/ jueves 14 de enero de 2021

Construyendo el futuro

Queridos amigos, como muchos saben, la lucha por la igualdad de género es una de las causas que me impulsó a participar activamente en la política, pues creo que toda sociedad democrática debe de fortalecer los mecanismos para que sus integrantes, tanto hombres como mujeres, puedan participar a plenitud en la toma de decisiones. Solo representando todas las voces en la política, puede ésta servir de verdad a la población.

En México, la participación de las mujeres en la política ha ido avanzando paulatinamente, dejando atrás episodios lamentables como el de las “Juanitas legislativas”, hasta llegar al punto actual, en el que los partidos políticos tienen la obligación de lanzar mujeres en condiciones de paridad, cuando menos un 50% de los cargos legislativos federales, legislativos locales, y en algunos estados para los ayuntamientos.

En efecto hablar de que exista una paridad legislativa es de reconocerse, pero tengamos presente que el objetivo de este movimiento no es que los partidos tengan una obligación, sino que esta obligación se impone reconociendo un desfase de años que dejó a las mujeres en condiciones de desigualdad para competir por puestos de elección. El objetivo real, es vencer este rezago, y crear condiciones para que las candidaturas femeninas y su participación sean genuinas y orgánicas.

En ese entendimiento, es que debemos de llegar a la conclusión natural: en la medida que más mujeres participen, tendrán más aptitudes para poder competir, pero también consensuar, dialogar, y realizar participaciones de alto nivel en la toma de decisiones, para que en un futuro no hablemos de cuotas, sino de una auténtica igualdad entre hombres y mujeres.

Habiendo dicho esto, como mujer, y también como priista quiero compartirles un acontecimiento político que nos llena de orgullo: por primera vez en la historia del Congreso del Estado, la Mesa Directiva del Pleno estará integrada en su totalidad por mujeres y en particular, fue elegida Presidenta la Diputada Guadalupe Oyervides, quien fuera Diputada Federal en la misma legislatura que una servidora, y es una digna representante de las mujeres, además de una excelente legisladora.

La Mesa Directiva del Congreso tiene la máxima representación de la Legislatura, y al ser el Poder Legislativo el representante de la sociedad por excelencia, habla mucho de la voluntad de las diputadas y diputados, de construir un acuerdo en pro de generar una acción afirmativa de género, lo cual debe reconocerse a todos los integrantes del Congreso y, muy en particular, al Presidente de la Junta de Gobierno, el Diputado Eduardo Olmos Castro, quien aún con mayoría absoluta en la Cámara, opta por generar consensos con todas las fuerzas políticas.

Estimadas y estimados lectores, acciones como estas comienzan a reivindicar el rol de la mujer, y nos permiten ver que, aunque el camino sea largo, hemos avanzado notablemente; el compromiso ahora, es que en la lucha por nuestros sueños no podemos rendirnos, ya que como decía Michelle Bachelet, “cuando una mujer entra a la política, cambia la mujer, pero cuando muchas mujeres entran a la política, cambia la política.”

Queridos amigos, como muchos saben, la lucha por la igualdad de género es una de las causas que me impulsó a participar activamente en la política, pues creo que toda sociedad democrática debe de fortalecer los mecanismos para que sus integrantes, tanto hombres como mujeres, puedan participar a plenitud en la toma de decisiones. Solo representando todas las voces en la política, puede ésta servir de verdad a la población.

En México, la participación de las mujeres en la política ha ido avanzando paulatinamente, dejando atrás episodios lamentables como el de las “Juanitas legislativas”, hasta llegar al punto actual, en el que los partidos políticos tienen la obligación de lanzar mujeres en condiciones de paridad, cuando menos un 50% de los cargos legislativos federales, legislativos locales, y en algunos estados para los ayuntamientos.

En efecto hablar de que exista una paridad legislativa es de reconocerse, pero tengamos presente que el objetivo de este movimiento no es que los partidos tengan una obligación, sino que esta obligación se impone reconociendo un desfase de años que dejó a las mujeres en condiciones de desigualdad para competir por puestos de elección. El objetivo real, es vencer este rezago, y crear condiciones para que las candidaturas femeninas y su participación sean genuinas y orgánicas.

En ese entendimiento, es que debemos de llegar a la conclusión natural: en la medida que más mujeres participen, tendrán más aptitudes para poder competir, pero también consensuar, dialogar, y realizar participaciones de alto nivel en la toma de decisiones, para que en un futuro no hablemos de cuotas, sino de una auténtica igualdad entre hombres y mujeres.

Habiendo dicho esto, como mujer, y también como priista quiero compartirles un acontecimiento político que nos llena de orgullo: por primera vez en la historia del Congreso del Estado, la Mesa Directiva del Pleno estará integrada en su totalidad por mujeres y en particular, fue elegida Presidenta la Diputada Guadalupe Oyervides, quien fuera Diputada Federal en la misma legislatura que una servidora, y es una digna representante de las mujeres, además de una excelente legisladora.

La Mesa Directiva del Congreso tiene la máxima representación de la Legislatura, y al ser el Poder Legislativo el representante de la sociedad por excelencia, habla mucho de la voluntad de las diputadas y diputados, de construir un acuerdo en pro de generar una acción afirmativa de género, lo cual debe reconocerse a todos los integrantes del Congreso y, muy en particular, al Presidente de la Junta de Gobierno, el Diputado Eduardo Olmos Castro, quien aún con mayoría absoluta en la Cámara, opta por generar consensos con todas las fuerzas políticas.

Estimadas y estimados lectores, acciones como estas comienzan a reivindicar el rol de la mujer, y nos permiten ver que, aunque el camino sea largo, hemos avanzado notablemente; el compromiso ahora, es que en la lucha por nuestros sueños no podemos rendirnos, ya que como decía Michelle Bachelet, “cuando una mujer entra a la política, cambia la mujer, pero cuando muchas mujeres entran a la política, cambia la política.”