/ domingo 23 de enero de 2022

Chiste antisemita

¿Qué diferencia hay entre una pizza y un judío?... que la pizza no grita cuando la meten al horno.

Este chiste antisemita en una clase virtual el pasado jueves, fue la causa del cese inmediato de Irene García Méndez, quien se desempeñaba como profesora de la universidad Centro de Estudios Superiores de San Ángel (CESSA) de la Ciudad de México.

Las reacciones comenzaron desde el momento mismo en que la docente emitió esta broma: “Está de demasiado mal gusto su chiste. Sí y se lo digo de verdad como judía, se me hace de demasiado mal gusto su chiste. Asumo mi parte y me voy a retirar de su clase, muchas gracias”, expresó indignada Nahomí, una alumna de origen judío que participaba en la clase virtual.

El video generó otras reacciones y comentarios en redes sociales. Uno de los más importantes fue el de Arturo Zaldívar: “El dolor y la injusticia nunca pueden ser materia de chiste”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente de la Suprema Corte de Justicia.

También en plataformas digitales, el CONAPRED manifestó su descontento e informó que valorará la actuación de la profesora conforme a sus atribuciones: “Nunca será admisible la reproducción de burlas que dejan de lado la dignidad y respeto de las personas. Es responsabilidad de todas y todos dejar de reproducir narrativas de exclusión y fomentar una sociedad de respeto, libre de intolerancia y prejuicios…”, escribió en Twitter el organismo que tiene como fin eliminar la discriminación en México.

Lo importante es que, al tener conocimiento de la situación, el CESSA emitió un comunicado lamentando lo que llamó “desafortunados comentarios” de la pedagoga: “En esta institución siempre hemos cuidado el respeto a cada individuo independientemente de su religión, orientación sexual u opinión, es por esto que lamentamos mucho el que esto haya sucedido en una de nuestras aulas.”

Bien por esta institución educativa, aunque haya quienes defiendan en redes sociales lo indefendible, afirmando que la broma insultante y ofensiva de la profesora “es parte de una cultura del mexicano de burlarse de todo a través de los chistes”. Estos usuarios parecen no tener conciencia de que esta mujer llevó al terreno de la burla un hecho verdaderamente siniestro, uno de los más trágicos en la historia de la humanidad, que cobró la vida de más de 6 millones de personas, cuyo único pecado consistía en haber nacido judíos.

Y lo digo porque, conociendo estos excesos, y sabiendo lo que el antisemitismo ha ocasionado a través de los tiempos, y particularmente en el tiempo de la Alemania Nazi, se me hace indignante que haya personas que salgan en defensa de la profesora, afirmando que hay personas que han hecho peores cosas y no han sido cesadas.

Es obligado recordar que lo que hoy conocemos como Declaración Universal de los Derechos Humanos surge a propósito de lo ocurrido en la Alemania nazi que, con Hitler a la cabeza, inauguró la Shoá (Holocausto) con graves violaciones a los derechos humanos. La Declaración fue aprobada para evitar que se repitan violaciones sistemáticas a los derechos humanos de las personas.

Lo cometido por el Estado alemán nacionalsocialista durante la Segunda Guerra Mundial es uno de los episodios que desearíamos borrar por sobre todas las cosas. Sin embargo, borrar esta historia de terror es imposible. Lo que sí se puede y debe hacer es lograr que los seres humanos tomemos conciencia de la importancia de no permitir que, en nombre de una raza, religión o ideología, se repita la crueldad que en ese tiempo (1939-1945) se desplegó en contra de los judíos europeos, gitanos y homosexuales.

Es importante permanecer vigilantes y hacer públicos los enunciados discriminatorios que aparecen en Internet en forma de bromas sobre determinada religión o raza, así como aquellos chistes y comentarios homofóbicos, transfóbicos, xenófobos, racistas y sexistas. Estará de acuerdo conmigo en que este tipo de bromas sólo contribuyen al incremento del odio y la violencia contra la diversidad.


