/ domingo 6 de diciembre de 2020

Justiniano, emperador que sentó las bases del Derecho Civil actual

Existió hace 1,500 años un monarca bizantino, llamado Justiniano, orgulloso y despótico, poseedor de una vasta cultura, distinguido por su obra jurídica, compilada por grandes jurisconsultos de su época, que sentaron las bases del Derecho Civil en el mundo occidental en los siglos subsecuentes, hasta hoy en día.

Justiniano nació el 11 de mayo del año 482 en la provincia romana de Illyricum (otros historiadores señalan a Turesium), hijo de Vigilantina y de Sabatio, que constituían una familia humilde, pero fue adoptado por su tío Justino I, hermano de su madre, quien le proporcionó educación esmerada en Constantinopla.

Su nombre original era el de Flavius Petrus Sabbatius, siendo primero nombrado cónsul en 522 y asociado al trono de su tío, encaminándolo al trono como Flavio Pedro Sabbatius Justiniano I, el primer gran emperador de Bizancio en 527.

Conquistó fama no sólo por su obra jurídica, sino también por intentar restaurar la unidad territorial, institucional y religiosa del Imperio Romano, pero también por el impulso que le dio a las letras y las artes de su época. Al asumir el trono, hizo coronar emperatriz a su esposa Teodora, quien tuvo sobre él una influencia bastante considerable, la más de las veces positiva.

Para poder lograr la reconquista de la parte occidental del Imperio, Justiniano tuvo que acabar con la guerra persa, mediante la firma de la Paz Perpetua con el rey KhosroI en 532, y después de una serie de campañas victoriosas, sus generales lograron derrotar a los vándalos, así como ocupar el norte de África en 533; también vencieron a los ostrogodos en Italia en 540.

Con la derrota de los visigodos en Andalucía (entre 550 a 554), el mar Mediterráneo volvió a ser un lugar tranquilo para la navegación romana, y sin embargo la situación del Imperio no era sólida; motivo por lo cual los persas volvieron a atacar en 562, a un costo muy alto para Bizancio.

En materia de política interior, Justiniano emprendió varias reformas administrativas y sociales en contra de los latifundistas, para beneficio de la clase media, pero a su vez tomadas esas medidas fueron afectadas por los altos impuestos que fueron destinados a las campañas militares y a los enormes gastos de grandes construcciones, así como al alto costo de la vida imperial.

Sucedió una rebelión en 532, conocida como la “Sedición de Nika”, que puso en peligro la vida y el trono de Justiniano, que fueron salvados por la intervención de Teodora, quien desató una terrible masacre en el pueblo de Constantinopla.

En materia religiosa, su actitud contradictoria pues era su deseo el complacer al Papa, pero la influencia ideológica de Teodora, partidaria del monofisismo (doctrina que reconocía una sola naturaleza, la divina en Cristo), terminó en un cismade la Iglesia de Roma y la de Constantinopla.

Sin embargo, el emperador dio impulso especial a la vida monástica y durante su reinado, San Benito de Norcia fundó el monasterio de Monte Cassino y en consecuencia a la orden benedictina.

Extraordinario fue el impulso dado por Justiniano a la acción cultural, arquitectónica y al manejo del mosaico, que alcanzaron su esplendor con la construcción de la Catedral de Santa Sofía en Constantinopla y la iglesia de San Vital, en Ravena.

Su apoyo a las letras y a la historia, fueron de gran importancia, pero la herencia más gloriosa legada por Justiniano, es su obra jurídica, la que fuera compilada por grandes jurisconsultos, Triboniano, Teófilo y Doroteo.

Dichas obras, fueron el “Código”, el “Digesto”, las “Instituciones” y las “Novellas”, basadas en una evolución del Derecho Romano, que son fundamentales en el Derecho Civil moderno.

A la muerte de Justiniano en 565, lo sucedió su sobrino Justino II, y a pesar de los errores del primero durante su reinado, la historia le asigna al siglo VI, “El siglo de Justiniano”.

(*) Compilador de historia.


¡Hasta la próxima!



· Título: Justiniano y su corte.

· Autor: Anónimo

· Cronología: Siglo VI, aproximadamente en 547 D.C

· Estilo: Arte Bizantino de la Primera Edad de Oro.

· Material: Mosaico realizado por la unión de muchas teselas.

· Técnica: Musivaria.

· Ubicación: Iglesia de San Vital de Rávena, Italia.


