/ miércoles 25 de mayo de 2022

Cómo afectan los desastres naturales la economía a nivel mundial: el fenómeno del cisne verde

¿Qué es el "cisne verde" que alarma a los economistas y su relación con el cambio climático y desastres naturales?

Cuando el dinero corría a raudales por los pasillos de Wall Street y la fiesta parecía inagotable, pocos advirtieron que se venía una brutal crisis financiera cuyos efectos dejarían huellas profundas en el resto del mundo.

Después de la Gran Crisis de 2008, la urgencia por tratar de anticiparse a la aparición de este tipo de eventos creció tanto como el temor a que vuelvan a repetirse.

Fue por ese entonces que los economistas comenzaron a utilizar el concepto de "cisne negro" para referirse a los eventos extraordinarios que tienen un fuerte impacto negativo o catastrófico en el sistema financiero.

La semana pasada, el Bank for International Settlements (BIS), conocido como "el banco de los bancos centrales", con sede en Basel, Suiza, publicó el libro "El Cisne Verde", una investigación hecha por Patrick Bolton, Morgan Despres, Luiz Pereira da Silva, Frédéric Samama y Romain Svartzma.

Lo cual me pareció interesante por la relación con desastres naturales de gran escala que en protección civil estudiamos a fondo los que nos dedicamos a esta bonita labor de prevención, ayuda y vuelta a la normalidad.

Tomando la figura del cisne negro, los autores crearon la metáfora de un cisne verde para referirse a una crisis financiera provocada por el cambio climático y desastres naturales.

Los cisnes verdes son eventos con un potencial extremadamente perturbador desde el punto de vista financiero", causado por eventos naturales extremos, lo comenta Mundo Luiz Pereira da Silva, director general adjunto del BIS y coautor del estudio.

El efecto cascada

El experto explica que los fenómenos meteorológicos extremos, o desastres naturales extremos, como los incendios en Australia o los huracanes en el Caribe, terremotos, han aumentado su frecuencia y magnitud, provocando grandes costos financieros.

Esos costos, asociados a recortes en la producción, alzas repentinas de precios o destrucción física de centros productivos, pueden tener un impacto directo tanto en el crecimiento económico de un país, un estado o un municipio, claro en la medida del tamaño guardando su respectivas comparaciones, como en la salud financiera de empresas e instituciones financieras.

Si hay un efecto cascada en la economía, otros (sectores) también sufrirán pérdidas. Todo esto podría terminar en una crisis financiera", dice Pereira da Silva.

A ese escenario se suman otros riesgos que el experto llama "riesgos de transición", los cuales son altamente peligrosos.

Estos ocurren cuando, por ejemplo, hay un cambio abrupto en las regulaciones, como podría ser una repentina prohibición para extraer combustibles fósiles.

O si se produce un cambio inesperado en la percepción del mercado y, por ejemplo, los dueños de ciertos activos financieros deciden deshacerse de ellos repentinamente.

En este caso, si produce un efecto cascada, el pánico contagia a otros inversores que terminan tirando activos a la basura.

Todos estos riesgos están en la mira de los bancos centrales y los reguladores del sistema financiero para tratar de encontrar alguna forma de anticipar o prepararse ante la llegada de un cisne verde.

¿Cómo enfrentar la llegada de un cisne verde?

Lo cierto es que en los círculos financieros no hay una respuesta. Los autores del libro advierten que los modelos predictivos del pasado no están diseñados para responder a esta nueva amenaza climática o desastre natural.

En materia de protección civil se tienen identificados los niveles de destrucción de fenómenos naturales en áreas pobladas, pero no pueden visualizar al 100% un cambio climático abrupto o desastre natural de magnitudes grandes.

Por eso urgen a los expertos para que desarrollen nuevas fórmulas que permitan enfrentar los riesgos asociados a eventos naturales y climáticos extremos.

Pero más allá de eso, los autores advierten que si se produce una crisis financiera como ocurrió en 2008, los bancos centrales ya no tendrían cómo "salvar al mundo".

En esa oportunidad, los bancos centrales jugaron un rol vital para contener una catástrofe económica bajando las tasas de interés a niveles históricamente mínimos.

Pero más de una década después, las tasas aún están bajas, lo que no les deja poco espacio de maniobra para estimular las economías y empujar el crecimiento económico.

5 grandes riesgos:

En el "Cisne Verde", los autores identifican cinco tipos de riesgos asociados al cambio climático que pueden contribuir a que se produzca una crisis financiera.

Riesgo crediticio: el cambio climático puede inducir un deterioro en la capacidad de los deudores para pagar sus compromisos. Además, la posible depreciación de los activos utilizados como garantía de los préstamos, también puede contribuir a aumentar los riesgos crediticios.

