/ sábado 11 de junio de 2022

El futuro del agua… ¿Estamos preparados?

El agua es un recurso vital, elemental para la vida de los seres humanos, sin él no existiría absolutamente nada, no habría nada, así de simple. Uno de los hitos recientes más importantes ha sido el reconocimiento por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas del derecho humano al agua y al saneamiento. La Asamblea reconoció el derecho de todos los seres humanos a tener acceso a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal (entre 50 y 100 litros de agua por persona al día) y que sea segura, aceptable y asequible (el coste del agua no debería superar el 3% de los ingresos del hogar), y accesible físicamente (la fuente debe estar a menos de 1.000 metros del hogar y su recogida no debería superar los 30 minutos). Eso marca el acuerdo al derecho.

Sin embargo, en los últimos años no paramos de escuchar en los medios de comunicación, bien sea televisión, radio, portales digitales, etc, una gran cantidad de noticias relacionadas con el cambio climático y las consecuencias derivadas de ello. De entre todas las catastróficas situaciones que nos depara el futuro si seguimos explotando el planeta y seguimos desarrollando nuestro modelo energético al ritmo de vida actual, el agua se puede convertir en un bien escaso en el mundo, es decir, el agua un elemento imprescindible para la vida en la Tierra, y sin el cual un ser humano adulto no puede vivir más de 3 días, será un recurso escaso en el planeta, y por lo tanto, será muy difícil y costoso acceder a él.

Datos oficiales de la ONU, estiman que en la actualidad:


• 2,1 billones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura (OMS/UNICEF 2017).

• 4,5 billones de personas carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura (OMS/UNICEF 2017).

• La escasez de agua ya afecta a cuatro de cada 10 personas (OMS).

Además, en el periodo de tiempo que va desde la actualidad hasta finales de siglo, la demanda energética de la población mundial se multiplicará por 3 y la población de la tierra pasará de los 7.000 millones de personas actuales hasta los 11.000 millones en el año 2100. Ante estas circunstancias, me gustaría invitarlos estimados lectores, a realizar una reflexión, ¿Estamos realmente preparados y conscientes, para que se produzca esa situación?


En la actualidad y a pesar de las medidas adoptadas por los líderes mundiales tras el acuerdo de París, una parte de la población no tiene la capacidad de acceder a agua potable de una manera cómoda y segura, ¿cómo vamos a ser capaces de cumplir el ODS referente al agua en los próximos años? Quizá sea momento de invertir en educación, investigación, en proyectos de saneamiento, en nuevas técnicas de obtención de agua potable, en más y mejores campañas de concienciación… Y por lo tanto, tratar de atajar el problema antes de que sea demasiado tarde.

Cabe preguntarse: ¿qué pasará con el agua en 2050? Dentro de 30 años seremos alrededor de 7.594 millones de personas, por lo que el estrés hídrico será mayor. Esto implicará que la demanda de agua crecerá un 55%, especialmente en el sector de la industria pero también en la producción eléctrica y uso domestico Pasamos a analizar los riesgos de la disminución del agua.

El agua en 2050 será todavía más escasa

Las previsiones, por una parte, no son demasiado halagüeñas, ya que 1.600 millones de personas estarán en riesgo de inundaciones. Además 3.900 millones de personas sufrirán estrés hídrico. Básicamente el 40% de la población mundial. Cuando hablamos de estrés hídrico nos referimos a el momento en el que la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado de tiempo. También se puede aplicar cuando su uso se ve restringido debido a su baja calidad. El estrés hídrico provoca el deterioro de los recursos de agua dulce en lo que se refiere a cantidad y de calidad. Sin duda, el agua en 2050 va a ser un bien todavía más preciado.

Además los acuíferos están en peligro. El satélite Grace de la NASA y la Agencia Aeropespacial Alemana han estudiado 27 de ellos, y las cifras resultan preocupantes. 21 están perdiendo agua, mientras que 1/3 está agotando sus reservas 8 de ellos están estresados y 5 muy estresados.

Todos estos datos arrojan luz sobre la importancia de la sostenibilidad a la hora de poder acceder al uno de los bienes más preciados.

Aspectos que mejorarán

No todo iban a ser malas noticias para el agua en 2050. A pesar de la disminución del agua para 2050, sabemos que se reducirá de 2.300 a 1.400 millones las personas sin acceso a saneamiento básico. Y la población sin agua potable seguro también bajará de los 750 millones a 250.