Sólido de oro con la efigie de Justiniano. Museo Británico

Existió hace 1,500 años un monarca bizantino, llamado Justiniano, orgulloso y despótico, poseedor de una vasta cultura, distinguido por su obra jurídica, compilada por grandes jurisconsultos de su época, que sentaron las bases del Derecho Civil en el mundo occidental en los siglos subsecuentes, hasta hoy en día.

Justiniano nació el 11 de mayo del año 482 en la provincia romana de Illyricum (otros historiadores señalan a Turesium), hijo de Vigilantina y de Sabatio, que constituían una familia humilde, pero fue adoptado por su tío Justino I, hermano de su madre, quien le proporcionó educación esmerada en Constantinopla.

Su nombre original era el de Flavius Petrus Sabbatius, siendo primero nombrado cónsul en 522 y asociado al trono de su tío, encaminándolo al trono como Flavio Pedro Sabbatius Justiniano I, el primer gran emperador de Bizancio en 527.

Conquistó fama no sólo por su obra jurídica, sino también por intentar restaurar la unidad territorial, institucional y religiosa del Imperio Romano, pero también por el impulso que le dio a las letras y las artes de su época. Al asumir el trono, hizo coronar emperatriz a su esposa Teodora, quien tuvo sobre él una influencia bastante considerable, la más de las veces positiva.

Para poder lograr la reconquista de la parte occidental del Imperio, Justiniano tuvo que acabar con la guerra persa, mediante la firma de la Paz Perpetua con el rey KhosroI en 532, y después de una serie de campañas victoriosas, sus generales lograron derrotar a los vándalos, así como ocupar el norte de África en 533; también vencieron a los ostrogodos en Italia en 540.

Con la derrota de los visigodos en Andalucía (entre 550 a 554), el mar Mediterráneo volvió a ser un lugar tranquilo para la navegación romana, y sin embargo la situación del Imperio no era sólida; motivo por lo cual los persas volvieron a atacar en 562, a un costo muy alto para Bizancio.

En materia de política interior, Justiniano emprendió varias reformas administrativas y sociales en contra de los latifundistas, para beneficio de la clase media, pero a su vez tomadas esas medidas fueron afectadas por los altos impuestos que fueron destinados a las campañas militares y a los enormes gastos de grandes construcciones, así como al alto costo de la vida imperial.

Sucedió una rebelión en 532, conocida como la “Sedición de Nika”, que puso en peligro la vida y el trono de Justiniano, que fueron salvados por la intervención de Teodora, quien desató una terrible masacre en el pueblo de Constantinopla.

En materia religiosa, su actitud contradictoria pues era su deseo el complacer al Papa, pero la influencia ideológica de Teodora, partidaria del monofisismo (doctrina que reconocía una sola naturaleza, la divina en Cristo), terminó en un cismade la Iglesia de Roma y la de Constantinopla.

Sin embargo, el emperador dio impulso especial a la vida monástica y durante su reinado, San Benito de Norcia fundó el monasterio de Monte Cassino y en consecuencia a la orden benedictina.

Extraordinario fue el impulso dado por Justiniano a la acción cultural, arquitectónica y al manejo del mosaico, que alcanzaron su esplendor con la construcción de la Catedral de Santa Sofía en Constantinopla y la iglesia de San Vital, en Ravena.

Su apoyo a las letras y a la historia, fueron de gran importancia, pero la herencia más gloriosa legada por Justiniano, es su obra jurídica, la que fuera compilada por grandes jurisconsultos, Triboniano, Teófilo y Doroteo.

Dichas obras, fueron el “Código”, el “Digesto”, las “Instituciones” y las “Novellas”, basadas en una evolución del Derecho Romano, que son fundamentales en el Derecho Civil moderno.

A la muerte de Justiniano en 565, lo sucedió su sobrino Justino II, y a pesar de los errores del primero durante su reinado, la historia le asigna al siglo VI, “El siglo de Justiniano”.

(*) Compilador de historia.


¡Hasta la próxima!



· Título: Justiniano y su corte.

· Autor: Anónimo

· Cronología: Siglo VI, aproximadamente en 547 D.C

· Estilo: Arte Bizantino de la Primera Edad de Oro.

· Material: Mosaico realizado por la unión de muchas teselas.

· Técnica: Musivaria.

· Ubicación: Iglesia de San Vital de Rávena, Italia.


Sólido de oro con la efigie de Justiniano. Museo Británico