/ domingo 28 de febrero de 2021

Fibra Uno, la tormenta ya está pasando

El próximo 18 de marzo el fideicomiso inmobiliario que dirige Gonzalo Robina cumple 10 años de su debut en la BMV de José Oriol Bosch, periodo durante el cual se consolidó como el jugador más importante del mercado con 641 propiedades y más de 10 millones de metros cuadrados de área rentable. Y tanto en el ámbito financiero, bursátil e incluso operativo, Fibra Uno marcó la ruta para el resto de los fideicomisos inmobiliarios que hoy cotizan en el mercado de valores. Sin embargo, el fideicomiso no fue ajeno a la debacle provocada por la pandemia, pero las tendencias y señales de recuperación son cada vez más evidentes y la propia administración reconoce que lo peor de la crisis ya habría pasado y que conforme avance el proceso de vacunación en Estados Unidos, el principal socio comercial de México, y a nivel doméstico la recuperación será más sólida y tendrá un efecto inmediato en el sector inmobiliario, que tradicionalmente es de los primeros en anticipar los ciclos económicos. Al cierre del año pasado 38% de los ingresos provinieron del segmento comercial, 31% del industrial, y 23% del rubro de oficinas que pese a la inquietud que generó el impacto de una desocupación obligada, para Fibra Uno el efecto neto negativo fue de sólo 38 mil metros cuadrados, y con las mejores ubicaciones disponibles, precios por debajo del promedio del mercado, y una potencial tendencia de rentar espacios más amplios para seguir cumpliendo las reglas de sana distancia, podrían mejorar el desempeño, aunque los analistas bursátiles destacan que la resiliencia mayor seguirá siendo en el segmento industrial. Pese a los avances y las expectativas positivas, Fibra Uno mantiene una prudencia financiera y operativa, pero además cautela en sus decisiones las cuales no se detienen y la administración sigue pendiente de oportunidades de compra e incluso desinversiones que agreguen todavía más valor a sus accionistas.

@robertoah

El próximo 18 de marzo el fideicomiso inmobiliario que dirige Gonzalo Robina cumple 10 años de su debut en la BMV de José Oriol Bosch, periodo durante el cual se consolidó como el jugador más importante del mercado con 641 propiedades y más de 10 millones de metros cuadrados de área rentable. Y tanto en el ámbito financiero, bursátil e incluso operativo, Fibra Uno marcó la ruta para el resto de los fideicomisos inmobiliarios que hoy cotizan en el mercado de valores. Sin embargo, el fideicomiso no fue ajeno a la debacle provocada por la pandemia, pero las tendencias y señales de recuperación son cada vez más evidentes y la propia administración reconoce que lo peor de la crisis ya habría pasado y que conforme avance el proceso de vacunación en Estados Unidos, el principal socio comercial de México, y a nivel doméstico la recuperación será más sólida y tendrá un efecto inmediato en el sector inmobiliario, que tradicionalmente es de los primeros en anticipar los ciclos económicos. Al cierre del año pasado 38% de los ingresos provinieron del segmento comercial, 31% del industrial, y 23% del rubro de oficinas que pese a la inquietud que generó el impacto de una desocupación obligada, para Fibra Uno el efecto neto negativo fue de sólo 38 mil metros cuadrados, y con las mejores ubicaciones disponibles, precios por debajo del promedio del mercado, y una potencial tendencia de rentar espacios más amplios para seguir cumpliendo las reglas de sana distancia, podrían mejorar el desempeño, aunque los analistas bursátiles destacan que la resiliencia mayor seguirá siendo en el segmento industrial. Pese a los avances y las expectativas positivas, Fibra Uno mantiene una prudencia financiera y operativa, pero además cautela en sus decisiones las cuales no se detienen y la administración sigue pendiente de oportunidades de compra e incluso desinversiones que agreguen todavía más valor a sus accionistas.

@robertoah