Escasez de agua en 2050

Para el 2050, se predice que entre 4.800 millones y 5.700 millones de personas vivirán en áreas con estrés hídrico durante al menos un mes al año, frente a los 3.600 millones actuales. Mientras que el número de personas en riesgo de inundaciones aumentará a 1.6 mil millones, de 1.2 mil millones.

En los cinturones de sequía que abarcan México, el oeste de América del Sur, el sur de Europa, China, Australia y Sudáfrica, es probable que las precipitaciones disminuyan. La escasez no podrá compensarse con el suministro de de agua subterránea puesto que un tercio de ellos ya están en peligro.

También hay que tener en cuenta que la la calidad del agua también se está sufriendo un grave deterioro. Desde la década de 1990, la contaminación ha empeorado la calidad del agua de casi todos los ríos de África, Asia y América Latina. Asimismo, se espera que este deterioro empeore aún más en las próximas dos décadas, principalmente debido a las escorrentías agrícolas de fertilizantes y otros agroquímicos que cargan los suministros de agua dulce.

Estos productos introducen todo tipos de nutrientes que conducen al crecimiento de patógenos y la aparición de algas asfixiantes. La industria y las ciudades también son un problema importante. Aproximadamente el 80% de las aguas residuales industriales y municipales se vierten sin tratamiento.

Desgraciadamente, las cifras que se manejan en la actualidad no son nada alentadoras. Como venimos explicando, más de la mitad de la población mundial vivirá en regiones con estrés hídrico para 2050, según los datos compartidos por las Naciones Unidas.

El cambio climático afectará gravemente la disponibilidad de agua para las necesidades humanas básicas y pondrá en peligro el acceso al agua potable y el saneamiento para miles de millones. Como consecuencia de esto, millones de personas se unirán a la ya vasta cantidad de población que sufre estos problemas en la actualidad. Sin duda, la disminución del agua en 2050 es uno de los mayores retos al que nos enfrentamos la humanidad.

Gracias por su atención

Tu participación es tu protección

Por Lic. Nelson Lozada

Asesor y consultor en seguridad y protección civil

Correo electrónico:

neiloza@hotmail.com

El agua es un recurso vital, elemental para la vida de los seres humanos, sin él no existiría absolutamente nada, no habría nada, así de simple. Uno de los hitos recientes más importantes ha sido el reconocimiento por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas del derecho humano al agua y al saneamiento. La Asamblea reconoció el derecho de todos los seres humanos a tener acceso a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal (entre 50 y 100 litros de agua por persona al día) y que sea segura, aceptable y asequible (el coste del agua no debería superar el 3% de los ingresos del hogar), y accesible físicamente (la fuente debe estar a menos de 1.000 metros del hogar y su recogida no debería superar los 30 minutos). Eso marca el acuerdo al derecho.

Sin embargo, en los últimos años no paramos de escuchar en los medios de comunicación, bien sea televisión, radio, portales digitales, etc, una gran cantidad de noticias relacionadas con el cambio climático y las consecuencias derivadas de ello. De entre todas las catastróficas situaciones que nos depara el futuro si seguimos explotando el planeta y seguimos desarrollando nuestro modelo energético al ritmo de vida actual, el agua se puede convertir en un bien escaso en el mundo, es decir, el agua un elemento imprescindible para la vida en la Tierra, y sin el cual un ser humano adulto no puede vivir más de 3 días, será un recurso escaso en el planeta, y por lo tanto, será muy difícil y costoso acceder a él.

Datos oficiales de la ONU, estiman que en la actualidad:


• 2,1 billones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura (OMS/UNICEF 2017).

• 4,5 billones de personas carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura (OMS/UNICEF 2017).

• La escasez de agua ya afecta a cuatro de cada 10 personas (OMS).

Además, en el periodo de tiempo que va desde la actualidad hasta finales de siglo, la demanda energética de la población mundial se multiplicará por 3 y la población de la tierra pasará de los 7.000 millones de personas actuales hasta los 11.000 millones en el año 2100. Ante estas circunstancias, me gustaría invitarlos estimados lectores, a realizar una reflexión, ¿Estamos realmente preparados y conscientes, para que se produzca esa situación?


