/ jueves 8 de abril de 2021

La paz mundial en peligro ante eventual guerra nuclear por política guerrista de EE.UU.

Luego del creciente rumor en los medios informativos de todo el mundo, incluidos los mexicanos, de que la paz mundial está en peligro ante una eventual guerra nuclear entre las potencias occidentales, con EE. UU. a la cabeza, y el bloque encabezado por Rusia y China, el líder nacional del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán indicó que es la política militarista del presidente Joe Biden, incluida la OTAN, su política agresiva e intervencionismo activo, político y militar, lo que mantiene en tensión y bajo amenaza a la paz mundial, sin embargo, los daños irreparables que ocasiona la radiación nuclear no reconocen fronteras, de ahí que el pueblo mexicano debe condenar la actitud guerrerista de la superpotencia.

“La paz mundial depende, pues, de que Estados Unidos entienda la nueva situación global, incluida la fuerza real de Rusia y China y se resigne a ocupar un lugar menos relevante en ella. Debe entender también que sus intentos de clavar una cuña entre los dos gigantes aliados que hoy lo enfrentan está condenada al fracaso, porque ambos entienden que la sentencia de muerte del imperialismo es la misma para los dos” indicó Córdova Morán.

Ubicó como el responsable de provocar estas nuevas tensiones, al presidente Joe Biden, desde que era candidato, con sus declaraciones sobre hacer de EE. UU. una potencia encargada del orden, la paz y la libertad del mundo, distinguiéndose de su antecesor, Donald Trump, quien hizo a un lado la política de fomentar y ampliar de modo permanente la presencia militar norteamericana en Europa y en el mundo. “La política exterior apaciguadora de Trump, causó sin quererlo un severo daño al negocio de las armas”.

Resaltó que con respecto a Rusia y China, Trump, en el plano económico impulsó la filosofía “hagamos América Grande otra vez” mientras que en el terreno político, optó por un menor intervencionismo en los asuntos internos, para evitar conflictos, además, privilegió el diálogo y los acuerdos de mutua conveniencia con Rusia y siguió una política más agresiva respecto a China, pero limitada al ámbito económico y evitando tocar asuntos que lastimaran la soberanía nacional y la integridad territorial de la potencia asiática.

El líder antorchista puntualizó que el hoy mandatario Biden tenía como misión restaurar de inmediato la política militarista, incluido el poderío de la OTAN, regresar a la política agresiva para hacer sentir el poder y la autoridad norteamericanas. “Eso fue lo que prometió en campaña y eso es lo que está haciendo desde la Presidencia” sostuvo.

El nuevo escenario geopolítico, apunta Córdova Morán, lleva a un debate sobre si debe llamarse o no “Guerra Fría, segunda parte” a este panorama. Y es que el peligro de hablar con ligereza de una nueva “guerra fría” tiene repercusiones muy claras, pues, acotó Córdova Morán, “designa una lucha a muerte entre los dos sistemas, que solo tiene una única salida: la eliminación radical de uno de los dos contendientes”, es decir, la lucha entre capitalismo y socialismo que encarnaron en su momento la República de los Soviets fundada por Lenin y su partido en 1917 y el trato dado por la política norteamericana con el presidente Woodrow Wilson, quien respaldó el término “guerra fría”, creación del periodista norteamericano Walter Lippman.

Se remitió a las reservas de politólogos norteamericanos como Jonathan Marcus, experto en asuntos diplomáticos de la BBC y de los propios estrategas militares del Gobierno norteamericano, ante el temor de llamar “guerra fría” al conflicto actual, “porque resulte una camisa de fuerza que obligue a Norteamérica a una guerra total contra China, en un momento en que la victoria yanqui es más que dudosa por dos razones: primero, las circunstancias mundiales no son las mismas que a fines del siglo pasado; segundo, la situación de China no es la misma que la de la URSS”, indicó.

El luchador social precisó la nueva realidad de poderío económico de China, sustentándose en fuentes periodísticas de alto nivel, y la nueva situación de Rusia, que, con respecto a sus antecedentes, el primero es “eje del crecimiento mundial y apoyo indispensable de muchas economías del mundo, incluida la norteamericana” y el segundo ya no está aislado ni bloqueado, frente al complejo escenario para la paz mundial, de polarización, agudizada por la incontinencia verbal del Presidente norteamericano que se ha referido a su homólogo ruso como “asesino” y la consecuente respuesta china y rusa cruzando la “raya roja”, entre reclamos e imputaciones mutuas.

Llamó al pueblo mexicano a entender lo riesgoso del momento que se vive y a condenar esta actitud por el riesgo a la estabilidad nacional. “México y los mexicanos debemos tomar conciencia de que una guerra nuclear contra Estados Unidos nos llevará irremediablemente entre las patas, hablando coloquialmente, porque la potencia destructiva y los daños irreparables que ocasiona la radiación nuclear no reconocen fronteras: Es mejor que nos organicemos y protestemos ahora contra la actitud guerrerista del imperialismo yanqui, Ahora, cuando aún tenemos tiempo. Mañana puede ser tarde” alertó.