Twitter: @armayacastro



¿Qué diferencia hay entre una pizza y un judío?... que la pizza no grita cuando la meten al horno.

Este chiste antisemita en una clase virtual el pasado jueves, fue la causa del cese inmediato de Irene García Méndez, quien se desempeñaba como profesora de la universidad Centro de Estudios Superiores de San Ángel (CESSA) de la Ciudad de México.

Las reacciones comenzaron desde el momento mismo en que la docente emitió esta broma: “Está de demasiado mal gusto su chiste. Sí y se lo digo de verdad como judía, se me hace de demasiado mal gusto su chiste. Asumo mi parte y me voy a retirar de su clase, muchas gracias”, expresó indignada Nahomí, una alumna de origen judío que participaba en la clase virtual.

El video generó otras reacciones y comentarios en redes sociales. Uno de los más importantes fue el de Arturo Zaldívar: “El dolor y la injusticia nunca pueden ser materia de chiste”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente de la Suprema Corte de Justicia.

También en plataformas digitales, el CONAPRED manifestó su descontento e informó que valorará la actuación de la profesora conforme a sus atribuciones: “Nunca será admisible la reproducción de burlas que dejan de lado la dignidad y respeto de las personas. Es responsabilidad de todas y todos dejar de reproducir narrativas de exclusión y fomentar una sociedad de respeto, libre de intolerancia y prejuicios…”, escribió en Twitter el organismo que tiene como fin eliminar la discriminación en México.

Lo importante es que, al tener conocimiento de la situación, el CESSA emitió un comunicado lamentando lo que llamó “desafortunados comentarios” de la pedagoga: “En esta institución siempre hemos cuidado el respeto a cada individuo independientemente de su religión, orientación sexual u opinión, es por esto que lamentamos mucho el que esto haya sucedido en una de nuestras aulas.”

Bien por esta institución educativa, aunque haya quienes defiendan en redes sociales lo indefendible, afirmando que la broma insultante y ofensiva de la profesora “es parte de una cultura del mexicano de burlarse de todo a través de los chistes”. Estos usuarios parecen no tener conciencia de que esta mujer llevó al terreno de la burla un hecho verdaderamente siniestro, uno de los más trágicos en la historia de la humanidad, que cobró la vida de más de 6 millones de personas, cuyo único pecado consistía en haber nacido judíos.

Y lo digo porque, conociendo estos excesos, y sabiendo lo que el antisemitismo ha ocasionado a través de los tiempos, y particularmente en el tiempo de la Alemania Nazi, se me hace indignante que haya personas que salgan en defensa de la profesora, afirmando que hay personas que han hecho peores cosas y no han sido cesadas.

Es obligado recordar que lo que hoy conocemos como Declaración Universal de los Derechos Humanos surge a propósito de lo ocurrido en la Alemania nazi que, con Hitler a la cabeza, inauguró la Shoá (Holocausto) con graves violaciones a los derechos humanos. La Declaración fue aprobada para evitar que se repitan violaciones sistemáticas a los derechos humanos de las personas.

Lo cometido por el Estado alemán nacionalsocialista durante la Segunda Guerra Mundial es uno de los episodios que desearíamos borrar por sobre todas las cosas. Sin embargo, borrar esta historia de terror es imposible. Lo que sí se puede y debe hacer es lograr que los seres humanos tomemos conciencia de la importancia de no permitir que, en nombre de una raza, religión o ideología, se repita la crueldad que en ese tiempo (1939-1945) se desplegó en contra de los judíos europeos, gitanos y homosexuales.

Es importante permanecer vigilantes y hacer públicos los enunciados discriminatorios que aparecen en Internet en forma de bromas sobre determinada religión o raza, así como aquellos chistes y comentarios homofóbicos, transfóbicos, xenófobos, racistas y sexistas. Estará de acuerdo conmigo en que este tipo de bromas sólo contribuyen al incremento del odio y la violencia contra la diversidad.


Twitter: @armayacastro