/ viernes 20 de noviembre de 2020

Iván 'El Terrible', primer zar de todas las Rusias

Iván IV Vasílievich, conocido como Iván “El Terrible”, considerando el gran número de muertes que a él se le atribuyen durante su mandato como zar de Rusia, nació el 25 de agosto de 1530 en Moscú; hijo de Basilio III y de Elena Glinski, y nieto de Iván III “El Grande”, de quienes heredó la tradición imperial.

Al morir Basilio III, en 1533, Iván Vasilievich fue coronado príncipe heredero, con sólo 3 años de edad, y gobernando en calidad de regente su madre, Elena Glinski, quien 5 años más tarde fue asesinada por intrigas de las familias boyardas, quienes se disputaban el poder.

Durante los años que precedieron a su gobierno personal, Iván IV fue utilizado políticamente por los Glinski, o sean los familiares de su madre, así como los Bielski y los Shuiski, pero cumplidos los 18 años, el heredero se hizo cargo de la administración pública con la ayuda de sus consejeros privados, entre los que figuraban el sacerdote Silvestre; su preceptor Macario y su secretario Alexei Adashev, quienes influyeron a que ejerciera la gobernanza con talante moderado en los primeros 12 años de reinado.

Es por ello que el gobierno de Iván IV se puede dividir en dos etapas: en la primera se mostró como un gran jefe de estado, reformando las leyes existentes y atendiendo las demandas de los gobiernos locales, así como a la administración pública en general. También influyó la princesa Anastasia Románov, con quien se había casado en 1547.

La tendencia más notoria que Iván IV manifestó al principio, fue la de alejar de su lado a la nobleza boyarda, al tiempo que procuraba sentar las bases de una administración estatal unificada y centralizada, pero también creando instituciones de participación popular, así como instituciones con participación popular. Reunió y codificó las ordenanzas del reino en un código en 1550; un año antes convocó por primera vez a los «Zemski-Sobor», especie de estados generales rusos, y dos años después un concilio destinado a organizar una Iglesia afín a sus propósitos.

Iván IV fijó a los campesinos a la gleba, para lo cual determinó el origen de la servidumbre establecida y formó su propio cuerpo armado, el de los «streltsí», cuyos miembros eran recompensados con parcelas de tierra, con la finalidad de fortalecer el poder del monarca frente al de la gran aristocracia, además de reorganizar y modernizar el ejército.

Cumplidos los objetivos de la primera etapa de su reinado, Iván se dedicó fundamentalmente a la organización de su gobierno; emprendió una política expansiva que lo condujo a las conquistas de Kazán, en 1552, y Astrakán dos años más tarde. Ocupó también el valle del Volga y se dispuso a extender el imperio hasta la región de los Urales y Siberia.

Con miras a contar con una salida al Mar Báltico, se volvió contra Livonia, pero allí chocó con los intereses de Lituania, Suecia, Polonia y Dinamarca, quienes temiendo el auge del nacionalismo ruso, las potencias occidentales bloquearon el principado de Moscovia e impidieron así que recibiera técnicos y armamento europeos. La prolongación del conflicto originó una profunda crisis económica que motivó la reacción de los boyardos y del clero.

La muerte de su esposa en 1560 acentuó el autoritarismo de Iván IV, quien mostró los primeros síntomas psicópatas (agravados más adelante), que lo llevaron a cometer todo tipo de atrocidades, tales como ordenar asesinar a su hijo, en un ataque de ira, motivo por el cual debió el apelativo de “El Terrible”.

Es por ello que entre 1560 y 1564, valiéndose de los «streltsí» y con el propósito de reforzar su poder frente a la aristocracia, Iván el Terrible desencadenó una sangrienta represión contra los boyardos y el clero. Sin tomar en cuenta a sus consejeros personales, atacó y devastó en 1570 las antiguas ciudades libres de Novgorod y Pskov, donde quedaron poca gente con vida.

Sin encontrar solución para el conflicto de Livonia, mismo que se extendió hasta 1583, viendo agotadas sus tropas y acosado por la crisis económica, social y política del imperio, Iván El Terrible se vio obligado a ceder Livonia a Polonia y las regiones de Ingria y Carelia meridional a Suecia, renunciando así a su intento de disponer de un puerto en el Mar Báltico.

Iván IV fue el primer príncipe ruso en hacerse llamar “Zar de todas las Rusias”. Murió en Moscú el 18 de marzo de 1584.

