/ domingo 22 de marzo de 2020

¿Qué ganamos con el CODIV-19?

El avance del Coronavirus en México está desafiando a la salud pública, a las empresas, al sector turismo, a las escuelas, a la capacidad de las autoridades de los tres órdenes de gobierno en organizarse, coordinarse y actuar ante tal contingencia, pero también a nosotros como ciudadanos nos ha puesto a prueba.

El estar en casa nos lleva a aprender nuevas formas de convivencia con la familia, a escucharnos los unos a los otros más profundamente, sin andar a las carreras, a detenernos por un momento y disfrutar de lo que tenemos, a encontrarnos con nuestra propia sombra, a dejar de ignorarnos los que convivimos diariamente en casa sin pensarlo, a adaptarnos a los nuevos tiempos, a desconectarnos de la realidad para conectarnos con lo virtual, a encontrarnos de nuevo con nuestros hijos, con nuestra esposa, con nuestras mascotas, a ver la vida desde otra perspectiva, una nueva forma de vivir la vida.

No nos angustiemos por las noticias falsas, es más, les invito a que nos desconectemos de WhatsApp por un par de días, le prometo que no va a pasar nada, es más se va a sentir más aliviado, menos estresado; hoy que abunda tanta noticia falsa y sensacionalista.

Mucho se ha señalado la postura del Gobierno Federal, al culpar a los medios y a sus opositores políticos de exagerar la existencia del virus. No obstante es nuestra responsabilidad actuar y extremar precauciones, atender las recomendaciones oficiales, pero sobre todo evitar repetir la historia de otros países que fueron omisos y reaccionaron tarde, lo que les ha costado la vida de miles de personas.

Recordemos el 85, cuando los escombros significaban la incompetencia de atender la emergencia. En ese entonces la solidaridad de miles de ciudadanos para rescatar víctimas se transformó en un despertar de conciencias que logró la reconstrucción de la ciudad. Muchos afirman que fue ahí donde nació la sociedad civil.

En fin, el tiempo lo dirá. Por lo pronto está en nuestras manos seguir las recomendaciones de los expertos al pie de la letra, quedémonos en casa, salgamos para lo único indispensable, evitemos las reuniones sociales, los gimnasios, el contacto cercano con otras personas, pues esto va en serio, muy muy en serio.

El avance del Coronavirus en México está desafiando a la salud pública, a las empresas, al sector turismo, a las escuelas, a la capacidad de las autoridades de los tres órdenes de gobierno en organizarse, coordinarse y actuar ante tal contingencia, pero también a nosotros como ciudadanos nos ha puesto a prueba.

El estar en casa nos lleva a aprender nuevas formas de convivencia con la familia, a escucharnos los unos a los otros más profundamente, sin andar a las carreras, a detenernos por un momento y disfrutar de lo que tenemos, a encontrarnos con nuestra propia sombra, a dejar de ignorarnos los que convivimos diariamente en casa sin pensarlo, a adaptarnos a los nuevos tiempos, a desconectarnos de la realidad para conectarnos con lo virtual, a encontrarnos de nuevo con nuestros hijos, con nuestra esposa, con nuestras mascotas, a ver la vida desde otra perspectiva, una nueva forma de vivir la vida.

No nos angustiemos por las noticias falsas, es más, les invito a que nos desconectemos de WhatsApp por un par de días, le prometo que no va a pasar nada, es más se va a sentir más aliviado, menos estresado; hoy que abunda tanta noticia falsa y sensacionalista.

Mucho se ha señalado la postura del Gobierno Federal, al culpar a los medios y a sus opositores políticos de exagerar la existencia del virus. No obstante es nuestra responsabilidad actuar y extremar precauciones, atender las recomendaciones oficiales, pero sobre todo evitar repetir la historia de otros países que fueron omisos y reaccionaron tarde, lo que les ha costado la vida de miles de personas.

Recordemos el 85, cuando los escombros significaban la incompetencia de atender la emergencia. En ese entonces la solidaridad de miles de ciudadanos para rescatar víctimas se transformó en un despertar de conciencias que logró la reconstrucción de la ciudad. Muchos afirman que fue ahí donde nació la sociedad civil.

En fin, el tiempo lo dirá. Por lo pronto está en nuestras manos seguir las recomendaciones de los expertos al pie de la letra, quedémonos en casa, salgamos para lo único indispensable, evitemos las reuniones sociales, los gimnasios, el contacto cercano con otras personas, pues esto va en serio, muy muy en serio.