/ viernes 12 de marzo de 2021

El regreso a clases semipresenciales ayudará en la reconstrucción del tejido social

De acuerdo a la encuesta del periódico Reforma del 16 de febrero de este año. Esto es, a casi un año que nos fuimos al encierro por instrucciones de la Secretaría de Salud federal, el problema de la salud-pandemia se posicionó como el más importante para los mexicanos, así lo manifestó el 32% de la población; y el resto de los problemas se colocan lugares abajo. La inseguridad en segundo sitio con el 22%; en tercero empatados el desempleo y la economía, con el 14%; y en cuarto la corrupción con el 9%. Estos datos reflejan una situación muy preocupante sobre la salud mental de los mexicanos. En la Universidad Autónoma de Coahuila, en la elección de rector, la demanda principal fue el regreso a clases. Esto nos conduce a la siguiente pregunta: ¿Esta problemática expresada por los jóvenes estudiantes, será el reflejo de la necesidad de recuperar su bienestar emocional? La preocupación es la pérdida del sentido de vida de algunos jóvenes y la interacción con los demás, agravado por lo incierto del futuro.


De lo que expresa la encuesta de Reforma, podemos apuntar, que en el contexto de la pandemia se manifiestan más los trastornos de personalidad, como la ansiedad, el estrés, las depresiones y tristemente las adicciones al alcohol y otros tipos de sustancias. Tampoco debemos hacer a un lado los suicidios. Antes de la pandemia en Saltillo ya era un problema muy preocupante el vacío existencial en el cual se encuentran muchos jóvenes y jóvenes adultos. Entre más tarde el “quédate en casa”, las consecuencias a largo plazo son impredecibles.


La investigadora de la UAdeC, Jana Serranova, nacida en Checoslovaquia (Hoy República Checa), con doctorado en psicología, me expresó su preocupación por la soledad de muchos y en contraparte en la mayoría de los hogares no existe suficiente espacio propio, para cada integrante, por lo que surge otro tipo de tensión que conlleva a varios tipos de violencia. En otras palabras, dice, estamos frente a la pérdida del tejido social. El futuro se plantea difícil, porque la pandemia no desaparecerá mínimo en cinco años, esto se anuncia en la Unión Europea. Jana menciona que en su país muere más gente que en México, si hablamos sobre estadística y número de población. Los checos llevan a los enfermos a Polonia, Suiza o Alemania, porque el sistema de salud está colapsado.


Por otra parte, un amigo lagunero, Armando Pérez Merodio, me comentó: Hay colegios que están regresando de forma híbrida, hay otros que escalonadamente y otros esperan regresar a las aulas al 100% cuando sea posible, sin embargo, me llamó mucho la atención lo que están haciendo en el Cumbres, ya están regresando a las aulas los alumnos que, debido al cambio de clases presenciales a clases a distancia, les afectó en su desempeño y/o en lo emocional, empezaron con un par de días a la semana y según los resultados fueron aumentando, eso les permitió dar una atención personalizada involucrando a los papás con reuniones entre maestro, coordinador, alumno y padres, entre todos van monitoreando el avance y su tendencia, así que cuando regresen todos juntos, van a estar más preparados para hacerlo.


Esta problemática de la salud-pandemia nos exige encontrar maneras de atender la petición de muchos estudiantes de regresar a clases. No solo debemos hacerlo porque en algunas actividades de enseñanza-aprendizaje, se requiere, dado que es más eficiente el proceso formativo, sino porque en el aula, se lleva a cabo también una buena parte de la construcción social que requerimos los humanos. Muchas de las amistades las hacemos en el salón de clases y gran parte de esas amistades las fomentamos por toda la vida. En mi caso egresé de la carrera de ingeniero industrial en 1974. Y unos amigos de esa generación tuvieron a bien hacer un grupo de WhatsApp. En este espacio nos comunicamos con regularidad y refrendamos nuestra amistad y solidaridad. Si alguien se enferma, nos enteramos rápidamente y la solidaridad brota de inmediato y nos ayudamos de muy diversas maneras. Estas amistades las hicimos cursando la carrera. Estas relaciones sociales indispensables para los humanos, son las que la pandemia no les permite a nuestros estudiantes, por ello también hay que buscar las formas posibles, con los cuidados necesarios para rehacer el bienestar emocional y social.


