/ viernes 25 de septiembre de 2020

Mahatma Gandhi, logró la soberanía de India, mediante la no violencia

Su nombre real, Mohandas Karamchand Gandhi; su título honorífico, Mahatma, que significa: “Alma Grande”, y por ello se le conoce a nivel mundial como “Mahatma Gandhi”. Nació en Porbandar, Kathiawar, en el extremo noroeste de la India, el 2 de octubre de 1869.

Su padre fue recaudador de rentas del pequeño principado en el que residían, y su madre fue una mujer profundamente creyente de una mezcla de religiones, entre hinduismo, musulmán y jain, influyendo éste último en la filosofía que practicara Gandhi el resto de su vida: la práctica de la no violencia que afecte a toda clase de seres vivos, incluyendo obviamente a los humanos.

Gandhi fue un adolescente retraído, silencioso y nada brillante en las escuelas donde estuvo inscrito, pero aun con ello su padre decidió enviarlo a Londres, para cursar estudios de abogacía, entre 1888 y 1891, donde descubrió la cultura Oriental a través de la Occidental, lo que le hizo despertar de su letargo intelectual.

En Londres comenzó a frecuentar a los teósofos, que lo iniciaron en la lectura clásica del Bhagavad Gita, (el que se compara con el Nuevo Testamento de la Biblia), y cuya obra llegó a considerar Gandhi “el libro por excelencia para el conocimiento de la verdad”. También entró en contacto con las enseñanzas de Jesucristo y leyó a León Tolstoi, encontrando en su conjunto una similitud con el respeto a la vida del ser humano.

Al termino de sus estudios regresó a su pueblo natal, encontrando a su familia desintegrada, pues su madre había muerto y ya no gozaban de la estabilidad económica de que gozaron por mucho tiempo. Fue contratado por una empresa musulmana que lo necesitaba en Durban, en Sudáfrica, y por ello se embarcó a dicho continente en 1893.

Allá estuvo en una larga etapa de su vida, y su mayor preocupación fue la liberación de la comunidad india en aquella lejana nación, donde fue dando forma a las tácticas de lucha que más tarde utilizaría en su país. Pero se inició primero con una política occidental, que luego modificó pues a partir de 1904, la actividad de Gandhi sufrió un cambio radical, tras de leer la crítica del capitalismo contenida en Unto This Last, de John Ruskin, al grado tal que modificó su estilo de vida.

Por lo anterior, pasó a llevar una sencilla existencia comunitaria en las afueras de Johannesburgo, donde fundó una comuna llamada Tolstoi. En esa época bosquejó la teoría del activismo no violento, que puso en práctica por primera vez al oponerse a la ley de registro en 1906, pues esta ley obligaba a todos los indios a inscribirse en un registro especial con sus huellas dactilares, pero Gandhi les ordenó a sus compatriotas que no se inscribieran, que comerciaran en las calles sin licencia y que quemaran sus tarjetas de registro frente a la mezquita de Johannesburgo.

Por lo anterior, al igual que muchos de sus seguidores, fue a parar a la cárcel varias veces; el movimiento de resistencia civil obtuvo varios éxitos parciales. Gandhi, que había abandonado las vestimentas europeas en señal de protesta, decidió abandonar definitivamente Sudáfrica con su mujer y sus hijos, a finales de 1914, al comprobar que todos los logros de la comunidad india se fueron perdieron poco a poco, ya que las autoridades de Sudáfrica se fueron endurecieron más en su política racista.

Antecedido por la fama de sus exitosas campañas en el extranjero, Gandhi llegó a la India en 1915, donde fue recibido como un héroe. Las masas de Bombay le tributaron un caluroso recibimiento, e incluso el gobernador inglés acudió a saludarlo, en tanto el poeta Rabindranath Tagore le dio la bienvenida en su Universidad Libre de Santiniketan.

