/ viernes 22 de octubre de 2021

Cliserio Reyes Guerrero

Como una gran celebridad lagunera que con su atrevida y peligrosa acción fue conocido y reconocido no solo en nuestro país, sino también fuera de él, será el personaje lagunero de quien hoy trataremos por considerar que la proeza por el mismo realizada no solo fue ampliamente conocida, sino que la misma fue reconocida por gran número de personas quienes se percataron del gran arrojo y valentía del mismo, lo que le valió que fuera apoyado para que se preparara técnica y profesionalmente en su vocación aeronáutica la que como se verá fructificó para bien del mismo.

El personaje lagunero de quien hoy trataremos fue un joven originario del municipio de Torreón, de alguno de los poblados colindantes con el aeropuerto internacional de nuestra gran ciudad, de nombre Cliserio Reyes Guerrero, mismo que cuando cumplió los 17 años de edad, después de haber cursado estudios de primaria, auxiliaba a los mecánicos y personal en general del aeropuerto en cita, como “chalán o ayudante” narrando alguno de ellos que era común verlo acariciar el fuselaje del avión con la ilusión de volar en uno de ellos alguna vez , aun cuando su condición económica no se lo permitía soñaba con realizar su anhelo algún día y de cualquier manera.

Su labor como ayudante de los mecánicos del aeropuerto mencionado le dio la oportunidad de conocer y aprender lo correspondiente a la aterrizajes y despegues del DC3, informando algunos de los trabajadores del centro de trabajo en cuestión que preguntaba insistentemente lo correspondiente a la mecánica de tales operaciones sobre todo a lo que se refería al viento que soplara al momento de realizar tales acciones llegando a conocer que los pilotos antes de iniciar el despegue detenían la aeronave para el efecto de verificar que todos los instrumentos de la nave estuvieran funcionando al cien por ciento.

Es de mencionarse que nuestro personaje según lo declaró ya había practicado en aviones que se encontraban en mantenimiento. Al fin el 8 de octubre de 1950 en el vuelo número 100 de LAMSA que volaba de Ciudad Juárez a Ciudad de México en un vuelo charter al servicio de diputados y senadores, al hacer escala el mismo en nuestra gran ciudad al as 11:30 PM el avión a cargo del capitán Jorge Guzmán Lavat, tomó pista y nuestro personaje se subió al ala sujetándose a la misma y durante algunos minutos surcó el azul firmamento, decidiendo el piloto regresar pues percibía una vibración en los mandos del avión, llegando nuestro personaje congelado semiinconsciente.

La aventura de nuestro personaje fue conocida mundialmente, sin embargo este fue encarcelado, pagando una fianza varias personas entre ellas Pedro Infante, de quien se dice le ayudó a pagar su carrera como piloto aviador para posteriormente fundar una empresa “Servicios Aéreos Reyes Román S.A.”. En el año de 1995 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas falleció el ahora personaje lagunero habiendo cumplido su sueño de volar por los aires.

Como una gran celebridad lagunera que con su atrevida y peligrosa acción fue conocido y reconocido no solo en nuestro país, sino también fuera de él, será el personaje lagunero de quien hoy trataremos por considerar que la proeza por el mismo realizada no solo fue ampliamente conocida, sino que la misma fue reconocida por gran número de personas quienes se percataron del gran arrojo y valentía del mismo, lo que le valió que fuera apoyado para que se preparara técnica y profesionalmente en su vocación aeronáutica la que como se verá fructificó para bien del mismo.

El personaje lagunero de quien hoy trataremos fue un joven originario del municipio de Torreón, de alguno de los poblados colindantes con el aeropuerto internacional de nuestra gran ciudad, de nombre Cliserio Reyes Guerrero, mismo que cuando cumplió los 17 años de edad, después de haber cursado estudios de primaria, auxiliaba a los mecánicos y personal en general del aeropuerto en cita, como “chalán o ayudante” narrando alguno de ellos que era común verlo acariciar el fuselaje del avión con la ilusión de volar en uno de ellos alguna vez , aun cuando su condición económica no se lo permitía soñaba con realizar su anhelo algún día y de cualquier manera.

Su labor como ayudante de los mecánicos del aeropuerto mencionado le dio la oportunidad de conocer y aprender lo correspondiente a la aterrizajes y despegues del DC3, informando algunos de los trabajadores del centro de trabajo en cuestión que preguntaba insistentemente lo correspondiente a la mecánica de tales operaciones sobre todo a lo que se refería al viento que soplara al momento de realizar tales acciones llegando a conocer que los pilotos antes de iniciar el despegue detenían la aeronave para el efecto de verificar que todos los instrumentos de la nave estuvieran funcionando al cien por ciento.

Es de mencionarse que nuestro personaje según lo declaró ya había practicado en aviones que se encontraban en mantenimiento. Al fin el 8 de octubre de 1950 en el vuelo número 100 de LAMSA que volaba de Ciudad Juárez a Ciudad de México en un vuelo charter al servicio de diputados y senadores, al hacer escala el mismo en nuestra gran ciudad al as 11:30 PM el avión a cargo del capitán Jorge Guzmán Lavat, tomó pista y nuestro personaje se subió al ala sujetándose a la misma y durante algunos minutos surcó el azul firmamento, decidiendo el piloto regresar pues percibía una vibración en los mandos del avión, llegando nuestro personaje congelado semiinconsciente.

La aventura de nuestro personaje fue conocida mundialmente, sin embargo este fue encarcelado, pagando una fianza varias personas entre ellas Pedro Infante, de quien se dice le ayudó a pagar su carrera como piloto aviador para posteriormente fundar una empresa “Servicios Aéreos Reyes Román S.A.”. En el año de 1995 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas falleció el ahora personaje lagunero habiendo cumplido su sueño de volar por los aires.