/ domingo 28 de noviembre de 2021

El mejor remedio

Llegó una señora con su maleta lista para salir de viaje y le dijo al sacerdote del pueblo: “deme su bendición voy a Tijuana”, “¿y eso?”, preguntó el sacerdote. “Voy a buscar remedio a mis males; que no dijo usted: Dios está en Tijuana”, cuestionó la mujer. “¡No hija, dije: Dios está en ti, Juana si lo dejas entrar en tu corazón”, respondió.

El sabio Salomón escribió: “Solamente he encontrado lo siguiente: que Dios hizo perfecto al hombre, pero éste se ha complicado la vida”. La ansiedad, la toma de decisiones y un alto grado de negativismo hace que muchos se compliquen la vida, por lo tanto el miedo, el temor, la inseguridad hace que el hombre busque remedios para calmar su estado emocional en el cual vive desesperadamente. El hombre ha buscado por sus propios medios (MEDICAMENTOS) para curarlos, pero por demás que busquen medicina para curarlo no hay cura para eso. Esos remedios no te devolverán la salud. Les decía Isaías a un pueblo rebelde, veamos algunos remedios:

EL REMEDIO DE LA CULTURA: El hombre se hace sabio en su propia opinión. Adán y Eva cosieron delantales para cubrirse, los griegos se dice que fueron la cuna de la cultura y la civilización, probaban un poquito aquí un poquito allá. Para ellos las relaciones homosexuales no eran ningún problema; embriagarse, tener desenfrenos era cosa de diario. En las escuelas nos muestran y enseñan sus pensamientos como algo fabuloso, pero de sus vida personales callan por que fueron un desastre. Algunos creen que ir a la universidad les hace más sabios, la universidad les prepara para vivir una vida más cómoda, lamentablemente muchos buenos estudiantes doctores en sus ramas están en la cárcel, solo basta saber de políticos, exfuncionarios públicos, exgobernadores acusados de corrupción y de muchas delitos más, se pude decir que: sin valores, SIN CRISTO, su vida se puede convertir en un infierno aquí en la tierra.

EL REMEDIO DE LA BRUJERÍA Y LA HECHICERÍA: Todavía hasta el día de hoy, buscan quien haga un amarre al ser querido y les prometen hacerlo volver si no. La devolución de su dinero o quitarle la salación que les han puesto ofreciéndoles, el tapate de la felicidad, el perfume de la atracción y retiro de las malas vibras. Dice Dt 18: 10-14 “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos”.

EL REMEDIO DE LAS BUENAS OBRAS: Caín ofreció fruto, pensó que era suficiente. Algunos piensan en la buena obra del día “no hay quien haga lo bueno no hay ni siquiera uno”. Piensan en la limosna, en el taco o en la moneda que le dan a los pobres y aquietan su alma.

EL REMEDIO DE MUCHOS IDOLOS: Al parecer este no ha fallado en todas las culturas, el temor de acercarse al Dios verdadero les es más fácil suplirlo con un ídolo o imagen para que intervenga por él, pero está establecido que no hay otro mediador entre Dios y los hombres. Jesucristo el justo y no hay otro nombre dado a los hombres dado a los hombres en el cual podamos ser salvos solo en Jesucristo. Acerquémonos confiadamente al trono de su gracia, acerquémonos a Él y Él se acercará a nosotros, pero esto solo lo hacen las mujeres y los hombres valientes que han buscado un remedio en los ídolos y no lo han encontrado.

EL REMEDIO DE LOS MEDICAMENTOS: Milagrosos, por cierto, muy de moda. Algunos en sus desesperación de las enfermedades gastan hasta lo último que tienen. Venden sus terrenos, casas, empeñan lo que tienen al punto de perderlo todo, por no tener para refrendar.

EL REMEDIO DE LA FE: Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Así le pasó a una mujer enferma de flujo de sangre había gastado todo en médicos y cada día le iba peor. PERO UN DÍA escuchó hablar de Jesús que hacia Milagros y le vio pasar y dijo en su corazón: “si tan solo pudiese tocar al borde de sus vestiduras sería sana”. Ella se atrevió extender su mano cuántos de los que leen se atreverían a extender su mano para recibir de Dios bendición: “El que pide recibe el que toca se le abrirá, el que llama se le oirá”. Esta mujer al extender en un ACTO DE FE su vida fue transformada, sus pecados fueron perdonados y la enfermedad desapareció. Esta es una invitación a tener Fe en Jesucristo, para tener una nueva manera de vivir y si tú estas enfermo o un familiar o pasas por una situación difícil, solo cree que Jesucristo él puede cambiar el rumbo de tu vida. ¡Date una oportunidad! Jesucristo no es una religión hotemadavid@hotmail.com

Llegó una señora con su maleta lista para salir de viaje y le dijo al sacerdote del pueblo: “deme su bendición voy a Tijuana”, “¿y eso?”, preguntó el sacerdote. “Voy a buscar remedio a mis males; que no dijo usted: Dios está en Tijuana”, cuestionó la mujer. “¡No hija, dije: Dios está en ti, Juana si lo dejas entrar en tu corazón”, respondió.

