/ viernes 9 de octubre de 2020

Hammurabi, rey amorrita de la gran Mesopotamia

Hammurabi, aparte de lograr su dominio por toda Mesopotamia, fue el primer rey interesado en impartir justicia en base a una ley escrita. Para ello desarrolló una compilación de leyes impresas en doce tabletas, que en su conjunto se conocen como “Código Hammurabi”.

¿Quién fue dicho soberano y en qué época vivió? Es la pregunta que seguramente se harán algunos de nuestros lectores, y para ello iniciamos por informar que fue el sexto rey amorrita (nacido en el año 1728 antes de Cristo) quien logró extender su dominio por toda Mesopotamia, a partir del entonces pequeño reino de Babilonia.

Sin embargo, durante su reinado logró la ascensión de su pueblo (los amorritas) en una preponderante nación, al lograr un amplio dominio de los pueblos vecinos.

Los amorritas fueron originariamente un pueblo nómada, originario de lo que hoy es Siria, establecido en ese lugar a finales del siglo XIX a. de C., quienes inicialmente eran amenazados por poblaciones vecinas, pero Hammurabi se dedicó a tejer una red de alianzas en sus primeros diez años de reinado, para poder vencer a naciones tales como Asiria y Sumeria, hasta lograr extender sus dominios por toda Mesopotamia.

Sometidos todos los habitantes de su territorio, Hammurabi se dedicó a darle fuerza, unidad y consistencia a sus dominios mediante un aparato burocrático centralizado, con gobernadores, funcionarios y escribas que le daban cuenta de sus actividades y del cumplimiento de los mandatos reales.

La justicia era impartida por el poder civil y el poder religioso, con la posibilidad de apelar al juez supremo, o sea al rey. En cuanto a la religión el culto oficial era al dios Marduk.

El Código Hammurabi constituye un conjunto de leyes de los más antiguos del mundo, consistente en 282 leyes labradas en doce tabletas en escritura cuneiforme en una estela de piedra oscura en forma de cilindro y 2.4 metros de altura.

Dicha piedra labrada tiene en su parte superior un relieve con la imagen del rey, representando a este recibiendo las leyes de parte del dios Marduk, la que tras de ser robada pero posteriormente recuperada, hoy se encuentra en el Museo Louvre en París.

Dentro de las más de 200 leyes que contiene dicho Código, destacan las siguientes: La pena de muerte se aplica a quienes hayan robado, así como al que haya calumniado a su prójimo en ocasión de un asesinato; al que haya hecho daño físico a otro, recibirá igual acción (ojo por ojo, diente por diente); al padre que haya tenido contacto carnal con su hija, su pena será el destierro; si un hijo roba a su padre, se le cortará la mano.

Otro hecho significativo en el Código Hammurabi es haber planteado la posibilidad de presunción de inocencia, asegurando que tanto acusador como acusado, se les permita presentar pruebas de los hechos, según la investigadora Grecia Calderón.

Otra característica de dicho código, era considerar que la sociedad, jurídicamente, estaba dividida en tres clases sociales: los hombres libres, los subordinados y los esclavos. Estos últimos eran extranjeros capturados en la guerra o adquiridos mediante compra-venta en el exterior del país.

La severidad de las penas contra el que ayudara a un esclavo a huir, mostraba la violencia de su explotación, a pesar de que en el derecho civil se observe un espíritu de equidad.

Hay que hacer notar que las leyes reconocían personalidad jurídica y económica plena a la mujer; por lo tanto podían poseer y administrar bienes sin tener que rendir cuentas a nadie.

Se protegía la institución del matrimonio monogámico e indisoluble, salvo en determinados casos en que sí operaba el divorcio.

En cuanto al derecho comercial, el poder palaciego y el religioso tenían que recibir tributo, si bien el patrimonio real estaba claramente diferenciado del patrimonio estatal y administrado separadamente.

Hammurabi es célebre en la actualidad por haber sido un talentoso legislador, cuyo modelo fue tomado en cuenta en la creación de leyes de otras naciones posteriores.

