/ viernes 2 de octubre de 2020

El griego Herodoto, Padre de la Historia

Herodoto nació en Halicarnaso, ubicada en Asia Menor, actualmente es una pequeña ciudad turca denominada Bodrum, en el año 484 antes de Cristo (a.C.), cuando ese lugar era reclamado por Grecia y era gobernada por el tirano Ligdamis.

Los padres de Herodoto eran, por consiguiente, súbditos del imperio persa, pero en sus venas corría sangre turca, pues la familia pertenecía a la aristocracia del Halicarnaso griego.

Siendo un niño, Herodoto, hubo una revuelta en contra Ligdamis, y la familia tuvo que cambiar su residencia, estableciéndose en Samos, donde aprendió más a fondo el dialecto jónico, redactando toda su obra en dicha lengua.

Su narrativa comprende un total de nueve libros, cuyo conjunto es conocido como Historias, que cuentan los sucesos de las llamadas Guerras Médicas, que comprenden los encuentros bélicos de los griegos contra el poderoso imperio persa, hasta concluir con la victoria de los atenienses sobre el emperador Darío el Grande y su hijo Jerjes.

Su obra constituye el primer intento de plasmar lo que él ve como el enfrentamiento de dos civilizaciones, la helénica y la oriental, imprimiendo a su relato un sentido moral y religioso, e intercalando algunos puntos de vista descriptivos y etnográficos sobre los pueblos bárbaros y que ya desde su época se supo apreciar el valor de su narrativa, otorgándole el título de “Padre de la Historia”.

Los extensos recorridos de Herodoto por varios países de Medio Oriente y Egipto, le permitieron recoger sus diversidades geográficas en un intento de comprender su presente y su pasado. Incluso, su interés fue en ocasiones tachado de exagerado, sin embargo expediciones arqueológicas de nuestra época han demostrado que muchas de sus descripciones eran reales.

Algunos de sus biógrafos informan que entre la caída de Ligdamis y su llegada a Turios, donde fundaron una nueva colonia, hacia 444 – 443 a.C., Herodoto realizó viajes por varias ciudades griegas y en ellas daba lectura pública de sus obras, teniendo una buena acogida en Atenas.

En esta última, el gran Pericles le permitió a Herodoto la oportunidad de conocer el gran momento político y cultural de esa capital de la cultura occidental, donde también conoció a Sófocles, el gran poeta trágico que tuvo un gran impactó en la obra del Padre de la Historia.

También en la época previa a la fundación de Turios, Herodoto hizo los viajes en que nos refiere a Egipto, Fenicia y Mesopotamia, pero también al país de los escitas, y todos esos viajes estuvieron inspirados por el deseo de aumentar sus conocimientos y saciar sus ansias de saber.

Herodoto, a través de su obra narrativa, se le logra identificar como un hombre curioso, observador y dispuesto a escuchar en los lugares que visita, cuyas cualidades las transformó en una erudición enciclopédica.

La división de su obra en nueve libros, fueron hechos en Alejandría y cada uno lleva el nombre de una musa; los cinco primeros describen los aspectos de fondo de las “Guerras Médicas”, y los cuatro restantes refieren la historia de la guerra de la invasión a Grecia por el rey persa Jerjes, así como las grandes victorias griegas de Salamina, Platea y Micala.

Las Guerras Médicas y sus preliminares, son el tema de esta primera gran historia narrativa de la antigüedad, si bien hay que advertir que la crónica de Herodoto es múltiple y compleja; difícil de resumir.

Durante un largo tiempo, su Historia fue menospreciada al darle lugar a la historia político-militar (historia oficial) a partir de Tulídides, pero dado que renació el interés por la historia cultural y la corroboración de todas las descripciones dadas por Herodoto, la arqueología moderna le devolvió un lugar destacado a la obra del Padre de la Historia.

Probablemente murió entre los años 426 y 421 a. C. en Turios, y sus Relatos Asirios se encuentran perdidos, y se le ha atribuido una obra sobre la vida de Homero, que sin embargo se le considera apócrifa.