Riesgo de mercados: si hay un cambio brusco en la percepción de rentabilidad de los inversores, pueden producirse ventas rápidas de activos (liquidaciones a precios bajos), lo que podría desencadenar una crisis financiera.

Riesgo de liquidez: el riesgo de liquidez también podría afectar a los bancos y a las instituciones financieras no bancarias. si no logran refinanciarse a corto plazo, algo que podría conducir a.……….

Riesgo operativo: se produce cuando, producto de un evento climático extremo, las oficinas, los sistemas informáticos o los centros de datos pueden verse afectados.

Riesgo de cobertura: en el sector de las aseguradoras, podría desencadenarse una cantidad de reclamos mayor a la esperada, poniendo en jaque a las empresas.

Un ejemplo de este fenómeno fue el de la pandemia de Covid-19 la cual en el encierro puso de cabeza la economía mundial.

Al final el mundo no está preparado para enfrentar un cisne verde.

Cambiando un poco el tema me voy a referir al accidente en la empresa Simón Bolívar de alimentos en donde se desplomó un silo de grano, y en el colapso daño a otros dos, dando como resultado el fallecimiento de una persona y dejando heridos a otras dos.

Como empresa debe estar regulada por varias normas de diferentes dependencias gubernamentales en especial de la STPS, y protección civil, por lo tanto, deberá de contar con los permisos y papelería en regla, así como los programas internos de protección civil mínimo del año pasado, tanto del estado como del municipio, contar con las bitácoras de mantenimiento de la empresa de sus equipos e inspecciones.

Seguirá una investigación del accidente y deslindar responsabilidades así como la indemnización del personal fallecido.

Esperemos el resultado de la investigación y que las autoridades entreguen su informe para hacer más comentarios al respecto.

Por lo pronto debemos poner atención en todas las empresas en el municipio y exigir que cumplan con los reglamentos y normas que deben tener, y exigir a las autoridades que revisen en forma minuciosa cada empresa y hacerlas cumplir, así como a los empresarios cumplir con sus obligaciones,

Que los encargados de hacer valer los reglamentos y normas llámese federación, estado o municipio, no se vuelvan mercenarios de la seguridad, haciendo como que revisan y otorgando vistos buenos por una compensación para brincar los requisitos, pues son responsables también de lo que suceda.

Ojalá comprendan que las compensaciones por no hacer su trabajo y aplicar la ley no valen la vida de ningún trabajador.

¿Qué es el "cisne verde" que alarma a los economistas y su relación con el cambio climático y desastres naturales?

Cuando el dinero corría a raudales por los pasillos de Wall Street y la fiesta parecía inagotable, pocos advirtieron que se venía una brutal crisis financiera cuyos efectos dejarían huellas profundas en el resto del mundo.

Después de la Gran Crisis de 2008, la urgencia por tratar de anticiparse a la aparición de este tipo de eventos creció tanto como el temor a que vuelvan a repetirse.

Fue por ese entonces que los economistas comenzaron a utilizar el concepto de "cisne negro" para referirse a los eventos extraordinarios que tienen un fuerte impacto negativo o catastrófico en el sistema financiero.

La semana pasada, el Bank for International Settlements (BIS), conocido como "el banco de los bancos centrales", con sede en Basel, Suiza, publicó el libro "El Cisne Verde", una investigación hecha por Patrick Bolton, Morgan Despres, Luiz Pereira da Silva, Frédéric Samama y Romain Svartzma.

Lo cual me pareció interesante por la relación con desastres naturales de gran escala que en protección civil estudiamos a fondo los que nos dedicamos a esta bonita labor de prevención, ayuda y vuelta a la normalidad.

Tomando la figura del cisne negro, los autores crearon la metáfora de un cisne verde para referirse a una crisis financiera provocada por el cambio climático y desastres naturales.

Los cisnes verdes son eventos con un potencial extremadamente perturbador desde el punto de vista financiero", causado por eventos naturales extremos, lo comenta Mundo Luiz Pereira da Silva, director general adjunto del BIS y coautor del estudio.

El efecto cascada

El experto explica que los fenómenos meteorológicos extremos, o desastres naturales extremos, como los incendios en Australia o los huracanes en el Caribe, terremotos, han aumentado su frecuencia y magnitud, provocando grandes costos financieros.

Esos costos, asociados a recortes en la producción, alzas repentinas de precios o destrucción física de centros productivos, pueden tener un impacto directo tanto en el crecimiento económico de un país, un estado o un municipio, claro en la medida del tamaño guardando su respectivas comparaciones, como en la salud financiera de empresas e instituciones financieras.

Si hay un efecto cascada en la economía, otros (sectores) también sufrirán pérdidas. Todo esto podría terminar en una crisis financiera", dice Pereira da Silva.

