/ viernes 24 de julio de 2020

Las tlayudas callejeras las mejores

El triunfo de la tlayuda de Oaxaca como la mejor comida callejera de Latinoamérica, según los votantes del concurso organizado por la plataforma Netflix, subraya la importancia que tiene la comida en el turismo no solo internacional, nacional y local. Los viajeros visitan Morelia por muchas razones, una de ellas es la posibilidad de tomar chocolate en las noches frescas de Michoacán, otras es cenar en los portales de San Agustín; en Oaxaca es comer tlayudas en el centro, o tomar chocolate con pan dulce por ejemplo.

Dos ejemplos muy sencillos, hay turismo para todo, pero el turismo gastronómico, y en especial el que busca la comida típica de cada lugar, es importante al momento de hacer cuentas en cada región.

Netflix realizó seis programas, uno para cada Street Food elegida de Latinoamérica, la votación la organizó por llaves, y la tlayuda llegó a la final con el choripan de Buenos Aires, Argentina y el ceviche de Lima, Perú. Más del 46 por ciento de los votos del público fueron para la exquisita tortilla ligeramente tostada con manteca, frijoles, col, quesillo de Oaxaca, pollo, tasajo o cerdo encima.

Por cuestiones de geografía, historia, climas y otros factores, el sur, sureste, occidente y centro del país tienen una gran tradición culinaria, una herencia cultural impresionante que nos apabulla. Pero Coahuila tiene su carne asada, cada día enriquecida con más y más ocurrencias de la raza los fines de semana; en La Laguna contamos con los lonches de carne de puerco, de adobada, de aguacate, mixtos, de pollo, de queso blanco. En Viesca cuentan con unos panes deliciosos, muy dulces, llamados Mamones, en Parras están las campechanas y los dulces de leche, en Saltillo el inmemorable Pan de Pulque y en todo el estado la citada carne asada., el menudo y la reliquia.

Miguel Ángel Riquelme Solís gobernador de Coahuuila, es un comensal cotidiano de las mejores mesas de comida popular en Coahuila y un promotor del turismo gastronómico a través de la Secretaría de Turismo y Desarrollo de Pueblos Mágicos, el impulso que se ha dado a las cocineras tradicionales de diversas partes de la entidad es importante y se ha impulsado también ideas nuevas como el Festival del Tamal y el Vino en Parras y el festival gastronómico que se realizó en marzo pasado en las dunas de yeso de Cuatro Ciénegas.

En todo el mundo hay comida deliciosa y la mejor es la callejera, los programas televisivos sobre el tema nunca se quedan sin tema por tratar, viaje que realizar o comentario por hacer; pero cada rincón del mundo tiene un sello, algo que le distingue, y la tlayuda es fiel reflejo de la comida barroca de los valles centrales de Oaxaca y de otras regiones como el Istmo de Tehuantepec. Definitivamente no es comida para una sola persona, es una comida comunitaria, que se comparte -o se empacha uno- y se disfruta en comunidad.

He comido tlayudas en los restaurantes de los portales en el centro de la ciudad de Oaxaca, en Monterrey, Nuevo León, en ferias de artesanías en Guanajuato , siempre es un platillo que se agradece, se disfruta y se busca porque refleja muchas cosas populares de nuestro pueblo. Fue mi autoregalo el pasado Día de mi Santo y un platillo se recomienda por las cocineras tradicionales.

No es poca cosa este triunfo mediático en el concurso donde intervinieron el gobernador de Oaxaca, Alejandro Mourat, artistas del estado, el embajador de la Unión Americana Christopher Landau que promocionaron a las tlayudas frente a comidas callejeras de Colombia, Perú, Bolivia o Brasil. Es un reconocimiento del mismo público que ve Netflix, hacia la comida mexicana, Patrimonio de la Humanidad.

El triunfo de la tlayuda de Oaxaca como la mejor comida callejera de Latinoamérica, según los votantes del concurso organizado por la plataforma Netflix, subraya la importancia que tiene la comida en el turismo no solo internacional, nacional y local. Los viajeros visitan Morelia por muchas razones, una de ellas es la posibilidad de tomar chocolate en las noches frescas de Michoacán, otras es cenar en los portales de San Agustín; en Oaxaca es comer tlayudas en el centro, o tomar chocolate con pan dulce por ejemplo.

Dos ejemplos muy sencillos, hay turismo para todo, pero el turismo gastronómico, y en especial el que busca la comida típica de cada lugar, es importante al momento de hacer cuentas en cada región.

Netflix realizó seis programas, uno para cada Street Food elegida de Latinoamérica, la votación la organizó por llaves, y la tlayuda llegó a la final con el choripan de Buenos Aires, Argentina y el ceviche de Lima, Perú. Más del 46 por ciento de los votos del público fueron para la exquisita tortilla ligeramente tostada con manteca, frijoles, col, quesillo de Oaxaca, pollo, tasajo o cerdo encima.

Por cuestiones de geografía, historia, climas y otros factores, el sur, sureste, occidente y centro del país tienen una gran tradición culinaria, una herencia cultural impresionante que nos apabulla. Pero Coahuila tiene su carne asada, cada día enriquecida con más y más ocurrencias de la raza los fines de semana; en La Laguna contamos con los lonches de carne de puerco, de adobada, de aguacate, mixtos, de pollo, de queso blanco. En Viesca cuentan con unos panes deliciosos, muy dulces, llamados Mamones, en Parras están las campechanas y los dulces de leche, en Saltillo el inmemorable Pan de Pulque y en todo el estado la citada carne asada., el menudo y la reliquia.

Miguel Ángel Riquelme Solís gobernador de Coahuuila, es un comensal cotidiano de las mejores mesas de comida popular en Coahuila y un promotor del turismo gastronómico a través de la Secretaría de Turismo y Desarrollo de Pueblos Mágicos, el impulso que se ha dado a las cocineras tradicionales de diversas partes de la entidad es importante y se ha impulsado también ideas nuevas como el Festival del Tamal y el Vino en Parras y el festival gastronómico que se realizó en marzo pasado en las dunas de yeso de Cuatro Ciénegas.

En todo el mundo hay comida deliciosa y la mejor es la callejera, los programas televisivos sobre el tema nunca se quedan sin tema por tratar, viaje que realizar o comentario por hacer; pero cada rincón del mundo tiene un sello, algo que le distingue, y la tlayuda es fiel reflejo de la comida barroca de los valles centrales de Oaxaca y de otras regiones como el Istmo de Tehuantepec. Definitivamente no es comida para una sola persona, es una comida comunitaria, que se comparte -o se empacha uno- y se disfruta en comunidad.

He comido tlayudas en los restaurantes de los portales en el centro de la ciudad de Oaxaca, en Monterrey, Nuevo León, en ferias de artesanías en Guanajuato , siempre es un platillo que se agradece, se disfruta y se busca porque refleja muchas cosas populares de nuestro pueblo. Fue mi autoregalo el pasado Día de mi Santo y un platillo se recomienda por las cocineras tradicionales.

No es poca cosa este triunfo mediático en el concurso donde intervinieron el gobernador de Oaxaca, Alejandro Mourat, artistas del estado, el embajador de la Unión Americana Christopher Landau que promocionaron a las tlayudas frente a comidas callejeras de Colombia, Perú, Bolivia o Brasil. Es un reconocimiento del mismo público que ve Netflix, hacia la comida mexicana, Patrimonio de la Humanidad.