En la actualidad y a pesar de las medidas adoptadas por los líderes mundiales tras el acuerdo de París, una parte de la población no tiene la capacidad de acceder a agua potable de una manera cómoda y segura, ¿cómo vamos a ser capaces de cumplir el ODS referente al agua en los próximos años? Quizá sea momento de invertir en educación, investigación, en proyectos de saneamiento, en nuevas técnicas de obtención de agua potable, en más y mejores campañas de concienciación… Y por lo tanto, tratar de atajar el problema antes de que sea demasiado tarde.

Cabe preguntarse: ¿qué pasará con el agua en 2050? Dentro de 30 años seremos alrededor de 7.594 millones de personas, por lo que el estrés hídrico será mayor. Esto implicará que la demanda de agua crecerá un 55%, especialmente en el sector de la industria pero también en la producción eléctrica y uso domestico Pasamos a analizar los riesgos de la disminución del agua.

El agua en 2050 será todavía más escasa

Las previsiones, por una parte, no son demasiado halagüeñas, ya que 1.600 millones de personas estarán en riesgo de inundaciones. Además 3.900 millones de personas sufrirán estrés hídrico. Básicamente el 40% de la población mundial. Cuando hablamos de estrés hídrico nos referimos a el momento en el que la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado de tiempo. También se puede aplicar cuando su uso se ve restringido debido a su baja calidad. El estrés hídrico provoca el deterioro de los recursos de agua dulce en lo que se refiere a cantidad y de calidad. Sin duda, el agua en 2050 va a ser un bien todavía más preciado.

Además los acuíferos están en peligro. El satélite Grace de la NASA y la Agencia Aeropespacial Alemana han estudiado 27 de ellos, y las cifras resultan preocupantes. 21 están perdiendo agua, mientras que 1/3 está agotando sus reservas 8 de ellos están estresados y 5 muy estresados.

Todos estos datos arrojan luz sobre la importancia de la sostenibilidad a la hora de poder acceder al uno de los bienes más preciados.

Aspectos que mejorarán

No todo iban a ser malas noticias para el agua en 2050. A pesar de la disminución del agua para 2050, sabemos que se reducirá de 2.300 a 1.400 millones las personas sin acceso a saneamiento básico. Y la población sin agua potable seguro también bajará de los 750 millones a 250.

Escasez de agua en 2050

Para el 2050, se predice que entre 4.800 millones y 5.700 millones de personas vivirán en áreas con estrés hídrico durante al menos un mes al año, frente a los 3.600 millones actuales. Mientras que el número de personas en riesgo de inundaciones aumentará a 1.6 mil millones, de 1.2 mil millones.

En los cinturones de sequía que abarcan México, el oeste de América del Sur, el sur de Europa, China, Australia y Sudáfrica, es probable que las precipitaciones disminuyan. La escasez no podrá compensarse con el suministro de de agua subterránea puesto que un tercio de ellos ya están en peligro.

También hay que tener en cuenta que la la calidad del agua también se está sufriendo un grave deterioro. Desde la década de 1990, la contaminación ha empeorado la calidad del agua de casi todos los ríos de África, Asia y América Latina. Asimismo, se espera que este deterioro empeore aún más en las próximas dos décadas, principalmente debido a las escorrentías agrícolas de fertilizantes y otros agroquímicos que cargan los suministros de agua dulce.

Estos productos introducen todo tipos de nutrientes que conducen al crecimiento de patógenos y la aparición de algas asfixiantes. La industria y las ciudades también son un problema importante. Aproximadamente el 80% de las aguas residuales industriales y municipales se vierten sin tratamiento.

Desgraciadamente, las cifras que se manejan en la actualidad no son nada alentadoras. Como venimos explicando, más de la mitad de la población mundial vivirá en regiones con estrés hídrico para 2050, según los datos compartidos por las Naciones Unidas.

El cambio climático afectará gravemente la disponibilidad de agua para las necesidades humanas básicas y pondrá en peligro el acceso al agua potable y el saneamiento para miles de millones. Como consecuencia de esto, millones de personas se unirán a la ya vasta cantidad de población que sufre estos problemas en la actualidad. Sin duda, la disminución del agua en 2050 es uno de los mayores retos al que nos enfrentamos la humanidad.

Gracias por su atención

Tu participación es tu protección

Por Lic. Nelson Lozada

Asesor y consultor en seguridad y protección civil

Correo electrónico:

neiloza@hotmail.com