/ lunes 25 de mayo de 2020

Libertad de expresión en México

México, al igual que muchos países del mundo, ha reconocido los derechos fundamentales tutelados jurídicamente, entre ellos el de libertad de expresión, “un elemento crítico para la democracia, el desarrollo y el diálogo”, señala la UNESCO, “la Agencia de las Naciones Unidas con el mandato especializado de promover la libertad de expresión y sus corolarios, la libertad de prensa y la libertad de información”.

En el sexenio pasado, con Enrique Peña Nieto como presidente de México, 47 periodistas fueron asesinados. Artículo 19, la organización civil que defiende la libertad de expresión documentó en los seis años del peñismo agresiones contra 2 mil 502 periodistas y medios de comunicación, un 129 por ciento al alza en comparación con el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.

En esa administración, la libertad de expresión en México fue objeto de opiniones emitidas por personalidades que han trabajado en pro de la paz mundial. La paquistaní Malala Yousafzai, ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2014, dijo en septiembre de 2017 que se sentía "muy decepcionada" por la situación de los derechos humanos en México y, especialmente, por lo que ella considera una "negación" de la libertad de expresión.

Emmanuel Carrère, el periodista que ha sido considerado “heredero de Michel de Montaigne y de Jean-Jacques Rousseau”, fue otro famoso que en aquel año lamentó los ataques a la libre expresión, y dijo sentirse "atribulado por la situación de los periodistas en México”.

Andrés Manuel López Obrador ha dicho en repetidas ocasiones que su gobierno respeta el derecho a disentir, así como la libertad de expresión de la ciudadanía y de los periodistas, algunos de los cuales disienten de su discurso al señalar que el jefe del Ejecutivo Federal golpea cada día la libertad de expresión.

“Es muy preocupante porque nunca habíamos visto a un jefe de Estado utilizar su tribuna y su espacio de poder para atacar abiertamente a la prensa, los columnistas, los comunicadores con la idea de sacrificarlos” declaró la periodista Beatriz Pagés Rebollar en entrevista a En Contacto, en la que también señaló que dichos ataques constituyen “un golpe a la libertad de expresión”.

Carlos Loret de Mola, crítico tenaz de la actual administración, señala en un texto de opinión lo siguiente: “El gobierno que más respeta la libertad de expresión ataca todos los días a medios y periodistas”.

Mi opinión es que sí existe respeto a la libertad de expresión en la actual administración, pero los periodistas de nuestro país no están acostumbrados a que un presidente defienda sus ideas, proyectos, acciones y declaraciones, como lo hace López Obrador en “las mañaneras”.

Tampoco desconozco las informaciones que han presentado los medios de comunicación sobre el número de periodistas asesinados durante el actual sexenio, ni lo que las organizaciones defensoras de la libertad de prensa han señalado en el sentido de que México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.

Lo importante es que el tema está atendiéndose, no sé si de la mejor manera, pero hay acciones de gobierno para acabar con la violencia en contra de los comunicadores de nuestro país, un compromiso que el gobierno de México ha hecho frente a la UNESCO y a los periodistas “que merecen todo nuestro respeto, apoyo y esfuerzo para salvaguardar su libertad y derecho a trabajar libremente”, expresó el 7 de noviembre de 2019 Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia de la República.

Esperemos que estas acciones sean reales, fructifiquen y contribuyan a la conservación y fortalecimiento de las conquistas de la humanidad en materia de libertad de expresión, un derecho plasmado en varios instrumentos internacionales, entre ellos los siguientes: la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789; (numerales 10o. y 11o.); la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (artículo 19); la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 13); la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (artículo 4); la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión; el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (artículo 19).

El aporte de México es valioso en materia de libertad de expresión, consagrada en los artículos 6° y 7° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en Decisiones Relevantes de la SCJN (Serie 68).

Para proteger y conservar estas conquistas es necesario que las autoridades de los tres niveles de gobierno redoblen esfuerzos y realicen acciones a fondo para acabar con los hostigamientos, malos tratos e intimidaciones contra los periodistas. La UNESCO ha dicho, con absoluta razón, que “el periodismo es el oxígeno de la democracia, y el asesinato de periodistas es la peor forma de censura”.