Compilador biográfico*

¡Hasta la próxima!

Iván IV Vasílievich, conocido como Iván “El Terrible”, considerando el gran número de muertes que a él se le atribuyen durante su mandato como zar de Rusia, nació el 25 de agosto de 1530 en Moscú; hijo de Basilio III y de Elena Glinski, y nieto de Iván III “El Grande”, de quienes heredó la tradición imperial.

Al morir Basilio III, en 1533, Iván Vasilievich fue coronado príncipe heredero, con sólo 3 años de edad, y gobernando en calidad de regente su madre, Elena Glinski, quien 5 años más tarde fue asesinada por intrigas de las familias boyardas, quienes se disputaban el poder.

Durante los años que precedieron a su gobierno personal, Iván IV fue utilizado políticamente por los Glinski, o sean los familiares de su madre, así como los Bielski y los Shuiski, pero cumplidos los 18 años, el heredero se hizo cargo de la administración pública con la ayuda de sus consejeros privados, entre los que figuraban el sacerdote Silvestre; su preceptor Macario y su secretario Alexei Adashev, quienes influyeron a que ejerciera la gobernanza con talante moderado en los primeros 12 años de reinado.

Es por ello que el gobierno de Iván IV se puede dividir en dos etapas: en la primera se mostró como un gran jefe de estado, reformando las leyes existentes y atendiendo las demandas de los gobiernos locales, así como a la administración pública en general. También influyó la princesa Anastasia Románov, con quien se había casado en 1547.

La tendencia más notoria que Iván IV manifestó al principio, fue la de alejar de su lado a la nobleza boyarda, al tiempo que procuraba sentar las bases de una administración estatal unificada y centralizada, pero también creando instituciones de participación popular, así como instituciones con participación popular. Reunió y codificó las ordenanzas del reino en un código en 1550; un año antes convocó por primera vez a los «Zemski-Sobor», especie de estados generales rusos, y dos años después un concilio destinado a organizar una Iglesia afín a sus propósitos.

Iván IV fijó a los campesinos a la gleba, para lo cual determinó el origen de la servidumbre establecida y formó su propio cuerpo armado, el de los «streltsí», cuyos miembros eran recompensados con parcelas de tierra, con la finalidad de fortalecer el poder del monarca frente al de la gran aristocracia, además de reorganizar y modernizar el ejército.

Cumplidos los objetivos de la primera etapa de su reinado, Iván se dedicó fundamentalmente a la organización de su gobierno; emprendió una política expansiva que lo condujo a las conquistas de Kazán, en 1552, y Astrakán dos años más tarde. Ocupó también el valle del Volga y se dispuso a extender el imperio hasta la región de los Urales y Siberia.

Con miras a contar con una salida al Mar Báltico, se volvió contra Livonia, pero allí chocó con los intereses de Lituania, Suecia, Polonia y Dinamarca, quienes temiendo el auge del nacionalismo ruso, las potencias occidentales bloquearon el principado de Moscovia e impidieron así que recibiera técnicos y armamento europeos. La prolongación del conflicto originó una profunda crisis económica que motivó la reacción de los boyardos y del clero.

La muerte de su esposa en 1560 acentuó el autoritarismo de Iván IV, quien mostró los primeros síntomas psicópatas (agravados más adelante), que lo llevaron a cometer todo tipo de atrocidades, tales como ordenar asesinar a su hijo, en un ataque de ira, motivo por el cual debió el apelativo de “El Terrible”.

Es por ello que entre 1560 y 1564, valiéndose de los «streltsí» y con el propósito de reforzar su poder frente a la aristocracia, Iván el Terrible desencadenó una sangrienta represión contra los boyardos y el clero. Sin tomar en cuenta a sus consejeros personales, atacó y devastó en 1570 las antiguas ciudades libres de Novgorod y Pskov, donde quedaron poca gente con vida.

Sin encontrar solución para el conflicto de Livonia, mismo que se extendió hasta 1583, viendo agotadas sus tropas y acosado por la crisis económica, social y política del imperio, Iván El Terrible se vio obligado a ceder Livonia a Polonia y las regiones de Ingria y Carelia meridional a Suecia, renunciando así a su intento de disponer de un puerto en el Mar Báltico.

Iván IV fue el primer príncipe ruso en hacerse llamar “Zar de todas las Rusias”. Murió en Moscú el 18 de marzo de 1584.

Compilador biográfico*

¡Hasta la próxima!