A ese escenario se suman otros riesgos que el experto llama "riesgos de transición", los cuales son altamente peligrosos.

Estos ocurren cuando, por ejemplo, hay un cambio abrupto en las regulaciones, como podría ser una repentina prohibición para extraer combustibles fósiles.

O si se produce un cambio inesperado en la percepción del mercado y, por ejemplo, los dueños de ciertos activos financieros deciden deshacerse de ellos repentinamente.

En este caso, si produce un efecto cascada, el pánico contagia a otros inversores que terminan tirando activos a la basura.

Todos estos riesgos están en la mira de los bancos centrales y los reguladores del sistema financiero para tratar de encontrar alguna forma de anticipar o prepararse ante la llegada de un cisne verde.

¿Cómo enfrentar la llegada de un cisne verde?

Lo cierto es que en los círculos financieros no hay una respuesta. Los autores del libro advierten que los modelos predictivos del pasado no están diseñados para responder a esta nueva amenaza climática o desastre natural.

En materia de protección civil se tienen identificados los niveles de destrucción de fenómenos naturales en áreas pobladas, pero no pueden visualizar al 100% un cambio climático abrupto o desastre natural de magnitudes grandes.

Por eso urgen a los expertos para que desarrollen nuevas fórmulas que permitan enfrentar los riesgos asociados a eventos naturales y climáticos extremos.

Pero más allá de eso, los autores advierten que si se produce una crisis financiera como ocurrió en 2008, los bancos centrales ya no tendrían cómo "salvar al mundo".

En esa oportunidad, los bancos centrales jugaron un rol vital para contener una catástrofe económica bajando las tasas de interés a niveles históricamente mínimos.

Pero más de una década después, las tasas aún están bajas, lo que no les deja poco espacio de maniobra para estimular las economías y empujar el crecimiento económico.

5 grandes riesgos:

En el "Cisne Verde", los autores identifican cinco tipos de riesgos asociados al cambio climático que pueden contribuir a que se produzca una crisis financiera.

Riesgo crediticio: el cambio climático puede inducir un deterioro en la capacidad de los deudores para pagar sus compromisos. Además, la posible depreciación de los activos utilizados como garantía de los préstamos, también puede contribuir a aumentar los riesgos crediticios.

Riesgo de mercados: si hay un cambio brusco en la percepción de rentabilidad de los inversores, pueden producirse ventas rápidas de activos (liquidaciones a precios bajos), lo que podría desencadenar una crisis financiera.

Riesgo de liquidez: el riesgo de liquidez también podría afectar a los bancos y a las instituciones financieras no bancarias. si no logran refinanciarse a corto plazo, algo que podría conducir a.……….

Riesgo operativo: se produce cuando, producto de un evento climático extremo, las oficinas, los sistemas informáticos o los centros de datos pueden verse afectados.

Riesgo de cobertura: en el sector de las aseguradoras, podría desencadenarse una cantidad de reclamos mayor a la esperada, poniendo en jaque a las empresas.

Un ejemplo de este fenómeno fue el de la pandemia de Covid-19 la cual en el encierro puso de cabeza la economía mundial.

Al final el mundo no está preparado para enfrentar un cisne verde.

Cambiando un poco el tema me voy a referir al accidente en la empresa Simón Bolívar de alimentos en donde se desplomó un silo de grano, y en el colapso daño a otros dos, dando como resultado el fallecimiento de una persona y dejando heridos a otras dos.

Como empresa debe estar regulada por varias normas de diferentes dependencias gubernamentales en especial de la STPS, y protección civil, por lo tanto, deberá de contar con los permisos y papelería en regla, así como los programas internos de protección civil mínimo del año pasado, tanto del estado como del municipio, contar con las bitácoras de mantenimiento de la empresa de sus equipos e inspecciones.

Seguirá una investigación del accidente y deslindar responsabilidades así como la indemnización del personal fallecido.

Esperemos el resultado de la investigación y que las autoridades entreguen su informe para hacer más comentarios al respecto.

Por lo pronto debemos poner atención en todas las empresas en el municipio y exigir que cumplan con los reglamentos y normas que deben tener, y exigir a las autoridades que revisen en forma minuciosa cada empresa y hacerlas cumplir, así como a los empresarios cumplir con sus obligaciones,

Que los encargados de hacer valer los reglamentos y normas llámese federación, estado o municipio, no se vuelvan mercenarios de la seguridad, haciendo como que revisan y otorgando vistos buenos por una compensación para brincar los requisitos, pues son responsables también de lo que suceda.

Ojalá comprendan que las compensaciones por no hacer su trabajo y aplicar la ley no valen la vida de ningún trabajador.