/ martes 14 de abril de 2020

Las represalias árabes

Mientras que en Estados Unidos se aprenden a hacer negocios con el Monopoly, en México los políticos de la 4T aprendieron a viajar barato con la peor versión del Turista disponible en el mercado. Es en serio.

Rocío Nahle, secretaria de Energía pudo pedir ayuda a gente que técnicamente le pudo resolver las broncas que enfrentó en la OPEP y sus amigos. Por ejemplo, cercanos a la 4T hay gente como Adrián Lajous, que conoce protocolos y vericuetos, juega con el gobierno y fue un oponente fuertísimo de Cárdenas.

Otro personaje que le pudo ayudar a Nahle es Aldo Quiroga, ex funcionario de Sener, conocedor de terrenos internacionales y del petróleo, poco protagonista, sabe qué hacer y qué no para evitar lo que se viene.

La 4T quiere vender una narrativa en la que México defendió su postura de no hacer recorte. De entrada, el recorte de 400 mil barriles era bueno porque ayudaría a despresurizar el precio y permitiría a Pemex poner en orden sus campos: sacar de una vez todos los pozos con altos costos de producción. Justificaría poner en orden sus cuentas internas y mejoraría sus ingresos.

Nahle siempre supo que tendría que recortar, no fue una sorpresa, el tema era hacerlo con base en sus otros datos, los imaginarios, los que no provienen de Pemex sino de la narrativa oficial. La realidad es que la producción de 1.6 millones de barriles diarios es el número más cercano que hay a la realidad petrolera en México. Hace mucho tiempo se dejó atrás el 1.9 millones, hoy es imposible llegar a ese número, la cantidad y productividad de los campos lo impide.

AMLO tuvo que ceder a la presión de EU de participar en el recorte, 100 mil barriles y desde su lado recortarán, quién sabe cómo, otros 300 mil. Legalmente Trump no puede bajar la producción, no hay una empresa nacional que los pueda recortar, el sector privado se saldrá cuando no sea negocio. México produce 1.6 millones y la tendencia es a la baja, lo cuál es bueno porque deja de tirar dinero bueno al malo.

Vender que es un triunfo de México sobre la OPEP el no entrar al recorte de los 400 mil barriles es un error mayúsculo. Los árabes lo aceptan porque viene acompañado de la bendición de EU, la 4T atiende esos intereses, lo cual no significa que se vaya a quedar así. Ya empezamos a ver algo en el mercado: el crudo ligero árabe, de mucho mayor calidad que el mexicano, se ofrece con descuento entre los clientes de Pemex.

La primera ofensiva empezó en Asia, luego se movió hacia Europa y esta semana comenzará a pasar con los clientes de Pemex en EU ¿Puede haber petróleo más barato que el disponible desde México? Sin duda, de mejor calidad y con igual o mayor certeza del producto. Lo mejor para la 4T, para Nahle y sus corífeos, es ser discretos, a menos que quieran una guerra comercial con los árabes y entonces sí, hundir todo.

Buzos

1. En el Centro de Proceso Abkatún se presentaron 21 casos con síntomas de coronavirus en personal de Pemex y los mandaron a tierra, pero donde se puso fea la cosa fue en Marinsa. En la plataforma Blue Pioner, donde trabajan a través de su subsidiaria Subsea 7, desembarcaron a una persona con síntomas, confirmando en tierra el positivo. Después bajaron a varios más infectados y lo más probable es que 90% del personal esté enfermo.

Mientras que en Estados Unidos se aprenden a hacer negocios con el Monopoly, en México los políticos de la 4T aprendieron a viajar barato con la peor versión del Turista disponible en el mercado. Es en serio.

Rocío Nahle, secretaria de Energía pudo pedir ayuda a gente que técnicamente le pudo resolver las broncas que enfrentó en la OPEP y sus amigos. Por ejemplo, cercanos a la 4T hay gente como Adrián Lajous, que conoce protocolos y vericuetos, juega con el gobierno y fue un oponente fuertísimo de Cárdenas.

Otro personaje que le pudo ayudar a Nahle es Aldo Quiroga, ex funcionario de Sener, conocedor de terrenos internacionales y del petróleo, poco protagonista, sabe qué hacer y qué no para evitar lo que se viene.

La 4T quiere vender una narrativa en la que México defendió su postura de no hacer recorte. De entrada, el recorte de 400 mil barriles era bueno porque ayudaría a despresurizar el precio y permitiría a Pemex poner en orden sus campos: sacar de una vez todos los pozos con altos costos de producción. Justificaría poner en orden sus cuentas internas y mejoraría sus ingresos.

Nahle siempre supo que tendría que recortar, no fue una sorpresa, el tema era hacerlo con base en sus otros datos, los imaginarios, los que no provienen de Pemex sino de la narrativa oficial. La realidad es que la producción de 1.6 millones de barriles diarios es el número más cercano que hay a la realidad petrolera en México. Hace mucho tiempo se dejó atrás el 1.9 millones, hoy es imposible llegar a ese número, la cantidad y productividad de los campos lo impide.

AMLO tuvo que ceder a la presión de EU de participar en el recorte, 100 mil barriles y desde su lado recortarán, quién sabe cómo, otros 300 mil. Legalmente Trump no puede bajar la producción, no hay una empresa nacional que los pueda recortar, el sector privado se saldrá cuando no sea negocio. México produce 1.6 millones y la tendencia es a la baja, lo cuál es bueno porque deja de tirar dinero bueno al malo.

Vender que es un triunfo de México sobre la OPEP el no entrar al recorte de los 400 mil barriles es un error mayúsculo. Los árabes lo aceptan porque viene acompañado de la bendición de EU, la 4T atiende esos intereses, lo cual no significa que se vaya a quedar así. Ya empezamos a ver algo en el mercado: el crudo ligero árabe, de mucho mayor calidad que el mexicano, se ofrece con descuento entre los clientes de Pemex.

La primera ofensiva empezó en Asia, luego se movió hacia Europa y esta semana comenzará a pasar con los clientes de Pemex en EU ¿Puede haber petróleo más barato que el disponible desde México? Sin duda, de mejor calidad y con igual o mayor certeza del producto. Lo mejor para la 4T, para Nahle y sus corífeos, es ser discretos, a menos que quieran una guerra comercial con los árabes y entonces sí, hundir todo.

Buzos

1. En el Centro de Proceso Abkatún se presentaron 21 casos con síntomas de coronavirus en personal de Pemex y los mandaron a tierra, pero donde se puso fea la cosa fue en Marinsa. En la plataforma Blue Pioner, donde trabajan a través de su subsidiaria Subsea 7, desembarcaron a una persona con síntomas, confirmando en tierra el positivo. Después bajaron a varios más infectados y lo más probable es que 90% del personal esté enfermo.