El sabio Salomón escribió: “Solamente he encontrado lo siguiente: que Dios hizo perfecto al hombre, pero éste se ha complicado la vida”. La ansiedad, la toma de decisiones y un alto grado de negativismo hace que muchos se compliquen la vida, por lo tanto el miedo, el temor, la inseguridad hace que el hombre busque remedios para calmar su estado emocional en el cual vive desesperadamente. El hombre ha buscado por sus propios medios (MEDICAMENTOS) para curarlos, pero por demás que busquen medicina para curarlo no hay cura para eso. Esos remedios no te devolverán la salud. Les decía Isaías a un pueblo rebelde, veamos algunos remedios:

EL REMEDIO DE LA CULTURA: El hombre se hace sabio en su propia opinión. Adán y Eva cosieron delantales para cubrirse, los griegos se dice que fueron la cuna de la cultura y la civilización, probaban un poquito aquí un poquito allá. Para ellos las relaciones homosexuales no eran ningún problema; embriagarse, tener desenfrenos era cosa de diario. En las escuelas nos muestran y enseñan sus pensamientos como algo fabuloso, pero de sus vida personales callan por que fueron un desastre. Algunos creen que ir a la universidad les hace más sabios, la universidad les prepara para vivir una vida más cómoda, lamentablemente muchos buenos estudiantes doctores en sus ramas están en la cárcel, solo basta saber de políticos, exfuncionarios públicos, exgobernadores acusados de corrupción y de muchas delitos más, se pude decir que: sin valores, SIN CRISTO, su vida se puede convertir en un infierno aquí en la tierra.

EL REMEDIO DE LA BRUJERÍA Y LA HECHICERÍA: Todavía hasta el día de hoy, buscan quien haga un amarre al ser querido y les prometen hacerlo volver si no. La devolución de su dinero o quitarle la salación que les han puesto ofreciéndoles, el tapate de la felicidad, el perfume de la atracción y retiro de las malas vibras. Dice Dt 18: 10-14 “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos”.

EL REMEDIO DE LAS BUENAS OBRAS: Caín ofreció fruto, pensó que era suficiente. Algunos piensan en la buena obra del día “no hay quien haga lo bueno no hay ni siquiera uno”. Piensan en la limosna, en el taco o en la moneda que le dan a los pobres y aquietan su alma.

EL REMEDIO DE MUCHOS IDOLOS: Al parecer este no ha fallado en todas las culturas, el temor de acercarse al Dios verdadero les es más fácil suplirlo con un ídolo o imagen para que intervenga por él, pero está establecido que no hay otro mediador entre Dios y los hombres. Jesucristo el justo y no hay otro nombre dado a los hombres dado a los hombres en el cual podamos ser salvos solo en Jesucristo. Acerquémonos confiadamente al trono de su gracia, acerquémonos a Él y Él se acercará a nosotros, pero esto solo lo hacen las mujeres y los hombres valientes que han buscado un remedio en los ídolos y no lo han encontrado.

EL REMEDIO DE LOS MEDICAMENTOS: Milagrosos, por cierto, muy de moda. Algunos en sus desesperación de las enfermedades gastan hasta lo último que tienen. Venden sus terrenos, casas, empeñan lo que tienen al punto de perderlo todo, por no tener para refrendar.

EL REMEDIO DE LA FE: Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Así le pasó a una mujer enferma de flujo de sangre había gastado todo en médicos y cada día le iba peor. PERO UN DÍA escuchó hablar de Jesús que hacia Milagros y le vio pasar y dijo en su corazón: “si tan solo pudiese tocar al borde de sus vestiduras sería sana”. Ella se atrevió extender su mano cuántos de los que leen se atreverían a extender su mano para recibir de Dios bendición: “El que pide recibe el que toca se le abrirá, el que llama se le oirá”. Esta mujer al extender en un ACTO DE FE su vida fue transformada, sus pecados fueron perdonados y la enfermedad desapareció. Esta es una invitación a tener Fe en Jesucristo, para tener una nueva manera de vivir y si tú estas enfermo o un familiar o pasas por una situación difícil, solo cree que Jesucristo él puede cambiar el rumbo de tu vida. ¡Date una oportunidad! Jesucristo no es una religión hotemadavid@hotmail.com