hay que pensar las cosas.

Lo que sí se ve como una salida fácil sería la reapertura y que cada quien se cuide y si quiere que cuide a los demás. Eso, ya se vio en países supuestamente disciplinados como Inglaterra, Italia y Estados Unidos, no funcionará.

Es un tema difícil, pero necesario para reflexionar, porque la cultura debe ser un bien necesario para la sociedad que seguirá viviendo con el Covid-19 a un lado, al menos por algunos años más y nadie va a soportar una mega cuarentena, la que tenemos de más de tres meses está asfixiando a la sociedad, literalmente y se debe considerar que en el mundo del arte y la cultura, al menos en el norte de México, nadie tiene la solvencia para soportar 4 meses de inactividad.

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