Poco después fundó en la ciudad de Ahmedabad una comunidad casi monástica en la que estaban prohibidas las vestimentas extranjeras, las comidas con especias y la propiedad privada. Sus miembros se dedicaban únicamente a dos trabajos manuales, tales como la agricultura, para su sustento, y el tejido a mano, para procurarse el abrigo.

Fue allí que dio comienzo a una lucha que Gandhi habría de sostener durante toda su vida: la batalla contra las lacras del hinduismo y a favor de los intocables. Su entrada en la política se produjo hasta febrero de 1919, con la aprobación de la Ley Rowlatt, que establecía la censura y señalaba duras penas para cualquier sospechoso de terrorismo o sedición; eso le abrió los ojos acerca de las verdaderas intenciones de los imperialistas ingleses en la India.

Fue entonces que Gandhi encabezó la oposición a dicha ley. Organizó una campaña de propaganda a nivel nacional mediante la no violencia, que comenzó con una huelga general, misma que pronto se extendió a todo el país y las protestas se sucedieron en las principales ciudades, donde se registraron algunos focos de violencia pese a la insistencia del líder en de que las manifestaciones debían ser de carácter pacífico.

Cuando acudió a Delhi a apaciguar la población, Gandhi fue detenido. Días después, el 13 de abril de 1919, el brigadier general Dyer ordenaba disparar a sus gurkas sobre la multitud reunida en el Jallianwala Bagh de la ciudad de Amritsar. La dominación inglesa había mostrado su verdadero rostro sanguinario y brutal: casi cuatrocientas personas fueron asesinadas y otras miles heridas. Pero las autoridades británicas se vieron obligadas a reconsiderar sus tácticas y la llamada Ley Rowlatt no pudo entrar en vigor.

Quiso ganar también la cooperación de los mahometanos, a fin de integrar un frente común de la India unida, en contra del imperialismo de la Gran Bretaña, y los musulmanes le dieron su apoyo a cambio de reconocer un califato que comprendían varios territorios del Noroeste de India, que posteriormente se convertiría en la república de Pakistán.

Complementando el boicot económico emprendido contra Inglaterra, Gandhi y su gente independizaron los telares caseros en 1921, y a partir de esa fecha su vida fue dedicada a romper el yugo británico, así como elevar el espíritu y el nivel moral de sus compatriotas. Fue entonces que obtuvo mayor popularidad y también fue la época en que se le otorgó el título de Mahatma, que significa “Alma Grande”.

Algunos de sus seguidores, sin tomar en cuenta los principios que recomendaba, causaron conflicto en 1922, motivo por el cual él fue tomado preso y puesto en libertad hasta dos años más tarde, pero las medidas impositivas de los ingleses lo hicieron volver de nuevo a la escena púbica, afirmándose en su manejo político la “desobediencia civil” para expresar su inconformidad a las leyes que gravaban la sal, por medio de la llamada “Marcha al mar”, y por causa de ello volvió a ser encarcelado.

Al obtener su libertad en 1931 logró que se firmara el Pacto de Delhi y ese mismo año asistió como delegado, pero sin éxito, a la II Conferencia de Mesa Redonda celebrada en Londres, para el establecimiento en el país de un gobierno constitucional. Vuelto a su patria, Gandhi vivió durante algunos años apartado de la política, pero dedicado a su apasionada atención a los problemas sociales, especialmente en lo concerniente a la marginada casta de los «intocables».

Reapareció en la escena política en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, y con indómita constancia continuó abogando por aquellos ideales de cuya fe nunca se apartó.

La independencia de la Unión India y Pakistán se dio el 15 de agosto de 1947, tratando siempre de evitar los sangrientos choques entre hindúes y mahometanos. Sin embargo, un año más tarde (30 de enero de 1948), Mahatma Gandhi fue muerto en Delhi por la bala de un revólver accionado por un fanático hindú, el que no aceptaba la separación de Pakistán de India.

No obstante, Gandhi logró su ideal de rescatar a la India del yugo de Reino Unido, gracias a su incomparable personalidad, sagacidad política, integridad, ascetismo y profunda religiosidad.


