/ sábado 2 de abril de 2022

La tercera toma de Torreón

En el mes de abril se celebra el 108 aniversario de la llamada tercera toma de Torreón, esto en razón de que un 3 de abril de 1914 las tropas revolucionarias del general Francisco Villa, entraron victoriosamente a esta gran ciudad, después de derrotar a las fuerzas federales al mando del general J. Refugio Velasco, después de librar los primeros combates en las plazas de Conejos, Sacramento, Mapimí, Bermejillo, Tlahualilo, Lerdo y Gómez Palacio del estado de Durango entre otras poblaciones.

El día 27 de marzo de 1914 el general Villa asesorado por el gran general Felipe Ángeles, mediante escrito fechado en Gómez Palacio, Durango, el día en cita, le solicitó al general Velasco jefe de las tropas federales, la rendición de la plaza de Torreón, según las reglas de la guerra a la fecha de tal comunicación , la cual fue entregada por el cónsul británico, sin que tal petición fuera tomada en cuenta, por lo que el sitio de nuestra gran ciudad, dio inicio el 28 de marzo de 1914 continuando los días 29, 30, 31, 1 y 2 dos de abril de tal año.

El día 3 de abril de 1914 a las 10 de la mañana el general Francisco Villa entró a Torreón, siendo aclamado por las clases populares de la población. Los saqueos que se iniciaron en el cuartel de los federales y en la estación del ferrocarril, fueron controlados por el general Maclovio Herrera por órdenes de Villa, ordenando este último al observar la suciedad y desorden que prevalecían en las calles de la ciudad, mediante avisos colocados en toda la ciudad “que todo propietario o habitante de una casa tenía la obligación de asear la parte interna, la banqueta y el pedazo de calle que le correspondiera, que en caso contrario se le multaría con cien pesos.

Dentro de los actos dignos de mencionarse son el haber ordenado al presidente municipal ingeniero Andrés L. Farias, se construyera un digno monumento a don Benito Juárez García en la llamada hoy Plaza Mayor, así como la construcción del edificio de la presidencia municipal y de un mercado público, todo lo cual se cumplió de inmediato a excepción del edificio municipal que se construyó hasta 1922. La victoria revolucionaria juntamente con la de Zacatecas, trajo como resultado la fractura del ejército federal y la derrota definitiva del usurpador Victoriano Huerta.

El aspecto triste y negativo de esta gran toma de Torreón fue la decisión del centauro del norte de expulsar a los ciudadanos españoles que radicaban en esta ciudad, a quienes reprochó su actitud ante la muerte de Madero, pues se les señalaba como quienes festejaron tal acontecimiento, además del trato indignante que les daban a sus peones y empleados en los negocios de su propiedad, señalándoles que por esas actitudes podía mandarlos fusilar, pero para demostrarles que no era asesino los expulsaba del país, posteriormente Villa dejó sin efecto la expulsión, regresando la gran mayoría de quienes habían salido de México.

En el mes de abril se celebra el 108 aniversario de la llamada tercera toma de Torreón, esto en razón de que un 3 de abril de 1914 las tropas revolucionarias del general Francisco Villa, entraron victoriosamente a esta gran ciudad, después de derrotar a las fuerzas federales al mando del general J. Refugio Velasco, después de librar los primeros combates en las plazas de Conejos, Sacramento, Mapimí, Bermejillo, Tlahualilo, Lerdo y Gómez Palacio del estado de Durango entre otras poblaciones.

El día 27 de marzo de 1914 el general Villa asesorado por el gran general Felipe Ángeles, mediante escrito fechado en Gómez Palacio, Durango, el día en cita, le solicitó al general Velasco jefe de las tropas federales, la rendición de la plaza de Torreón, según las reglas de la guerra a la fecha de tal comunicación , la cual fue entregada por el cónsul británico, sin que tal petición fuera tomada en cuenta, por lo que el sitio de nuestra gran ciudad, dio inicio el 28 de marzo de 1914 continuando los días 29, 30, 31, 1 y 2 dos de abril de tal año.

El día 3 de abril de 1914 a las 10 de la mañana el general Francisco Villa entró a Torreón, siendo aclamado por las clases populares de la población. Los saqueos que se iniciaron en el cuartel de los federales y en la estación del ferrocarril, fueron controlados por el general Maclovio Herrera por órdenes de Villa, ordenando este último al observar la suciedad y desorden que prevalecían en las calles de la ciudad, mediante avisos colocados en toda la ciudad “que todo propietario o habitante de una casa tenía la obligación de asear la parte interna, la banqueta y el pedazo de calle que le correspondiera, que en caso contrario se le multaría con cien pesos.

Dentro de los actos dignos de mencionarse son el haber ordenado al presidente municipal ingeniero Andrés L. Farias, se construyera un digno monumento a don Benito Juárez García en la llamada hoy Plaza Mayor, así como la construcción del edificio de la presidencia municipal y de un mercado público, todo lo cual se cumplió de inmediato a excepción del edificio municipal que se construyó hasta 1922. La victoria revolucionaria juntamente con la de Zacatecas, trajo como resultado la fractura del ejército federal y la derrota definitiva del usurpador Victoriano Huerta.

El aspecto triste y negativo de esta gran toma de Torreón fue la decisión del centauro del norte de expulsar a los ciudadanos españoles que radicaban en esta ciudad, a quienes reprochó su actitud ante la muerte de Madero, pues se les señalaba como quienes festejaron tal acontecimiento, además del trato indignante que les daban a sus peones y empleados en los negocios de su propiedad, señalándoles que por esas actitudes podía mandarlos fusilar, pero para demostrarles que no era asesino los expulsaba del país, posteriormente Villa dejó sin efecto la expulsión, regresando la gran mayoría de quienes habían salido de México.