/ sábado 8 de febrero de 2020

Don Francisco A. Villanueva

CRONISTA DE TORREÓN

El personaje de quien hoy trataremos, se distinguió por su labor como docente, en lo contable, pero sobre todo como político, habiendo destacado en varias administraciones municipales, así como en las primeras industrias que se establecieron en las que aparte de prestar sus servicios contables servía a las mismas como traductor, de igual manera como se verá más adelante al figurar como servidor público en varias administraciones municipales dio cuenta de su iniciativa y de su habilidad para resolver la problemática que se le presenta a la autoridad municipal.

Mientras que los diccionarios biográficos de Coahuila afirman que nuestro personaje fue originario de Mapimí, Durango, en el álbum de la paz y el trabajo de la autoría de Ireneo Paz editado en el año de 1910, señala como lugar de su nacimiento la población de Allende en el Estado de Chihuahua, mencionando que nació en el año de 1862 y que gran parte de su niñez y juventud las pasó en Parral, Chihuahua, que sus primeros estudios los realizó en tal población, y que en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, cursó la secundaria en el seminario conciliar de la capital de Nuevo León.

Lo cierto es que en el año de 1879 se radicó en Mapimí, Durango en este centro poblacional estableció una escuela dando clase de teneduría de libros, siendo director del “instituto Guerra”, un centro de enseñanza de gran reconocimiento en la región, al mismo tiempo se incorporó como empleado a la importante negociación denominada en ese tiempo “Durango, Mapimí Mining Co” que después se incorporara a la gran empresa “Peñoles”, en tal empresa se desempeñó como tenedor de libros e intérprete, siendo en varias ocasiones consejal del ayuntamiento ocupando varios cargos en el mismo.

En el año de 1889 nuestro personaje se radicó en la colonia del Torreón, en donde fue apoderado y contador de la primer industria de Torreón en la fábrica “La Constancia”. Lo anterior le dio oportunidad de relacionarse rápidamente en todos los estratos sociales de la época, toda vez que en la fábrica laboraban más de 300 obreros, debido a lo expuesto en la primera elección de presidente municipal en el año de 1894 un grupo de ciudadanos lo propuso como candidato, al igual que a don Manuel Azuela, a don Antonio Santoscoy y a don Carlos González Montes de Oca, conviniendo todos ellos que fuera éste último el candidato, quien triunfó en las elecciones, siendo regidor en 1894.

Para el año de 1895 fue electo presidente municipal, siendo reelecto en 1896 y 1897 formando parte del ayuntamiento de 1911 como noveno regidor. Como alcalde interino en 1894 le correspondió iniciar la construcción del panteón municipal y de un cuartel que fueron inaugurados al año siguiente ya como presidente municipal, al igual que ordenó tapar los pozos que existían en la hoy plaza principal, de igual manera realizó las gestiones para que el juzgado de letras y el Registro Público de la Propiedad que se encontraban en Matamoros se trasladaran a Torreón, gestión que se logró, por lo que nuestra ciudad se colocó en lo administrativo y judicial en un primerísimo lugar.

En el aspecto familiar, de igual manera, tuvo la satisfacción de ver a su hijo Francisco Aquilino Villanueva convirtiéndose en un gran médico que sobresalió a nivel nacional. De igual manera fue un gran promotor de la educación alimpulsar el establecimiento de escuelas primarias en las haciendas y grandes rancherías. Nuestro personaje continuó todavía para 1907 como recaudador de rentas en Torreón y regidor en 1911 ignorándose la fecha de su fallecimiento

CRONISTA DE TORREÓN

El personaje de quien hoy trataremos, se distinguió por su labor como docente, en lo contable, pero sobre todo como político, habiendo destacado en varias administraciones municipales, así como en las primeras industrias que se establecieron en las que aparte de prestar sus servicios contables servía a las mismas como traductor, de igual manera como se verá más adelante al figurar como servidor público en varias administraciones municipales dio cuenta de su iniciativa y de su habilidad para resolver la problemática que se le presenta a la autoridad municipal.

Mientras que los diccionarios biográficos de Coahuila afirman que nuestro personaje fue originario de Mapimí, Durango, en el álbum de la paz y el trabajo de la autoría de Ireneo Paz editado en el año de 1910, señala como lugar de su nacimiento la población de Allende en el Estado de Chihuahua, mencionando que nació en el año de 1862 y que gran parte de su niñez y juventud las pasó en Parral, Chihuahua, que sus primeros estudios los realizó en tal población, y que en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, cursó la secundaria en el seminario conciliar de la capital de Nuevo León.

Lo cierto es que en el año de 1879 se radicó en Mapimí, Durango en este centro poblacional estableció una escuela dando clase de teneduría de libros, siendo director del “instituto Guerra”, un centro de enseñanza de gran reconocimiento en la región, al mismo tiempo se incorporó como empleado a la importante negociación denominada en ese tiempo “Durango, Mapimí Mining Co” que después se incorporara a la gran empresa “Peñoles”, en tal empresa se desempeñó como tenedor de libros e intérprete, siendo en varias ocasiones consejal del ayuntamiento ocupando varios cargos en el mismo.

En el año de 1889 nuestro personaje se radicó en la colonia del Torreón, en donde fue apoderado y contador de la primer industria de Torreón en la fábrica “La Constancia”. Lo anterior le dio oportunidad de relacionarse rápidamente en todos los estratos sociales de la época, toda vez que en la fábrica laboraban más de 300 obreros, debido a lo expuesto en la primera elección de presidente municipal en el año de 1894 un grupo de ciudadanos lo propuso como candidato, al igual que a don Manuel Azuela, a don Antonio Santoscoy y a don Carlos González Montes de Oca, conviniendo todos ellos que fuera éste último el candidato, quien triunfó en las elecciones, siendo regidor en 1894.

Para el año de 1895 fue electo presidente municipal, siendo reelecto en 1896 y 1897 formando parte del ayuntamiento de 1911 como noveno regidor. Como alcalde interino en 1894 le correspondió iniciar la construcción del panteón municipal y de un cuartel que fueron inaugurados al año siguiente ya como presidente municipal, al igual que ordenó tapar los pozos que existían en la hoy plaza principal, de igual manera realizó las gestiones para que el juzgado de letras y el Registro Público de la Propiedad que se encontraban en Matamoros se trasladaran a Torreón, gestión que se logró, por lo que nuestra ciudad se colocó en lo administrativo y judicial en un primerísimo lugar.

En el aspecto familiar, de igual manera, tuvo la satisfacción de ver a su hijo Francisco Aquilino Villanueva convirtiéndose en un gran médico que sobresalió a nivel nacional. De igual manera fue un gran promotor de la educación alimpulsar el establecimiento de escuelas primarias en las haciendas y grandes rancherías. Nuestro personaje continuó todavía para 1907 como recaudador de rentas en Torreón y regidor en 1911 ignorándose la fecha de su fallecimiento