¡Hasta la próxima!

Su nombre real, Mohandas Karamchand Gandhi; su título honorífico, Mahatma, que significa: “Alma Grande”, y por ello se le conoce a nivel mundial como “Mahatma Gandhi”. Nació en Porbandar, Kathiawar, en el extremo noroeste de la India, el 2 de octubre de 1869.

Su padre fue recaudador de rentas del pequeño principado en el que residían, y su madre fue una mujer profundamente creyente de una mezcla de religiones, entre hinduismo, musulmán y jain, influyendo éste último en la filosofía que practicara Gandhi el resto de su vida: la práctica de la no violencia que afecte a toda clase de seres vivos, incluyendo obviamente a los humanos.

Gandhi fue un adolescente retraído, silencioso y nada brillante en las escuelas donde estuvo inscrito, pero aun con ello su padre decidió enviarlo a Londres, para cursar estudios de abogacía, entre 1888 y 1891, donde descubrió la cultura Oriental a través de la Occidental, lo que le hizo despertar de su letargo intelectual.

En Londres comenzó a frecuentar a los teósofos, que lo iniciaron en la lectura clásica del Bhagavad Gita, (el que se compara con el Nuevo Testamento de la Biblia), y cuya obra llegó a considerar Gandhi “el libro por excelencia para el conocimiento de la verdad”. También entró en contacto con las enseñanzas de Jesucristo y leyó a León Tolstoi, encontrando en su conjunto una similitud con el respeto a la vida del ser humano.

Al termino de sus estudios regresó a su pueblo natal, encontrando a su familia desintegrada, pues su madre había muerto y ya no gozaban de la estabilidad económica de que gozaron por mucho tiempo. Fue contratado por una empresa musulmana que lo necesitaba en Durban, en Sudáfrica, y por ello se embarcó a dicho continente en 1893.

Allá estuvo en una larga etapa de su vida, y su mayor preocupación fue la liberación de la comunidad india en aquella lejana nación, donde fue dando forma a las tácticas de lucha que más tarde utilizaría en su país. Pero se inició primero con una política occidental, que luego modificó pues a partir de 1904, la actividad de Gandhi sufrió un cambio radical, tras de leer la crítica del capitalismo contenida en Unto This Last, de John Ruskin, al grado tal que modificó su estilo de vida.

Por lo anterior, pasó a llevar una sencilla existencia comunitaria en las afueras de Johannesburgo, donde fundó una comuna llamada Tolstoi. En esa época bosquejó la teoría del activismo no violento, que puso en práctica por primera vez al oponerse a la ley de registro en 1906, pues esta ley obligaba a todos los indios a inscribirse en un registro especial con sus huellas dactilares, pero Gandhi les ordenó a sus compatriotas que no se inscribieran, que comerciaran en las calles sin licencia y que quemaran sus tarjetas de registro frente a la mezquita de Johannesburgo.

Por lo anterior, al igual que muchos de sus seguidores, fue a parar a la cárcel varias veces; el movimiento de resistencia civil obtuvo varios éxitos parciales. Gandhi, que había abandonado las vestimentas europeas en señal de protesta, decidió abandonar definitivamente Sudáfrica con su mujer y sus hijos, a finales de 1914, al comprobar que todos los logros de la comunidad india se fueron perdieron poco a poco, ya que las autoridades de Sudáfrica se fueron endurecieron más en su política racista.

Antecedido por la fama de sus exitosas campañas en el extranjero, Gandhi llegó a la India en 1915, donde fue recibido como un héroe. Las masas de Bombay le tributaron un caluroso recibimiento, e incluso el gobernador inglés acudió a saludarlo, en tanto el poeta Rabindranath Tagore le dio la bienvenida en su Universidad Libre de Santiniketan.

Poco después fundó en la ciudad de Ahmedabad una comunidad casi monástica en la que estaban prohibidas las vestimentas extranjeras, las comidas con especias y la propiedad privada. Sus miembros se dedicaban únicamente a dos trabajos manuales, tales como la agricultura, para su sustento, y el tejido a mano, para procurarse el abrigo.

