/ viernes 9 de octubre de 2020

Lic. Raymundo De la Cruz López

Continuando con las semblanzas de grandes educadores de la juventud lagunera, nos corresponde en esta ocasión dar a conocer a un gran personaje lagunero que destacó no solo en la formación de jóvenes estudiantes de la región, sino que también destacó a nivel nacional por sus extraordinarias dotes de declamador, orador, y ser autor de varios libros de poesía que contenían poemas de su propia inspiración, así como de diversa temática, sobre todo con un contenido de la etapa histórica de la revolución, lo que le valió que fuera reconocido y felicitado por varios presidentes de la república que conocieron su meritoria obra literaria.

El personaje lagunero a quien hoy dedicaremos estas líneas fue originario de la capital del estado, es decir, Saltillo, Coahuila, en donde nació un 14 de marzo de 1921 siendo sus padres don Baltazar de la Cruz Reyes y doña María Cayetana López, habiendo realizado sus estudios de primaria en la Escuela anexa a la normal y en la escuela Justo Sierra o Escuela número tres de Saltillo, sus estudios de secundaria y preparatoria en el Ateneo Fuente, cursando su carrera profesional de licenciado en Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México titulándose profesionalmente en el año de 1943.

Estudiando la carrera de derecho nuestro personaje estudió como locutor de radio, obteniendo su licencia como tal en 1942, habiendo intervenido en programas de la hora nacional. En su ciudad de origen fue agente del ministerio público y juez letrado, una vez que se trasladó a nuestra gran ciudad esto en el año de 1955 continuó laborando para la entonces procuraduría general de justicia del estado como agente del ministerio público, ingresando en el año de 1957 como catedrático a la entonces secundaria y preparatoria “Venustiano Carranza” en donde impartió las cátedras de Historia de México, Literatura, Problemas Políticos y Sociales de México y dando cursos del arte de la oratoria.

En el año de 1962 fue designado como director de la ya para ese entonces reconocida “PVC” durando en su encargo hasta el año de 1965, logrando durante su gestión que el alumnado fuera reconocido como destacados oradores y declamadores, al igual que en el deporte, banda de guerra y escoltas, su labor literaria fue basta, al publicar los libros: “13 poemas del pueblo”, ”Nupcial”, “Así era mi madre” ”bajo el signo de México””Ateneo rumbo infinito” “corridos y voces del pueblo””Poemas de la revolución”, siendo declamador oficial en la ceremonia del 26 de marzo por la promulgación del Plan de Guadalupe” declamando “las cuatro veinte”.

De igual manera fue maestro del colegio mijares, de la entonces escuela de comercio y administración hoy facultad de comercio de la U. A. de C. en donde impartió la materia de “Técnica de la disertación” al igual que del CECYT de ciudad Lerdo Durango. Como es de advertirse una vida fecunda y ejemplificativa la de nuestro personaje quien falleciera en esta gran ciudad el 3 de enero de 2001, siendo hasta la fecha recordado por todos los que fuimos sus alumnos.

Continuando con las semblanzas de grandes educadores de la juventud lagunera, nos corresponde en esta ocasión dar a conocer a un gran personaje lagunero que destacó no solo en la formación de jóvenes estudiantes de la región, sino que también destacó a nivel nacional por sus extraordinarias dotes de declamador, orador, y ser autor de varios libros de poesía que contenían poemas de su propia inspiración, así como de diversa temática, sobre todo con un contenido de la etapa histórica de la revolución, lo que le valió que fuera reconocido y felicitado por varios presidentes de la república que conocieron su meritoria obra literaria.

El personaje lagunero a quien hoy dedicaremos estas líneas fue originario de la capital del estado, es decir, Saltillo, Coahuila, en donde nació un 14 de marzo de 1921 siendo sus padres don Baltazar de la Cruz Reyes y doña María Cayetana López, habiendo realizado sus estudios de primaria en la Escuela anexa a la normal y en la escuela Justo Sierra o Escuela número tres de Saltillo, sus estudios de secundaria y preparatoria en el Ateneo Fuente, cursando su carrera profesional de licenciado en Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México titulándose profesionalmente en el año de 1943.

Estudiando la carrera de derecho nuestro personaje estudió como locutor de radio, obteniendo su licencia como tal en 1942, habiendo intervenido en programas de la hora nacional. En su ciudad de origen fue agente del ministerio público y juez letrado, una vez que se trasladó a nuestra gran ciudad esto en el año de 1955 continuó laborando para la entonces procuraduría general de justicia del estado como agente del ministerio público, ingresando en el año de 1957 como catedrático a la entonces secundaria y preparatoria “Venustiano Carranza” en donde impartió las cátedras de Historia de México, Literatura, Problemas Políticos y Sociales de México y dando cursos del arte de la oratoria.

En el año de 1962 fue designado como director de la ya para ese entonces reconocida “PVC” durando en su encargo hasta el año de 1965, logrando durante su gestión que el alumnado fuera reconocido como destacados oradores y declamadores, al igual que en el deporte, banda de guerra y escoltas, su labor literaria fue basta, al publicar los libros: “13 poemas del pueblo”, ”Nupcial”, “Así era mi madre” ”bajo el signo de México””Ateneo rumbo infinito” “corridos y voces del pueblo””Poemas de la revolución”, siendo declamador oficial en la ceremonia del 26 de marzo por la promulgación del Plan de Guadalupe” declamando “las cuatro veinte”.

De igual manera fue maestro del colegio mijares, de la entonces escuela de comercio y administración hoy facultad de comercio de la U. A. de C. en donde impartió la materia de “Técnica de la disertación” al igual que del CECYT de ciudad Lerdo Durango. Como es de advertirse una vida fecunda y ejemplificativa la de nuestro personaje quien falleciera en esta gran ciudad el 3 de enero de 2001, siendo hasta la fecha recordado por todos los que fuimos sus alumnos.