jshv0851@gmail.com

De acuerdo a la encuesta del periódico Reforma del 16 de febrero de este año. Esto es, a casi un año que nos fuimos al encierro por instrucciones de la Secretaría de Salud federal, el problema de la salud-pandemia se posicionó como el más importante para los mexicanos, así lo manifestó el 32% de la población; y el resto de los problemas se colocan lugares abajo. La inseguridad en segundo sitio con el 22%; en tercero empatados el desempleo y la economía, con el 14%; y en cuarto la corrupción con el 9%. Estos datos reflejan una situación muy preocupante sobre la salud mental de los mexicanos. En la Universidad Autónoma de Coahuila, en la elección de rector, la demanda principal fue el regreso a clases. Esto nos conduce a la siguiente pregunta: ¿Esta problemática expresada por los jóvenes estudiantes, será el reflejo de la necesidad de recuperar su bienestar emocional? La preocupación es la pérdida del sentido de vida de algunos jóvenes y la interacción con los demás, agravado por lo incierto del futuro.


De lo que expresa la encuesta de Reforma, podemos apuntar, que en el contexto de la pandemia se manifiestan más los trastornos de personalidad, como la ansiedad, el estrés, las depresiones y tristemente las adicciones al alcohol y otros tipos de sustancias. Tampoco debemos hacer a un lado los suicidios. Antes de la pandemia en Saltillo ya era un problema muy preocupante el vacío existencial en el cual se encuentran muchos jóvenes y jóvenes adultos. Entre más tarde el “quédate en casa”, las consecuencias a largo plazo son impredecibles.


La investigadora de la UAdeC, Jana Serranova, nacida en Checoslovaquia (Hoy República Checa), con doctorado en psicología, me expresó su preocupación por la soledad de muchos y en contraparte en la mayoría de los hogares no existe suficiente espacio propio, para cada integrante, por lo que surge otro tipo de tensión que conlleva a varios tipos de violencia. En otras palabras, dice, estamos frente a la pérdida del tejido social. El futuro se plantea difícil, porque la pandemia no desaparecerá mínimo en cinco años, esto se anuncia en la Unión Europea. Jana menciona que en su país muere más gente que en México, si hablamos sobre estadística y número de población. Los checos llevan a los enfermos a Polonia, Suiza o Alemania, porque el sistema de salud está colapsado.


Por otra parte, un amigo lagunero, Armando Pérez Merodio, me comentó: Hay colegios que están regresando de forma híbrida, hay otros que escalonadamente y otros esperan regresar a las aulas al 100% cuando sea posible, sin embargo, me llamó mucho la atención lo que están haciendo en el Cumbres, ya están regresando a las aulas los alumnos que, debido al cambio de clases presenciales a clases a distancia, les afectó en su desempeño y/o en lo emocional, empezaron con un par de días a la semana y según los resultados fueron aumentando, eso les permitió dar una atención personalizada involucrando a los papás con reuniones entre maestro, coordinador, alumno y padres, entre todos van monitoreando el avance y su tendencia, así que cuando regresen todos juntos, van a estar más preparados para hacerlo.


Esta problemática de la salud-pandemia nos exige encontrar maneras de atender la petición de muchos estudiantes de regresar a clases. No solo debemos hacerlo porque en algunas actividades de enseñanza-aprendizaje, se requiere, dado que es más eficiente el proceso formativo, sino porque en el aula, se lleva a cabo también una buena parte de la construcción social que requerimos los humanos. Muchas de las amistades las hacemos en el salón de clases y gran parte de esas amistades las fomentamos por toda la vida. En mi caso egresé de la carrera de ingeniero industrial en 1974. Y unos amigos de esa generación tuvieron a bien hacer un grupo de WhatsApp. En este espacio nos comunicamos con regularidad y refrendamos nuestra amistad y solidaridad. Si alguien se enferma, nos enteramos rápidamente y la solidaridad brota de inmediato y nos ayudamos de muy diversas maneras. Estas amistades las hicimos cursando la carrera. Estas relaciones sociales indispensables para los humanos, son las que la pandemia no les permite a nuestros estudiantes, por ello también hay que buscar las formas posibles, con los cuidados necesarios para rehacer el bienestar emocional y social.


jshv0851@gmail.com