Luego del creciente rumor en los medios informativos de todo el mundo, incluidos los mexicanos, de que la paz mundial está en peligro ante una eventual guerra nuclear entre las potencias occidentales, con EE. UU. a la cabeza, y el bloque encabezado por Rusia y China, el líder nacional del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán indicó que es la política militarista del presidente Joe Biden, incluida la OTAN, su política agresiva e intervencionismo activo, político y militar, lo que mantiene en tensión y bajo amenaza a la paz mundial, sin embargo, los daños irreparables que ocasiona la radiación nuclear no reconocen fronteras, de ahí que el pueblo mexicano debe condenar la actitud guerrerista de la superpotencia.

“La paz mundial depende, pues, de que Estados Unidos entienda la nueva situación global, incluida la fuerza real de Rusia y China y se resigne a ocupar un lugar menos relevante en ella. Debe entender también que sus intentos de clavar una cuña entre los dos gigantes aliados que hoy lo enfrentan está condenada al fracaso, porque ambos entienden que la sentencia de muerte del imperialismo es la misma para los dos” indicó Córdova Morán.

Ubicó como el responsable de provocar estas nuevas tensiones, al presidente Joe Biden, desde que era candidato, con sus declaraciones sobre hacer de EE. UU. una potencia encargada del orden, la paz y la libertad del mundo, distinguiéndose de su antecesor, Donald Trump, quien hizo a un lado la política de fomentar y ampliar de modo permanente la presencia militar norteamericana en Europa y en el mundo. “La política exterior apaciguadora de Trump, causó sin quererlo un severo daño al negocio de las armas”.

Resaltó que con respecto a Rusia y China, Trump, en el plano económico impulsó la filosofía “hagamos América Grande otra vez” mientras que en el terreno político, optó por un menor intervencionismo en los asuntos internos, para evitar conflictos, además, privilegió el diálogo y los acuerdos de mutua conveniencia con Rusia y siguió una política más agresiva respecto a China, pero limitada al ámbito económico y evitando tocar asuntos que lastimaran la soberanía nacional y la integridad territorial de la potencia asiática.

El líder antorchista puntualizó que el hoy mandatario Biden tenía como misión restaurar de inmediato la política militarista, incluido el poderío de la OTAN, regresar a la política agresiva para hacer sentir el poder y la autoridad norteamericanas. “Eso fue lo que prometió en campaña y eso es lo que está haciendo desde la Presidencia” sostuvo.

El nuevo escenario geopolítico, apunta Córdova Morán, lleva a un debate sobre si debe llamarse o no “Guerra Fría, segunda parte” a este panorama. Y es que el peligro de hablar con ligereza de una nueva “guerra fría” tiene repercusiones muy claras, pues, acotó Córdova Morán, “designa una lucha a muerte entre los dos sistemas, que solo tiene una única salida: la eliminación radical de uno de los dos contendientes”, es decir, la lucha entre capitalismo y socialismo que encarnaron en su momento la República de los Soviets fundada por Lenin y su partido en 1917 y el trato dado por la política norteamericana con el presidente Woodrow Wilson, quien respaldó el término “guerra fría”, creación del periodista norteamericano Walter Lippman.

Se remitió a las reservas de politólogos norteamericanos como Jonathan Marcus, experto en asuntos diplomáticos de la BBC y de los propios estrategas militares del Gobierno norteamericano, ante el temor de llamar “guerra fría” al conflicto actual, “porque resulte una camisa de fuerza que obligue a Norteamérica a una guerra total contra China, en un momento en que la victoria yanqui es más que dudosa por dos razones: primero, las circunstancias mundiales no son las mismas que a fines del siglo pasado; segundo, la situación de China no es la misma que la de la URSS”, indicó.

El luchador social precisó la nueva realidad de poderío económico de China, sustentándose en fuentes periodísticas de alto nivel, y la nueva situación de Rusia, que, con respecto a sus antecedentes, el primero es “eje del crecimiento mundial y apoyo indispensable de muchas economías del mundo, incluida la norteamericana” y el segundo ya no está aislado ni bloqueado, frente al complejo escenario para la paz mundial, de polarización, agudizada por la incontinencia verbal del Presidente norteamericano que se ha referido a su homólogo ruso como “asesino” y la consecuente respuesta china y rusa cruzando la “raya roja”, entre reclamos e imputaciones mutuas.

Llamó al pueblo mexicano a entender lo riesgoso del momento que se vive y a condenar esta actitud por el riesgo a la estabilidad nacional. “México y los mexicanos debemos tomar conciencia de que una guerra nuclear contra Estados Unidos nos llevará irremediablemente entre las patas, hablando coloquialmente, porque la potencia destructiva y los daños irreparables que ocasiona la radiación nuclear no reconocen fronteras: Es mejor que nos organicemos y protestemos ahora contra la actitud guerrerista del imperialismo yanqui, Ahora, cuando aún tenemos tiempo. Mañana puede ser tarde” alertó.