/ lunes 2 de septiembre de 2019

El Mapeo Geográfico del Delito

Existen hoy herramientas que nos permiten ubicar geográficamente los delitos, más allá de que nos permite saber en que zonas hay más concentración de delitos, nos permite establecer patrones de conducta delictiva para adoptar medidas preventivas y políticas de seguridad.

En el Consejo Cívico de las Instituciones, A.C. (CCI Laguna) hemos puesto en práctica estas herramientas, aplicando mapeos y análisis espacial y hoy saber los lugares donde preferentemente se producen los delitos, pero sobre todo para evaluar si las políticas y medidas implementadas por la autoridad van teniendo resultado.

De forma sistemática tanto en el municipio de Torreón como Gómez Palacio hemos encontrado concentraciones elevadas en zonas muy específicas en cada una de las manifestaciones de los delitos, esto significa que los esfuerzos de la autoridad por analizar, gestionar y combatir los delitos en esas zonas específicas han sido insuficientes.

La toma de decisiones de la autoridad para enfrentar a la delincuencia no debe ser por intuición, si no tomando en cuenta evidencia clara y contundente.

Ante una inminente insuficiencia de recursos policiales, estos se deben optimizar, para que se utilicen y se distribuyan en los días, las horas y las formas más frecuentes, haciendo más eficaces las decisiones y la coordinación de acciones preventivas junto con otras instancias.

Si se concentran los esfuerzos en estas áreas calientes de manifestación del delito, se distribuirán mejor los patrullajes, aumentando la posibilidad de éxito, ya sea como fin disuadir el delito o intervenir en una acción concreta.

Tan solo ubicar los delitos en un mapa y saber que días y a que horas se están cometiendo resultará insuficiente, pues se requiere analizar la concentración de los delitos y la densidad de población donde ocurren, incluso puede llegar a ser predecible el espacio donde ocurrirá el próximo delito.

Hoy podemos saber con toda claridad que sectores son los más propensos de ser víctimas de un delito y la siguiente etapa es poder investigar las conductas criminales asociadas a esas víctimas para decirnos con mayor precisión el lugar, el día y el momento en que se producirán los siguientes delitos.

Anhelamos que se diseñen nuevas estrategias de prevención e intervención se atiendan las causas.

Existen hoy herramientas que nos permiten ubicar geográficamente los delitos, más allá de que nos permite saber en que zonas hay más concentración de delitos, nos permite establecer patrones de conducta delictiva para adoptar medidas preventivas y políticas de seguridad.

En el Consejo Cívico de las Instituciones, A.C. (CCI Laguna) hemos puesto en práctica estas herramientas, aplicando mapeos y análisis espacial y hoy saber los lugares donde preferentemente se producen los delitos, pero sobre todo para evaluar si las políticas y medidas implementadas por la autoridad van teniendo resultado.

De forma sistemática tanto en el municipio de Torreón como Gómez Palacio hemos encontrado concentraciones elevadas en zonas muy específicas en cada una de las manifestaciones de los delitos, esto significa que los esfuerzos de la autoridad por analizar, gestionar y combatir los delitos en esas zonas específicas han sido insuficientes.

La toma de decisiones de la autoridad para enfrentar a la delincuencia no debe ser por intuición, si no tomando en cuenta evidencia clara y contundente.

Ante una inminente insuficiencia de recursos policiales, estos se deben optimizar, para que se utilicen y se distribuyan en los días, las horas y las formas más frecuentes, haciendo más eficaces las decisiones y la coordinación de acciones preventivas junto con otras instancias.

Si se concentran los esfuerzos en estas áreas calientes de manifestación del delito, se distribuirán mejor los patrullajes, aumentando la posibilidad de éxito, ya sea como fin disuadir el delito o intervenir en una acción concreta.

Tan solo ubicar los delitos en un mapa y saber que días y a que horas se están cometiendo resultará insuficiente, pues se requiere analizar la concentración de los delitos y la densidad de población donde ocurren, incluso puede llegar a ser predecible el espacio donde ocurrirá el próximo delito.

Hoy podemos saber con toda claridad que sectores son los más propensos de ser víctimas de un delito y la siguiente etapa es poder investigar las conductas criminales asociadas a esas víctimas para decirnos con mayor precisión el lugar, el día y el momento en que se producirán los siguientes delitos.

Anhelamos que se diseñen nuevas estrategias de prevención e intervención se atiendan las causas.