/ sábado 26 de octubre de 2019

Don Andrés Eppen

Cronista de Torreón

En la galería de hombres ilustres de Torreón, destaca la figura de quien llevara por nombre el de Andrés Guillermo Eppen Aschenborn, quien fuera originario de la ciudad de México, en donde naciera un 13 de julio de 1840, descendiente de dos inmigrantes alemanes, siendo su padre don Juan Federico Eppen y su madre doña Carlota Guillermina Aschenborn. Los estudios que realizara nuestro personaje los llevó a cabo en la república alemana en donde fue alumno en sus primeros estudios, primero en Franckfort, Alemania y posteriormente en Fuerth también de Alemania en donde recibiera una gran formación en una academia militar.

Después de ingresar de nueva cuenta a México, nuestro país se encontraba en guerra contra las fuerzas francesas invasoras, por lo que don Andrés se dio de alta con el ejército nacional en el cual habiendo alcanzado los grados militares de teniente en primer término y el de capitán, habiendo militado por dos años aproximadamente en el ejército hasta que se dio de baja con el último grado militar alcanzado y de inmediato se trasladó a la región Lagunera, en donde primeramente se estableció en la Villa de Mapimí, Durango, para dedicarse a actividades de tipo agrícola contrayendo matrimonio con la señorita Antonia Zúñiga.

Después de conocer a don Gualterio Hermann, quien representaba a la compañía Rapp Sommer fue designado apoderado, compañía que adquirió en 1886 la hacienda san Antonio de Coyote y sus anexos entre los que se encontraba el Rancho del Torreón, para entonces ya había en su mente el paso del ferrocarril central primero y después el internacional por estas tierras laguneras, para ello realizó las gestiones conducentes para que de igual manera se estableciera una estación del ferrocarril, lo que se logró no sin salvar una serie de obstáculos, logrando con esto el inmediato avance de Torreón en todos los órdenes.

Entre alguna de sus acciones por el pueblo del Torreón estuvo principalmente el haber impulsado la lotificación de los terrenos que se encontraban junto al cruce de las vías de ferrocarril para crear un centro de población, todo esto a finales de 1887 para formar la colonia de la estación del Torreón iniciándose la venta de manzanas en 1888. Las gestiones de don Andrés dieron como resultado que se iniciara la urbanización de esta gran ciudad. El terreno donde se construyera la parroquia de Guadalupe fue donado por nuestro personaje, quien además entregó a los religiosos quinientos pesos y material para la construcción.

De igual manera gestionó ante la casa Sommer Hermann y Compañía, cediera por diez pesos de la época los terrenos para el mercado y la plaza principal de la colonia, donando de su peculio el original terreno para el panteón. Lo anterior no es sino un rápido vistazo de las grandes obras y gestiones que nuestro personaje realizó para que hoy podamos ofrecer la gran ciudad que es Torreón gracias a su visión, afecto y confianza, de ahí que debemos de considerar a don Andrés Eppen como uno de los principales personajes de nuestra ciudad.

Cronista de Torreón

En la galería de hombres ilustres de Torreón, destaca la figura de quien llevara por nombre el de Andrés Guillermo Eppen Aschenborn, quien fuera originario de la ciudad de México, en donde naciera un 13 de julio de 1840, descendiente de dos inmigrantes alemanes, siendo su padre don Juan Federico Eppen y su madre doña Carlota Guillermina Aschenborn. Los estudios que realizara nuestro personaje los llevó a cabo en la república alemana en donde fue alumno en sus primeros estudios, primero en Franckfort, Alemania y posteriormente en Fuerth también de Alemania en donde recibiera una gran formación en una academia militar.

Después de ingresar de nueva cuenta a México, nuestro país se encontraba en guerra contra las fuerzas francesas invasoras, por lo que don Andrés se dio de alta con el ejército nacional en el cual habiendo alcanzado los grados militares de teniente en primer término y el de capitán, habiendo militado por dos años aproximadamente en el ejército hasta que se dio de baja con el último grado militar alcanzado y de inmediato se trasladó a la región Lagunera, en donde primeramente se estableció en la Villa de Mapimí, Durango, para dedicarse a actividades de tipo agrícola contrayendo matrimonio con la señorita Antonia Zúñiga.

Después de conocer a don Gualterio Hermann, quien representaba a la compañía Rapp Sommer fue designado apoderado, compañía que adquirió en 1886 la hacienda san Antonio de Coyote y sus anexos entre los que se encontraba el Rancho del Torreón, para entonces ya había en su mente el paso del ferrocarril central primero y después el internacional por estas tierras laguneras, para ello realizó las gestiones conducentes para que de igual manera se estableciera una estación del ferrocarril, lo que se logró no sin salvar una serie de obstáculos, logrando con esto el inmediato avance de Torreón en todos los órdenes.

Entre alguna de sus acciones por el pueblo del Torreón estuvo principalmente el haber impulsado la lotificación de los terrenos que se encontraban junto al cruce de las vías de ferrocarril para crear un centro de población, todo esto a finales de 1887 para formar la colonia de la estación del Torreón iniciándose la venta de manzanas en 1888. Las gestiones de don Andrés dieron como resultado que se iniciara la urbanización de esta gran ciudad. El terreno donde se construyera la parroquia de Guadalupe fue donado por nuestro personaje, quien además entregó a los religiosos quinientos pesos y material para la construcción.

De igual manera gestionó ante la casa Sommer Hermann y Compañía, cediera por diez pesos de la época los terrenos para el mercado y la plaza principal de la colonia, donando de su peculio el original terreno para el panteón. Lo anterior no es sino un rápido vistazo de las grandes obras y gestiones que nuestro personaje realizó para que hoy podamos ofrecer la gran ciudad que es Torreón gracias a su visión, afecto y confianza, de ahí que debemos de considerar a don Andrés Eppen como uno de los principales personajes de nuestra ciudad.