/ sábado 29 de agosto de 2020

No tengas temor decir: estoy enfermo, ¡ora por mí!

Aquella mujer caminaba con dificultad, ciertamente no era tan mayor, pero lo hacía con dificultad, por más que le decían use un bordón, para que se apoye, su respuesta era: si no soy una invalida, todavía puedo caminar bien, no paso mucho tiempo que se cayó y se lastimo, duro unos meses en cama le pusieron una prótesis y al fin volvió a caminar pero con la consigna, utilice un andador, pero su ego era mucho, ¿yo, un andador? si ya estoy bien eso déjelo para otros, no paso mucho tiempo y volvió a caerse, y hora definitivamente tendría que estar por el resto de sus vida en silla de ruedas.

Estos casos suceden frecuentemente el orgullo, el temor, el miedo al qué dirán, el querer sentir y demostrar fortaleza ante los demás se cae en la trampa de no aceptar la condición en que se encuentra. En las iglesias existe un momento donde se reza o se ora por las peticiones por alguna causa, pero da la casualidad que dicen; pido oración por…y da el nombre y en voz baja dice: tiene cáncer pero que nadie sepa, si por favor. Ahora con el coronavirus algunas personas tienen todos los síntomas y piden oración por enfermedad, no quieren decir tengo coronavirus como si fuera vergonzoso decirlo. TIENEN TEMOR DECIR ESTOY ENFERMO.

Sentirse enfermo es una condición, que en alguna vez en la vida va a tener que pasar, no existe persona alguna que no padezca un leve resfriado o una enfermedad crónica, pero la vergüenza empieza en la mente de las personas por temor al rechazo de la sociedad, la enfermedad puede llevar a fatigarse y causar depresión, de tal modo que se puede hacer preguntas ¿pero porque yo? Si yo hago ejercicio, como saludable, y empieza una autocrítica destructiva en cuanto a su persona y en cuanto a Dios, ¿pero si voy a misa?, ¿voy al servicio dominical?, ¿le sirvo a Dios? ¿Por qué me esta pasando esto o porque le pasa a mi familia? Y comienza una lucha espiritual.

Al principio de esta pandemia, cuando todavía no había muertos en México, escribí lo siguiente: No todos vamos a salir bien librados ante esta situación, pero Jesucristo prometió estar en los momentos difíciles. En estos momentos ms de 60 000 mil hogares están enlutados, algunos no les han podido llorar a sus muertos, y algunas familias enteras se han contagiado la cual da tristeza y pena, enfermedades diversas causan estragos, en algunas ocasiones los médicos hacen su mayor esfuerzo y salen adelante y otros definitivamente es el tiempo de Dios.

No tengas temor decir me encuentro enfermo, ¡ORA POR MÍ! siempre existe una esperanza como el caso de Un principal, que es maravillosa y no le dio vergüenza decir que estaba enferma su hija: Entonces llegó uno de los líderes de la sinagoga local, llamado Jairo. Cuando vio a Jesús, CAYÓ A SUS PIES y le rogó con fervor: «Mi hijita se está muriendo —dijo—. Por favor, ven y pon tus manos sobre ella para que se sane y viva». Jesús fue con él, y toda la gente lo siguió, apretujada a su alrededor. Mientras él todavía hablaba con ella, llegaron mensajeros de la casa de Jairo, el líder de la sinagoga, y le dijeron: «Tu hija está muerta. Ya no tiene sentido molestar al Maestro». Jesús oyó lo que decían y le dijo a Jairo: «No tengas miedo. Solo ten fe». Jesús detuvo a la multitud y no dejó que nadie fuera con él excepto Pedro, Santiago y Juan (el hermano de Santiago). Cuando llegaron a la casa del líder de la sinagoga, Jesús vio el alboroto y que había muchos llantos y lamentos. Entró y preguntó: «¿Por qué tanto alboroto y llanto? La niña no está muerta; solo duerme». La gente se rió de él; pero él hizo que todos salieran y llevó al padre y a la madre de la muchacha y a sus tres discípulos a la habitación donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo: «Talita cum», que significa «¡Niña, levántate!». Entonces la niña, que tenía doce años, ¡enseguida se puso de pie y caminó! Los presentes quedaron conmovidos y totalmente asombrados. Jesús dio órdenes estrictas de que no le dijeran a nadie lo que había sucedido y entonces les dijo que le dieran de comer a la niña.

hotemadavid@hotmail.com

Un vistazo a la vida Diaria.

