/ miércoles 12 de agosto de 2020

Los teleféricos culturales

El Teleférico de Torreón reanudó actividades luego de cumplir con todos los protocolos de seguridad técnica y de salud establecidos por la pandemia del Covid-19. Me llamó la atención que la revisión de protocolos a cargo de autoridades estatales y locales, la semana pasada, se llevó a cabo con periodistas y autoridades presentes; se cumplieron varios factores con esta presentación, se dio credibilidad a las medidas tomadas por el transporte turístico-cultural de la ciudad y se promocionó al sitio más visitado del estado de Coahuila con una actividad sencilla, pero necesaria en una sociedad estremecida por demasiados hechos negativos en este 2020 marcado por la adversidad.

Nadie en el equipo de Verónica Soto, directora del Teleférico Cristo de las Noas, se fue a casa cuando se suspendieron las actividades del transporte turístico hace 5 meses, se pusieron a trabajar en la revisión e implementación de protocolos en una pandemia que cada día cambia de rumbo y exige nuevas formas de enfrentarlo, prueba y error.

Por lo mismo me llamó la atención en estos meses que se continuaron los trabajos de intervención en la parte del cerro de las Noas para seguir con el plan maestro de un complejo cultural y turístico que se agrega como destino, al santuario del Cristo de las Noas y el conjunto de capillas que recuerdan la vida de Jesucristo.

El teleférico de nuestra ciudad se sumó hace pocos años a una lista corta pero muy atractiva, de teleféricos y funiculares en el país, desde el legendario y bellísimo viaje del cerro de la Bufa al cerro del Grillo en Zacatecas, la ciudad de la plata, hasta teleféricos utilitarios, usados como transporte público en zonas de difícil acceso para el transporte público en zonas conurbadas de la CdMx como el de La Cañada, en Ecatepec EdoMex, que va de Santa Clara a La Cañada y conocido como mexicable y ejemplo de otros que se piensa construir en Cuautepec e Iztapalapa en la misma zona.

Al público le atrae ver las ciudades desde las alturas, cuando se trata de lugares como Zacatecas y Taxco, Guerrero, o Pueblos Mágicos como Orizaba, Veracruz, el atractivo aumenta y cuando en su cumbre se cuenta con actividades culturales y turísticas institucionales o meramente ciudadanas, el teleférico o funicular -como el de Guanajuato capital- se vuelve más atractivo. Esto sucede en el teleférico del centro histórico de Durango y el de Torreón.

En el cerro de las Noas se han celebrado ya festivales de música, de artesanos, de la reliquia anual de San Judas Tadeo, de danzas de conquista y es un punto de reunión para los estudiantes de escuelas primarias de la región. También se tiene planeado construir un Museo de la Revolución en ese sitio con el apoyo del gobernador de Coahuila Miguel Ángel Riquelme Solís.

Mi optimismo no es gratuito, un teleférico como el de Torreón cumple muchas funciones y no solo políticas como se entiende la vida política convencionalmente, está en el centro mismo de la ciudad, un centro abandonado, anacrónico para muchos, pero que puede tener en el transporte una palanca para su reactivación como centro comercial.

En sí el transporte cumple una función turística importante, como sucede en las Grutas de Garcñia, Nuevo León, el impresionante de Chihuahua que va de la estación del tren de Chihuahua al Pacífico, de Divisidadero Barrancas a Mesa Bacajipare para admirar las barrancas del Cobre, Urique y Tararecua o el de Puebla; por eso se tienen planes para otros teleféricos en Chapultepec, CdMx y otros barrios del Estado de México.

Todo con calma, creo que la prudencia debe gobernar en esta momento de la pandemia, cuando apenas estamos por llegar al momento más crítico de los contagios y muertes por Covid-19 en Coahuila.

Ya vendrán tiempos mejores.

@Angel Reyna

androli@yahoo.com.mx

El Teleférico de Torreón reanudó actividades luego de cumplir con todos los protocolos de seguridad técnica y de salud establecidos por la pandemia del Covid-19. Me llamó la atención que la revisión de protocolos a cargo de autoridades estatales y locales, la semana pasada, se llevó a cabo con periodistas y autoridades presentes; se cumplieron varios factores con esta presentación, se dio credibilidad a las medidas tomadas por el transporte turístico-cultural de la ciudad y se promocionó al sitio más visitado del estado de Coahuila con una actividad sencilla, pero necesaria en una sociedad estremecida por demasiados hechos negativos en este 2020 marcado por la adversidad.

Nadie en el equipo de Verónica Soto, directora del Teleférico Cristo de las Noas, se fue a casa cuando se suspendieron las actividades del transporte turístico hace 5 meses, se pusieron a trabajar en la revisión e implementación de protocolos en una pandemia que cada día cambia de rumbo y exige nuevas formas de enfrentarlo, prueba y error.

Por lo mismo me llamó la atención en estos meses que se continuaron los trabajos de intervención en la parte del cerro de las Noas para seguir con el plan maestro de un complejo cultural y turístico que se agrega como destino, al santuario del Cristo de las Noas y el conjunto de capillas que recuerdan la vida de Jesucristo.

El teleférico de nuestra ciudad se sumó hace pocos años a una lista corta pero muy atractiva, de teleféricos y funiculares en el país, desde el legendario y bellísimo viaje del cerro de la Bufa al cerro del Grillo en Zacatecas, la ciudad de la plata, hasta teleféricos utilitarios, usados como transporte público en zonas de difícil acceso para el transporte público en zonas conurbadas de la CdMx como el de La Cañada, en Ecatepec EdoMex, que va de Santa Clara a La Cañada y conocido como mexicable y ejemplo de otros que se piensa construir en Cuautepec e Iztapalapa en la misma zona.

Al público le atrae ver las ciudades desde las alturas, cuando se trata de lugares como Zacatecas y Taxco, Guerrero, o Pueblos Mágicos como Orizaba, Veracruz, el atractivo aumenta y cuando en su cumbre se cuenta con actividades culturales y turísticas institucionales o meramente ciudadanas, el teleférico o funicular -como el de Guanajuato capital- se vuelve más atractivo. Esto sucede en el teleférico del centro histórico de Durango y el de Torreón.

En el cerro de las Noas se han celebrado ya festivales de música, de artesanos, de la reliquia anual de San Judas Tadeo, de danzas de conquista y es un punto de reunión para los estudiantes de escuelas primarias de la región. También se tiene planeado construir un Museo de la Revolución en ese sitio con el apoyo del gobernador de Coahuila Miguel Ángel Riquelme Solís.

Mi optimismo no es gratuito, un teleférico como el de Torreón cumple muchas funciones y no solo políticas como se entiende la vida política convencionalmente, está en el centro mismo de la ciudad, un centro abandonado, anacrónico para muchos, pero que puede tener en el transporte una palanca para su reactivación como centro comercial.

En sí el transporte cumple una función turística importante, como sucede en las Grutas de Garcñia, Nuevo León, el impresionante de Chihuahua que va de la estación del tren de Chihuahua al Pacífico, de Divisidadero Barrancas a Mesa Bacajipare para admirar las barrancas del Cobre, Urique y Tararecua o el de Puebla; por eso se tienen planes para otros teleféricos en Chapultepec, CdMx y otros barrios del Estado de México.

Todo con calma, creo que la prudencia debe gobernar en esta momento de la pandemia, cuando apenas estamos por llegar al momento más crítico de los contagios y muertes por Covid-19 en Coahuila.

Ya vendrán tiempos mejores.

@Angel Reyna

androli@yahoo.com.mx