/ viernes 1 de mayo de 2020

Prof. José Santos Valdés García

Un personaje lagunero que destacó ampliamente en la actividad educativa, periodística, literaria y en todo lo concerniente a la cultura, es de quien hoy nos ocuparemos, el cual en todos los rincones de la República con sus conocimientos supo poner muy en alto a la Región Lagunera, por ser el mismo, un lagunero de pura cepa el que con la sólida preparación que tuvo en todas las instituciones educativas en que prestó sus servicios profesionales dejó constancia de la gente de La Laguna.

El señor profesor don José Santos Valdés García de León fue originario del rancho Camargo del municipio de Matamoros Coahuila, en donde nació el 1 de noviembre de 1905, sus padres fueron los señores don Pedro Valdés Rosales y Cristina García de León Arguijo, sus estudios de primaria los inició en la escuela rural de San Lorenzo en Parras de la Fuente Coahuila concluyéndolos en la escuela del Centenario en San Pedro de las Colonias Coahuila, ingresando con posterioridad a la escuela normal de Saltillo Coahuila, terminando su carrera de maestro normalista en el año de 1926.

Nuestro personaje lagunero de inmediato en el mismo año que se tituló fue designado como director de la escuela Superior “Talamantes” en Navojoa Sonora, para posteriormente ser inspector escolar de zona en el estado de Sonora, habiendo sido expulsado del estado de referencia por disposición del gobernador del estado, por haber organizado una escuela matutina de tipo “comunista” y dirigir un periódico “rutas nuevas” con artículos subversivos en el que participaban los alumnos, así mismo por haber pronunciado un discurso a los obreros el 1 de mayo de 1917.

En el año de 1932 laboró en el ramo educativo en el estado de Tamaulipas y en 1934 laboró en el estado de Durango, siendo promotor de la educación rural en los estados de Querétaro, Veracruz, Tabasco, director de escuelas en Nuevo León, Estado de México, Veracruz y director de escuelas rurales de Zacatecas, Hidalgo y Tamaulipas, siendo inspector general de escuelas normales rurales en toda la república, participando activamente en todos los movimientos magisteriales del país y se destacó por el apoyo y asesoramiento que siempre proporcionó en todo el país a campesinos sin tierra.

En el campo de las letras destacó como fundador de revistas estudiantiles en las escuelas en las que laboró, autor de gran número de ensayos sobre educación, siendo articulista en periódicos de Nuevo León, Michoacán, baja California, Tamaulipas, el Distrito Federal, Durango y en Coahuila, de los periódicos “La Opinión” y “El Siglo de Torreón”. Autor de libros de civismo, “La batalla por la Cultura”, “Disciplina, Democracia y Disciplina escolar”, “La enseñanza de la lectura y la escritura, “La religión y la escuela socialista”, “La escuela regional campesina y sus pobladores”, “La participación de los maestros en la revolución mexicana moderna”, “Matamoros ciudad lagunera”.

En el año de 1990 el 5 de agosto falleció el “maestro del normalismo” rural” y después de 29 años de su muerte, los normalistas rurales solicitaron al senado de la república para que sus restos los que descansan en Lerdo Durango ocuparan un lugar en la rotonda de los hombres ilustres, para que al fin tenga el reconocimiento que merece por su gran esfuerzo por lograr que la educación rural en México fuera una realidad y construyera la escuela cardenista.

Un personaje lagunero que destacó ampliamente en la actividad educativa, periodística, literaria y en todo lo concerniente a la cultura, es de quien hoy nos ocuparemos, el cual en todos los rincones de la República con sus conocimientos supo poner muy en alto a la Región Lagunera, por ser el mismo, un lagunero de pura cepa el que con la sólida preparación que tuvo en todas las instituciones educativas en que prestó sus servicios profesionales dejó constancia de la gente de La Laguna.

El señor profesor don José Santos Valdés García de León fue originario del rancho Camargo del municipio de Matamoros Coahuila, en donde nació el 1 de noviembre de 1905, sus padres fueron los señores don Pedro Valdés Rosales y Cristina García de León Arguijo, sus estudios de primaria los inició en la escuela rural de San Lorenzo en Parras de la Fuente Coahuila concluyéndolos en la escuela del Centenario en San Pedro de las Colonias Coahuila, ingresando con posterioridad a la escuela normal de Saltillo Coahuila, terminando su carrera de maestro normalista en el año de 1926.

Nuestro personaje lagunero de inmediato en el mismo año que se tituló fue designado como director de la escuela Superior “Talamantes” en Navojoa Sonora, para posteriormente ser inspector escolar de zona en el estado de Sonora, habiendo sido expulsado del estado de referencia por disposición del gobernador del estado, por haber organizado una escuela matutina de tipo “comunista” y dirigir un periódico “rutas nuevas” con artículos subversivos en el que participaban los alumnos, así mismo por haber pronunciado un discurso a los obreros el 1 de mayo de 1917.

En el año de 1932 laboró en el ramo educativo en el estado de Tamaulipas y en 1934 laboró en el estado de Durango, siendo promotor de la educación rural en los estados de Querétaro, Veracruz, Tabasco, director de escuelas en Nuevo León, Estado de México, Veracruz y director de escuelas rurales de Zacatecas, Hidalgo y Tamaulipas, siendo inspector general de escuelas normales rurales en toda la república, participando activamente en todos los movimientos magisteriales del país y se destacó por el apoyo y asesoramiento que siempre proporcionó en todo el país a campesinos sin tierra.

En el campo de las letras destacó como fundador de revistas estudiantiles en las escuelas en las que laboró, autor de gran número de ensayos sobre educación, siendo articulista en periódicos de Nuevo León, Michoacán, baja California, Tamaulipas, el Distrito Federal, Durango y en Coahuila, de los periódicos “La Opinión” y “El Siglo de Torreón”. Autor de libros de civismo, “La batalla por la Cultura”, “Disciplina, Democracia y Disciplina escolar”, “La enseñanza de la lectura y la escritura, “La religión y la escuela socialista”, “La escuela regional campesina y sus pobladores”, “La participación de los maestros en la revolución mexicana moderna”, “Matamoros ciudad lagunera”.

En el año de 1990 el 5 de agosto falleció el “maestro del normalismo” rural” y después de 29 años de su muerte, los normalistas rurales solicitaron al senado de la república para que sus restos los que descansan en Lerdo Durango ocuparan un lugar en la rotonda de los hombres ilustres, para que al fin tenga el reconocimiento que merece por su gran esfuerzo por lograr que la educación rural en México fuera una realidad y construyera la escuela cardenista.