¡Hasta la próxima!

Herodoto nació en Halicarnaso, ubicada en Asia Menor, actualmente es una pequeña ciudad turca denominada Bodrum, en el año 484 antes de Cristo (a.C.), cuando ese lugar era reclamado por Grecia y era gobernada por el tirano Ligdamis.

Los padres de Herodoto eran, por consiguiente, súbditos del imperio persa, pero en sus venas corría sangre turca, pues la familia pertenecía a la aristocracia del Halicarnaso griego.

Siendo un niño, Herodoto, hubo una revuelta en contra Ligdamis, y la familia tuvo que cambiar su residencia, estableciéndose en Samos, donde aprendió más a fondo el dialecto jónico, redactando toda su obra en dicha lengua.

Su narrativa comprende un total de nueve libros, cuyo conjunto es conocido como Historias, que cuentan los sucesos de las llamadas Guerras Médicas, que comprenden los encuentros bélicos de los griegos contra el poderoso imperio persa, hasta concluir con la victoria de los atenienses sobre el emperador Darío el Grande y su hijo Jerjes.

Su obra constituye el primer intento de plasmar lo que él ve como el enfrentamiento de dos civilizaciones, la helénica y la oriental, imprimiendo a su relato un sentido moral y religioso, e intercalando algunos puntos de vista descriptivos y etnográficos sobre los pueblos bárbaros y que ya desde su época se supo apreciar el valor de su narrativa, otorgándole el título de “Padre de la Historia”.

Los extensos recorridos de Herodoto por varios países de Medio Oriente y Egipto, le permitieron recoger sus diversidades geográficas en un intento de comprender su presente y su pasado. Incluso, su interés fue en ocasiones tachado de exagerado, sin embargo expediciones arqueológicas de nuestra época han demostrado que muchas de sus descripciones eran reales.

Algunos de sus biógrafos informan que entre la caída de Ligdamis y su llegada a Turios, donde fundaron una nueva colonia, hacia 444 – 443 a.C., Herodoto realizó viajes por varias ciudades griegas y en ellas daba lectura pública de sus obras, teniendo una buena acogida en Atenas.

En esta última, el gran Pericles le permitió a Herodoto la oportunidad de conocer el gran momento político y cultural de esa capital de la cultura occidental, donde también conoció a Sófocles, el gran poeta trágico que tuvo un gran impactó en la obra del Padre de la Historia.

También en la época previa a la fundación de Turios, Herodoto hizo los viajes en que nos refiere a Egipto, Fenicia y Mesopotamia, pero también al país de los escitas, y todos esos viajes estuvieron inspirados por el deseo de aumentar sus conocimientos y saciar sus ansias de saber.

Herodoto, a través de su obra narrativa, se le logra identificar como un hombre curioso, observador y dispuesto a escuchar en los lugares que visita, cuyas cualidades las transformó en una erudición enciclopédica.

La división de su obra en nueve libros, fueron hechos en Alejandría y cada uno lleva el nombre de una musa; los cinco primeros describen los aspectos de fondo de las “Guerras Médicas”, y los cuatro restantes refieren la historia de la guerra de la invasión a Grecia por el rey persa Jerjes, así como las grandes victorias griegas de Salamina, Platea y Micala.

Las Guerras Médicas y sus preliminares, son el tema de esta primera gran historia narrativa de la antigüedad, si bien hay que advertir que la crónica de Herodoto es múltiple y compleja; difícil de resumir.

Durante un largo tiempo, su Historia fue menospreciada al darle lugar a la historia político-militar (historia oficial) a partir de Tulídides, pero dado que renació el interés por la historia cultural y la corroboración de todas las descripciones dadas por Herodoto, la arqueología moderna le devolvió un lugar destacado a la obra del Padre de la Historia.

Probablemente murió entre los años 426 y 421 a. C. en Turios, y sus Relatos Asirios se encuentran perdidos, y se le ha atribuido una obra sobre la vida de Homero, que sin embargo se le considera apócrifa.


¡Hasta la próxima!