/ martes 17 de septiembre de 2019

La gráfica del “Chanate”

APUNTES

En el tedio de todos los días por sobrevivir en medio de esta era digital y de redes sociales, basta echar un vistazo a este al arte de la gráfica o el grabado. Pocos sabemos en realidad que es una práctica que difícilmente va a desaparecer.

Hace años que conozco a Norberto Treviño, somos coterráneos. Los dos somos originarios del Ejido Santa Fe, una comunidad enclavada al oriente de esta ciudad y que ahí gestamos nuestros anhelos y sueños de zarpar hacia lo que realmente nos hacía felices: la cultura y la artes. En año anterior, expuso una galería de trabajos temáticos de donde es originario, haciendo un homenaje al campo y a la actividad productiva que su padre realizó durante toda su vida.

A través de las redes sociales fui monitoreando la actividad que realiza Norberto en diferentes fechas del mes, en el cual llevan el Chanate móvil a las comunidades y colonias para que la gente que vive ahí, tenga un acercamiento con la gráfica.

Para contextualizar, el taller El Chanate, en un inicio estuvo situado sobre la avenida Morelos cerca del primer cuadro de la ciudad, ahí se aglutinaban artistas y todos aquellos a quienes les llamaba la atención en aprender algún oficio enmarcado por el arte de la gráfica y el grabado.

“Beto” Treviño –de hecho así le decían al papá de Norberto: “Betillo” Treviño- platica muy entusiasmado que por diversas circunstancias él terminó siendo el director del colectivo, ahora ya no es un colectivo, ya se constituyó como una Asociación Civil. Esto es de mucha ayuda, ya que les permite aspirar a algunos proyectos con el propósito de seguir trabajando y aportando un granito de arena en esta construcción interminable de la reconstrucción del tejido social.

Desde una feria del libro hasta una kermese, son los eventos en los que ha participado el Chanate móvil a lo largo y ancho de nuestra Comarca Lagunera. Es curioso, reconoce Beto, que cuando llegan a las colonias, los niños ubican o entienden por la gráfica, como un taller donde se hacen tatuajes. Treviño, reconoce que es parte del desconocimiento y que a su vez es positivo porque al menos existe la curiosidad de transitar en áreas nuevas para toda la gente.

El “Chanate móvil” se trata de un triciclo en el cual fue acondicionado para trasladar una especie de mamparas con vitrales y ahí exponer una galería de trabajos realizados bajo las manos de diversos creadores liderados por Norberto. Actualmente, el taller está ubicado sobre la calle Escobedo número 487 oriente y hace la más cordial invitación para quienes sean amantes de la curiosidad gráfica y el cosquilleo del aprendizaje diario, a que formen parte de los diversos talleres que ahí se ofertan.

En hora buena al trabajo y dedicación de Norberto, me consta el amor y calidad de sus trazos, trazos y líneas que describen a cada palmo la personalidad de un amante de las artes gráficas.

APUNTES

En el tedio de todos los días por sobrevivir en medio de esta era digital y de redes sociales, basta echar un vistazo a este al arte de la gráfica o el grabado. Pocos sabemos en realidad que es una práctica que difícilmente va a desaparecer.

Hace años que conozco a Norberto Treviño, somos coterráneos. Los dos somos originarios del Ejido Santa Fe, una comunidad enclavada al oriente de esta ciudad y que ahí gestamos nuestros anhelos y sueños de zarpar hacia lo que realmente nos hacía felices: la cultura y la artes. En año anterior, expuso una galería de trabajos temáticos de donde es originario, haciendo un homenaje al campo y a la actividad productiva que su padre realizó durante toda su vida.

A través de las redes sociales fui monitoreando la actividad que realiza Norberto en diferentes fechas del mes, en el cual llevan el Chanate móvil a las comunidades y colonias para que la gente que vive ahí, tenga un acercamiento con la gráfica.

Para contextualizar, el taller El Chanate, en un inicio estuvo situado sobre la avenida Morelos cerca del primer cuadro de la ciudad, ahí se aglutinaban artistas y todos aquellos a quienes les llamaba la atención en aprender algún oficio enmarcado por el arte de la gráfica y el grabado.

“Beto” Treviño –de hecho así le decían al papá de Norberto: “Betillo” Treviño- platica muy entusiasmado que por diversas circunstancias él terminó siendo el director del colectivo, ahora ya no es un colectivo, ya se constituyó como una Asociación Civil. Esto es de mucha ayuda, ya que les permite aspirar a algunos proyectos con el propósito de seguir trabajando y aportando un granito de arena en esta construcción interminable de la reconstrucción del tejido social.

Desde una feria del libro hasta una kermese, son los eventos en los que ha participado el Chanate móvil a lo largo y ancho de nuestra Comarca Lagunera. Es curioso, reconoce Beto, que cuando llegan a las colonias, los niños ubican o entienden por la gráfica, como un taller donde se hacen tatuajes. Treviño, reconoce que es parte del desconocimiento y que a su vez es positivo porque al menos existe la curiosidad de transitar en áreas nuevas para toda la gente.

El “Chanate móvil” se trata de un triciclo en el cual fue acondicionado para trasladar una especie de mamparas con vitrales y ahí exponer una galería de trabajos realizados bajo las manos de diversos creadores liderados por Norberto. Actualmente, el taller está ubicado sobre la calle Escobedo número 487 oriente y hace la más cordial invitación para quienes sean amantes de la curiosidad gráfica y el cosquilleo del aprendizaje diario, a que formen parte de los diversos talleres que ahí se ofertan.

En hora buena al trabajo y dedicación de Norberto, me consta el amor y calidad de sus trazos, trazos y líneas que describen a cada palmo la personalidad de un amante de las artes gráficas.