Fue allí que dio comienzo a una lucha que Gandhi habría de sostener durante toda su vida: la batalla contra las lacras del hinduismo y a favor de los intocables. Su entrada en la política se produjo hasta febrero de 1919, con la aprobación de la Ley Rowlatt, que establecía la censura y señalaba duras penas para cualquier sospechoso de terrorismo o sedición; eso le abrió los ojos acerca de las verdaderas intenciones de los imperialistas ingleses en la India.

Fue entonces que Gandhi encabezó la oposición a dicha ley. Organizó una campaña de propaganda a nivel nacional mediante la no violencia, que comenzó con una huelga general, misma que pronto se extendió a todo el país y las protestas se sucedieron en las principales ciudades, donde se registraron algunos focos de violencia pese a la insistencia del líder en de que las manifestaciones debían ser de carácter pacífico.

Cuando acudió a Delhi a apaciguar la población, Gandhi fue detenido. Días después, el 13 de abril de 1919, el brigadier general Dyer ordenaba disparar a sus gurkas sobre la multitud reunida en el Jallianwala Bagh de la ciudad de Amritsar. La dominación inglesa había mostrado su verdadero rostro sanguinario y brutal: casi cuatrocientas personas fueron asesinadas y otras miles heridas. Pero las autoridades británicas se vieron obligadas a reconsiderar sus tácticas y la llamada Ley Rowlatt no pudo entrar en vigor.

Quiso ganar también la cooperación de los mahometanos, a fin de integrar un frente común de la India unida, en contra del imperialismo de la Gran Bretaña, y los musulmanes le dieron su apoyo a cambio de reconocer un califato que comprendían varios territorios del Noroeste de India, que posteriormente se convertiría en la república de Pakistán.

Complementando el boicot económico emprendido contra Inglaterra, Gandhi y su gente independizaron los telares caseros en 1921, y a partir de esa fecha su vida fue dedicada a romper el yugo británico, así como elevar el espíritu y el nivel moral de sus compatriotas. Fue entonces que obtuvo mayor popularidad y también fue la época en que se le otorgó el título de Mahatma, que significa “Alma Grande”.

Algunos de sus seguidores, sin tomar en cuenta los principios que recomendaba, causaron conflicto en 1922, motivo por el cual él fue tomado preso y puesto en libertad hasta dos años más tarde, pero las medidas impositivas de los ingleses lo hicieron volver de nuevo a la escena púbica, afirmándose en su manejo político la “desobediencia civil” para expresar su inconformidad a las leyes que gravaban la sal, por medio de la llamada “Marcha al mar”, y por causa de ello volvió a ser encarcelado.

Al obtener su libertad en 1931 logró que se firmara el Pacto de Delhi y ese mismo año asistió como delegado, pero sin éxito, a la II Conferencia de Mesa Redonda celebrada en Londres, para el establecimiento en el país de un gobierno constitucional. Vuelto a su patria, Gandhi vivió durante algunos años apartado de la política, pero dedicado a su apasionada atención a los problemas sociales, especialmente en lo concerniente a la marginada casta de los «intocables».

Reapareció en la escena política en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, y con indómita constancia continuó abogando por aquellos ideales de cuya fe nunca se apartó.

La independencia de la Unión India y Pakistán se dio el 15 de agosto de 1947, tratando siempre de evitar los sangrientos choques entre hindúes y mahometanos. Sin embargo, un año más tarde (30 de enero de 1948), Mahatma Gandhi fue muerto en Delhi por la bala de un revólver accionado por un fanático hindú, el que no aceptaba la separación de Pakistán de India.

No obstante, Gandhi logró su ideal de rescatar a la India del yugo de Reino Unido, gracias a su incomparable personalidad, sagacidad política, integridad, ascetismo y profunda religiosidad.


¡Hasta la próxima!