/ domingo 26 de abril de 2020

Insuficiente Plan de Acción

Ya son múltiples los señalamientos de las empresas afectadas por el Covid-19. Numerosas cámaras y organismos empresariales urgen a que se destinen apoyos e insumos para mitigar el impacto negativo de la suspensión de sus actividades, pero principalmente a evitar verse en la necesidad de despedir a su personal.

Coahuila fue la entidad que menos empleos formales generó durante 2019 en todo el país, y tan solo de febrero a marzo, perdió más de 5,500 empleos. La actividad económica más afectada ha sido la industria manufacturera y el ramo de la construcción, que son sectores que le inyectan dinamismo a las economías y sin ellas, la pérdida de más empleos es inminente.

Expertos coinciden en que el Gobierno federal ha sido insensible en diseñar políticas económicas y fiscales para sobrellevar esta crisis. Poca claridad en los anuncios y los que se han hecho resultan muy pobres, como la ya muy gastada “política de austeridad”.

En esta ocasión menciona reducción de salarios y eliminación de aguinaldos en los mandos superiores de Gobierno. Eso también impactará a más de 20,000 funcionarios y sus familias, además de eliminar algunas prestaciones como el seguro de gastos médicos.

Esta medida, si bien resulta popular, lo cierto es que sólo representa menos del 1% de lo que el Gobierno federal dice que necesita para enfrentar la crisis que atraviesa el país, pues se rehúsa a dejar de avanzar en proyectos prioritarios de inversión, como el Tren Maya, Refinería Dos Bocas, o el mismo Santa Lucía, que por ahora no resultan tan indispensables, y que los empleos que generarán esas obras tampoco solucionarán el déficit de empleos, que tan sólo en un mes perdió 135 mil de ellos.

La Iniciativa Privada, se encuentra entre la espada y la pared, sin ventas, con gastos fijos y compromisos de pago. Los empresarios buscan respuestas urgentes, como quizá condonar las cuotas obrero patronales y del Infonavit, que resultarían en dar liquidez a las empresas y resistir por más tiempo el despido de personal.

Se propone también el impulso de obra pública y privada de impacto inmediato, que genere empleo en lo local y reactivar otros sectores productivos. Sin un plan de acción, y sin coordinación efectiva, el sector privado seguirá agonizante.

Ya son múltiples los señalamientos de las empresas afectadas por el Covid-19. Numerosas cámaras y organismos empresariales urgen a que se destinen apoyos e insumos para mitigar el impacto negativo de la suspensión de sus actividades, pero principalmente a evitar verse en la necesidad de despedir a su personal.

Coahuila fue la entidad que menos empleos formales generó durante 2019 en todo el país, y tan solo de febrero a marzo, perdió más de 5,500 empleos. La actividad económica más afectada ha sido la industria manufacturera y el ramo de la construcción, que son sectores que le inyectan dinamismo a las economías y sin ellas, la pérdida de más empleos es inminente.

Expertos coinciden en que el Gobierno federal ha sido insensible en diseñar políticas económicas y fiscales para sobrellevar esta crisis. Poca claridad en los anuncios y los que se han hecho resultan muy pobres, como la ya muy gastada “política de austeridad”.

En esta ocasión menciona reducción de salarios y eliminación de aguinaldos en los mandos superiores de Gobierno. Eso también impactará a más de 20,000 funcionarios y sus familias, además de eliminar algunas prestaciones como el seguro de gastos médicos.

Esta medida, si bien resulta popular, lo cierto es que sólo representa menos del 1% de lo que el Gobierno federal dice que necesita para enfrentar la crisis que atraviesa el país, pues se rehúsa a dejar de avanzar en proyectos prioritarios de inversión, como el Tren Maya, Refinería Dos Bocas, o el mismo Santa Lucía, que por ahora no resultan tan indispensables, y que los empleos que generarán esas obras tampoco solucionarán el déficit de empleos, que tan sólo en un mes perdió 135 mil de ellos.

La Iniciativa Privada, se encuentra entre la espada y la pared, sin ventas, con gastos fijos y compromisos de pago. Los empresarios buscan respuestas urgentes, como quizá condonar las cuotas obrero patronales y del Infonavit, que resultarían en dar liquidez a las empresas y resistir por más tiempo el despido de personal.

Se propone también el impulso de obra pública y privada de impacto inmediato, que genere empleo en lo local y reactivar otros sectores productivos. Sin un plan de acción, y sin coordinación efectiva, el sector privado seguirá agonizante.