Dr. Jesús G. Sotomayor Garza
Cronista de Torreón
Como un símbolo que une a la Comarca Lagunera de Coahuila y Durango, es reconocido el río Nazas, siendo de las afluentes nacionales, quizá el más importante y el mejor aprovechado en todo México, debido a que sus aguas se utilizan para el riego lo que le da vida a una gran superficie de tierras laborables de los estados de Coahuila y Durango.
El río Nazas se le conoce desde tiempos remotos bajo tal nombre debido a que los antiguos pobladores laguneros realizaban la pesca en tal río con un instrumento que era una especie de canasta entretejida de forma casi romboide que se fabricaba con material de un árbol ribereño, la canasta se depositaba en el fondo del río, y los peces entraban en ella, pero no podían salir por la forma que ésta tenía. A este instrumento se le llamaba naza y al llegar los primeros evangelizadores y colonizadores a la región alta del río, al preguntar los mismos sobre su nombre le llamaron a tal afluente “Río de las Nazas”.
El río en cita se origina en la sierra madre occidental en la conjunción de los ríos Santiago y Tepehuanes, precisamente en el cañón de Ramos donde nace el río de tal nombre y en la antigua hacienda del Rincón se une a otro llamado oro, y la conjunción de ambos da lugar al nacimiento del Nilo lagunero, ya en la presa Lázaro Cárdenas, el Nazas se nutre de otras afluentes, como el río San Juan, el de Peñón Blanco y Cuencamé y después de pasar el río Nazas por Rodeo, Nazas, el cañón de Fernández´, la presa reguladora Francisco Zarco, Sapioriz, la Goma, León Guzmán, Ciudad Juárez y las cercanías de Lerdo, todas del estado de Durango, pasa a territorio de Coahuila y sirve de límite entre ambas entidades.
Las aguas del padre Nazas se derivan a varios canales de distribución en Coahuila y Durango, alimentando nuestra cuenca hidráulica y una vez que fueron controladas las aguas del Nilo lagunero desaparecieron las lagunas en cuestión, habiendo recobrado vida la de Mayrán a finales de 1991 y a principios de 1992.
Las aguas de río Nazas de igual manera han dado lugar a conflictos entre propietarios de las tierras como fue el caso de Leonardo Zuloaga y Juan Ignacio Jiménez en 1858, así como entre este último propietario y los habitantes de Matamoros, conflicto en el que intervino a favor de estos últimos el inmortal Benito Juárez, pues el terrateniente no permitió el paso del agua para Matamoros, esto en 1868. Las disputas por las aguas del Nazas dieron lugar a acciones judiciales, políticas y a enfrentamientos, los cuales afortunadamente fueron resueltos.
A nuestro río Nazas le debemos de considerar y darle el privilegiado lugar de ser el principal factor de progreso en nuestra Comarca Lagunera.
