/ lunes 8 de noviembre de 2021

La marea roja

¡Por fin! en México se le dijo adiós al IVA incluido en los productos de gestión menstrual. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó hace unas semanas el Paquete Económico 2022, el que contempló la eliminación de este impuesto.

El pasado 26 de octubre, el Senado mexicano aprobó esta propuesta luego de que los diputados hicieran lo propio y esto significa que, a partir del próximo año, ya no se pagará el 16% de IVA en toallas sanitarias, tampones, copas y en general todo tipo de productos.

Y es que sabemos que las mujeres menstrúan, conocemos el tiempo en el que llega el periodo, conocemos las toallas sanitarias, los tampones, la copa menstrual y hasta hacemos chistes sobre él.

Incluso, estamos conscientes de que este proceso natural ha influido en la historia de la humanidad, en el origen de la vida, en la maternidad, en el nacimiento de las generaciones.

Entonces, ¿por qué la menstruación sigue siendo un factor de desigualdad que se vive en silencio? De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay alrededor de 63 millones de mujeres que menstrúan mes con mes.

Para muchas de ellas, no se garantizan las condiciones dignas ni mucho menos de salubridad. Están las mujeres que viven en la periferia, en zonas de marginación, en situación de calle, internas en los centros penitenciarios, los anexos o los centros de salud mental que viven la menstruación como pueden, la mayoría de las veces sin acceso a una toalla sanitaria.

En promedio, el paquete de toallas tiene un costo de 50 pesos y los tampones, 60 pesos, una caja con 18. Si una mujer usara tres toallas al día durante cinco días al mes, habrá gastado a lo largo de su vida 10 mil 360 pesos; pero sabemos que cada cuerpo es diferente y el periodo se presenta de manera individual en cada una de nosotras.

Tal vez la cifra no nos parezca tan alta, pero existen mujeres que en su periodo, no cuentan con 50 pesos para adquirir una toalla sanitaria, mucho menos para una copa menstrual, que aunque representa una opción más amigable con el medio ambiente, oscila entre los 600 y mil pesos.

Desde el privilegio económico y social de adquirir los productos de gestión menstrual, parte la importancia de que finalmente y mediante la adición de un inciso a la Fracción I, del artículo 2o.-A, de la Ley del IVA, se aprobó una disminución del precio de venta: “Para atender este proceso natural existen en el mercado productos sanitarios, como son las toallas, tampones y copas sanitarias para uso menstrual. Dichos productos están gravados en el IVA con la tasa del 16%.

“El gravar los productos que atienden la menstruación significa que este impuesto tiene una incidencia económica en las mujeres por una condición biológica y natural del género femenino”, detalla el documento.

Con el esfuerzo colectivo, la marea roja avanza en nuestro país. Es fundamental reconocer el trabajo de activistas y colectivas independientes que mediante la iniciativa #MenstruaciónDignaMéxico y con el lema “Menstruar no es elección”, busca la gratuidad y la eliminación del IVA a los productos de gestión menstrual, así como la generación y visibilización de datos sobre la menstruación en el país.

Menstruar no es un lujo, es un derecho. Adquirir artículos y/o productos de gestión menstrual puede significar un gasto sencillo, para algunas incluso normalizado dentro del presupuesto familiar, pero para otras determina el poder ir al trabajo o a la escuela, así como participar en cualquier actividad de manera salubre, cómoda y digna, representa el sobrevivir.

aguirrepraga@gmail.com

¡Por fin! en México se le dijo adiós al IVA incluido en los productos de gestión menstrual. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó hace unas semanas el Paquete Económico 2022, el que contempló la eliminación de este impuesto.

El pasado 26 de octubre, el Senado mexicano aprobó esta propuesta luego de que los diputados hicieran lo propio y esto significa que, a partir del próximo año, ya no se pagará el 16% de IVA en toallas sanitarias, tampones, copas y en general todo tipo de productos.

Y es que sabemos que las mujeres menstrúan, conocemos el tiempo en el que llega el periodo, conocemos las toallas sanitarias, los tampones, la copa menstrual y hasta hacemos chistes sobre él.

Incluso, estamos conscientes de que este proceso natural ha influido en la historia de la humanidad, en el origen de la vida, en la maternidad, en el nacimiento de las generaciones.

Entonces, ¿por qué la menstruación sigue siendo un factor de desigualdad que se vive en silencio? De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay alrededor de 63 millones de mujeres que menstrúan mes con mes.

Para muchas de ellas, no se garantizan las condiciones dignas ni mucho menos de salubridad. Están las mujeres que viven en la periferia, en zonas de marginación, en situación de calle, internas en los centros penitenciarios, los anexos o los centros de salud mental que viven la menstruación como pueden, la mayoría de las veces sin acceso a una toalla sanitaria.

En promedio, el paquete de toallas tiene un costo de 50 pesos y los tampones, 60 pesos, una caja con 18. Si una mujer usara tres toallas al día durante cinco días al mes, habrá gastado a lo largo de su vida 10 mil 360 pesos; pero sabemos que cada cuerpo es diferente y el periodo se presenta de manera individual en cada una de nosotras.

Tal vez la cifra no nos parezca tan alta, pero existen mujeres que en su periodo, no cuentan con 50 pesos para adquirir una toalla sanitaria, mucho menos para una copa menstrual, que aunque representa una opción más amigable con el medio ambiente, oscila entre los 600 y mil pesos.

Desde el privilegio económico y social de adquirir los productos de gestión menstrual, parte la importancia de que finalmente y mediante la adición de un inciso a la Fracción I, del artículo 2o.-A, de la Ley del IVA, se aprobó una disminución del precio de venta: “Para atender este proceso natural existen en el mercado productos sanitarios, como son las toallas, tampones y copas sanitarias para uso menstrual. Dichos productos están gravados en el IVA con la tasa del 16%.

“El gravar los productos que atienden la menstruación significa que este impuesto tiene una incidencia económica en las mujeres por una condición biológica y natural del género femenino”, detalla el documento.

Con el esfuerzo colectivo, la marea roja avanza en nuestro país. Es fundamental reconocer el trabajo de activistas y colectivas independientes que mediante la iniciativa #MenstruaciónDignaMéxico y con el lema “Menstruar no es elección”, busca la gratuidad y la eliminación del IVA a los productos de gestión menstrual, así como la generación y visibilización de datos sobre la menstruación en el país.

Menstruar no es un lujo, es un derecho. Adquirir artículos y/o productos de gestión menstrual puede significar un gasto sencillo, para algunas incluso normalizado dentro del presupuesto familiar, pero para otras determina el poder ir al trabajo o a la escuela, así como participar en cualquier actividad de manera salubre, cómoda y digna, representa el sobrevivir.

aguirrepraga@gmail.com