Twitter: @armayacastro

México, al igual que muchos países del mundo, ha reconocido los derechos fundamentales tutelados jurídicamente, entre ellos el de libertad de expresión, “un elemento crítico para la democracia, el desarrollo y el diálogo”, señala la UNESCO, “la Agencia de las Naciones Unidas con el mandato especializado de promover la libertad de expresión y sus corolarios, la libertad de prensa y la libertad de información”.

En el sexenio pasado, con Enrique Peña Nieto como presidente de México, 47 periodistas fueron asesinados. Artículo 19, la organización civil que defiende la libertad de expresión documentó en los seis años del peñismo agresiones contra 2 mil 502 periodistas y medios de comunicación, un 129 por ciento al alza en comparación con el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.

En esa administración, la libertad de expresión en México fue objeto de opiniones emitidas por personalidades que han trabajado en pro de la paz mundial. La paquistaní Malala Yousafzai, ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2014, dijo en septiembre de 2017 que se sentía "muy decepcionada" por la situación de los derechos humanos en México y, especialmente, por lo que ella considera una "negación" de la libertad de expresión.

Emmanuel Carrère, el periodista que ha sido considerado “heredero de Michel de Montaigne y de Jean-Jacques Rousseau”, fue otro famoso que en aquel año lamentó los ataques a la libre expresión, y dijo sentirse "atribulado por la situación de los periodistas en México”.

Andrés Manuel López Obrador ha dicho en repetidas ocasiones que su gobierno respeta el derecho a disentir, así como la libertad de expresión de la ciudadanía y de los periodistas, algunos de los cuales disienten de su discurso al señalar que el jefe del Ejecutivo Federal golpea cada día la libertad de expresión.

“Es muy preocupante porque nunca habíamos visto a un jefe de Estado utilizar su tribuna y su espacio de poder para atacar abiertamente a la prensa, los columnistas, los comunicadores con la idea de sacrificarlos” declaró la periodista Beatriz Pagés Rebollar en entrevista a En Contacto, en la que también señaló que dichos ataques constituyen “un golpe a la libertad de expresión”.

Carlos Loret de Mola, crítico tenaz de la actual administración, señala en un texto de opinión lo siguiente: “El gobierno que más respeta la libertad de expresión ataca todos los días a medios y periodistas”.

Mi opinión es que sí existe respeto a la libertad de expresión en la actual administración, pero los periodistas de nuestro país no están acostumbrados a que un presidente defienda sus ideas, proyectos, acciones y declaraciones, como lo hace López Obrador en “las mañaneras”.

Tampoco desconozco las informaciones que han presentado los medios de comunicación sobre el número de periodistas asesinados durante el actual sexenio, ni lo que las organizaciones defensoras de la libertad de prensa han señalado en el sentido de que México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.

Lo importante es que el tema está atendiéndose, no sé si de la mejor manera, pero hay acciones de gobierno para acabar con la violencia en contra de los comunicadores de nuestro país, un compromiso que el gobierno de México ha hecho frente a la UNESCO y a los periodistas “que merecen todo nuestro respeto, apoyo y esfuerzo para salvaguardar su libertad y derecho a trabajar libremente”, expresó el 7 de noviembre de 2019 Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia de la República.

Esperemos que estas acciones sean reales, fructifiquen y contribuyan a la conservación y fortalecimiento de las conquistas de la humanidad en materia de libertad de expresión, un derecho plasmado en varios instrumentos internacionales, entre ellos los siguientes: la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789; (numerales 10o. y 11o.); la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (artículo 19); la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 13); la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (artículo 4); la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión; el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (artículo 19).

El aporte de México es valioso en materia de libertad de expresión, consagrada en los artículos 6° y 7° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en Decisiones Relevantes de la SCJN (Serie 68).

Para proteger y conservar estas conquistas es necesario que las autoridades de los tres niveles de gobierno redoblen esfuerzos y realicen acciones a fondo para acabar con los hostigamientos, malos tratos e intimidaciones contra los periodistas. La UNESCO ha dicho, con absoluta razón, que “el periodismo es el oxígeno de la democracia, y el asesinato de periodistas es la peor forma de censura”.

Twitter: @armayacastro