Aquella mujer caminaba con dificultad, ciertamente no era tan mayor, pero lo hacía con dificultad, por más que le decían use un bordón, para que se apoye, su respuesta era: si no soy una invalida, todavía puedo caminar bien, no paso mucho tiempo que se cayó y se lastimo, duro unos meses en cama le pusieron una prótesis y al fin volvió a caminar pero con la consigna, utilice un andador, pero su ego era mucho, ¿yo, un andador? si ya estoy bien eso déjelo para otros, no paso mucho tiempo y volvió a caerse, y hora definitivamente tendría que estar por el resto de sus vida en silla de ruedas.

Estos casos suceden frecuentemente el orgullo, el temor, el miedo al qué dirán, el querer sentir y demostrar fortaleza ante los demás se cae en la trampa de no aceptar la condición en que se encuentra. En las iglesias existe un momento donde se reza o se ora por las peticiones por alguna causa, pero da la casualidad que dicen; pido oración por…y da el nombre y en voz baja dice: tiene cáncer pero que nadie sepa, si por favor. Ahora con el coronavirus algunas personas tienen todos los síntomas y piden oración por enfermedad, no quieren decir tengo coronavirus como si fuera vergonzoso decirlo. TIENEN TEMOR DECIR ESTOY ENFERMO.

Sentirse enfermo es una condición, que en alguna vez en la vida va a tener que pasar, no existe persona alguna que no padezca un leve resfriado o una enfermedad crónica, pero la vergüenza empieza en la mente de las personas por temor al rechazo de la sociedad, la enfermedad puede llevar a fatigarse y causar depresión, de tal modo que se puede hacer preguntas ¿pero porque yo? Si yo hago ejercicio, como saludable, y empieza una autocrítica destructiva en cuanto a su persona y en cuanto a Dios, ¿pero si voy a misa?, ¿voy al servicio dominical?, ¿le sirvo a Dios? ¿Por qué me esta pasando esto o porque le pasa a mi familia? Y comienza una lucha espiritual.

Al principio de esta pandemia, cuando todavía no había muertos en México, escribí lo siguiente: No todos vamos a salir bien librados ante esta situación, pero Jesucristo prometió estar en los momentos difíciles. En estos momentos ms de 60 000 mil hogares están enlutados, algunos no les han podido llorar a sus muertos, y algunas familias enteras se han contagiado la cual da tristeza y pena, enfermedades diversas causan estragos, en algunas ocasiones los médicos hacen su mayor esfuerzo y salen adelante y otros definitivamente es el tiempo de Dios.

No tengas temor decir me encuentro enfermo, ¡ORA POR MÍ! siempre existe una esperanza como el caso de Un principal, que es maravillosa y no le dio vergüenza decir que estaba enferma su hija: Entonces llegó uno de los líderes de la sinagoga local, llamado Jairo. Cuando vio a Jesús, CAYÓ A SUS PIES y le rogó con fervor: «Mi hijita se está muriendo —dijo—. Por favor, ven y pon tus manos sobre ella para que se sane y viva». Jesús fue con él, y toda la gente lo siguió, apretujada a su alrededor. Mientras él todavía hablaba con ella, llegaron mensajeros de la casa de Jairo, el líder de la sinagoga, y le dijeron: «Tu hija está muerta. Ya no tiene sentido molestar al Maestro». Jesús oyó lo que decían y le dijo a Jairo: «No tengas miedo. Solo ten fe». Jesús detuvo a la multitud y no dejó que nadie fuera con él excepto Pedro, Santiago y Juan (el hermano de Santiago). Cuando llegaron a la casa del líder de la sinagoga, Jesús vio el alboroto y que había muchos llantos y lamentos. Entró y preguntó: «¿Por qué tanto alboroto y llanto? La niña no está muerta; solo duerme». La gente se rió de él; pero él hizo que todos salieran y llevó al padre y a la madre de la muchacha y a sus tres discípulos a la habitación donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo: «Talita cum», que significa «¡Niña, levántate!». Entonces la niña, que tenía doce años, ¡enseguida se puso de pie y caminó! Los presentes quedaron conmovidos y totalmente asombrados. Jesús dio órdenes estrictas de que no le dijeran a nadie lo que había sucedido y entonces les dijo que le dieran de comer a la niña.

hotemadavid@hotmail.com

Un vistazo a la vida Diaria.