¡Hasta la próxima!

Hammurabi, aparte de lograr su dominio por toda Mesopotamia, fue el primer rey interesado en impartir justicia en base a una ley escrita. Para ello desarrolló una compilación de leyes impresas en doce tabletas, que en su conjunto se conocen como “Código Hammurabi”.

¿Quién fue dicho soberano y en qué época vivió? Es la pregunta que seguramente se harán algunos de nuestros lectores, y para ello iniciamos por informar que fue el sexto rey amorrita (nacido en el año 1728 antes de Cristo) quien logró extender su dominio por toda Mesopotamia, a partir del entonces pequeño reino de Babilonia.

Sin embargo, durante su reinado logró la ascensión de su pueblo (los amorritas) en una preponderante nación, al lograr un amplio dominio de los pueblos vecinos.

Los amorritas fueron originariamente un pueblo nómada, originario de lo que hoy es Siria, establecido en ese lugar a finales del siglo XIX a. de C., quienes inicialmente eran amenazados por poblaciones vecinas, pero Hammurabi se dedicó a tejer una red de alianzas en sus primeros diez años de reinado, para poder vencer a naciones tales como Asiria y Sumeria, hasta lograr extender sus dominios por toda Mesopotamia.

Sometidos todos los habitantes de su territorio, Hammurabi se dedicó a darle fuerza, unidad y consistencia a sus dominios mediante un aparato burocrático centralizado, con gobernadores, funcionarios y escribas que le daban cuenta de sus actividades y del cumplimiento de los mandatos reales.

La justicia era impartida por el poder civil y el poder religioso, con la posibilidad de apelar al juez supremo, o sea al rey. En cuanto a la religión el culto oficial era al dios Marduk.

El Código Hammurabi constituye un conjunto de leyes de los más antiguos del mundo, consistente en 282 leyes labradas en doce tabletas en escritura cuneiforme en una estela de piedra oscura en forma de cilindro y 2.4 metros de altura.

Dicha piedra labrada tiene en su parte superior un relieve con la imagen del rey, representando a este recibiendo las leyes de parte del dios Marduk, la que tras de ser robada pero posteriormente recuperada, hoy se encuentra en el Museo Louvre en París.

Dentro de las más de 200 leyes que contiene dicho Código, destacan las siguientes: La pena de muerte se aplica a quienes hayan robado, así como al que haya calumniado a su prójimo en ocasión de un asesinato; al que haya hecho daño físico a otro, recibirá igual acción (ojo por ojo, diente por diente); al padre que haya tenido contacto carnal con su hija, su pena será el destierro; si un hijo roba a su padre, se le cortará la mano.

Otro hecho significativo en el Código Hammurabi es haber planteado la posibilidad de presunción de inocencia, asegurando que tanto acusador como acusado, se les permita presentar pruebas de los hechos, según la investigadora Grecia Calderón.

Otra característica de dicho código, era considerar que la sociedad, jurídicamente, estaba dividida en tres clases sociales: los hombres libres, los subordinados y los esclavos. Estos últimos eran extranjeros capturados en la guerra o adquiridos mediante compra-venta en el exterior del país.

La severidad de las penas contra el que ayudara a un esclavo a huir, mostraba la violencia de su explotación, a pesar de que en el derecho civil se observe un espíritu de equidad.

Hay que hacer notar que las leyes reconocían personalidad jurídica y económica plena a la mujer; por lo tanto podían poseer y administrar bienes sin tener que rendir cuentas a nadie.

Se protegía la institución del matrimonio monogámico e indisoluble, salvo en determinados casos en que sí operaba el divorcio.

En cuanto al derecho comercial, el poder palaciego y el religioso tenían que recibir tributo, si bien el patrimonio real estaba claramente diferenciado del patrimonio estatal y administrado separadamente.

Hammurabi es célebre en la actualidad por haber sido un talentoso legislador, cuyo modelo fue tomado en cuenta en la creación de leyes de otras naciones posteriores.

¡Hasta la próxima!