/ viernes 14 de agosto de 2020

Carne asada y barbarie

El político y filosofo oaxaqueño, José Vasconcelos, escribió en una de sus colaboraciones en "El Universal" (1925) "donde termina el guiso y empieza la carne asada, comienza la barbarie".

Recordé estos días de pandemia la frase que escribió Vasconcelos luego de una buena cena en un recorrido por Querétaro. He visto fotografías y leído notas sobre familias enteras disfrutando estos días de la compañía del clan o del barrio en la fiesta de una quinceañera o en un jardín con alberca por el mero gusto de reunirse, y he sabido de personas que agreden a las autoridades porque les disuelven su fiesta comunitaria. Pero no he visto, escuchado o leído de grupos humanos que protesten porque los museos y las bibliotecas están cerradas, no he visto una multitud, o un grupo que reclame ante las cámaras de la televisión o los teléfonos celulares de sus vecinos, porque están cerrados los museos.

Tampoco he sabido de vecinos de museos como el del Ferrocarril o la Casa del Cerro en Torreón, con pancartas y bocinas a todo volumen en el reclamo dominical para entrar y disfrutar de las jornadas culturales.

¿Entonces Vasconcelos tuvo razón hace 95 años y sigue teniendo razón desde la tumba? ¿dónde termina el guiso y aparece la carne asada, comienza la barbarie?

Alguien observó estos días que si un museo no está en una ruta turística, o si no llega un turista extranjero al sitio, nadie va.

Todo esto me da pie para subrayar la importancia de estos y muchos otros centros culturales, museos, bibliotecas, casas de cultura, universidades, archivos, donde la humanidad ha depositado su conocimiento, experiencias, sensibilidad... depósitos menospreciados, hechos menos, arrinconados, llenos de polvo donde la memoria y la conciencia humana se arrumba.

Todo esto hace aún más valioso al museo, a la biblioteca y a la necesidad que tenemos como civilización, de que no solo sean depósitos, bodegas, necesitamos que estén vivos, que sean parte de las sociedades donde están, que influyan en la gente, que los niños vayan y hagan suyo el espacio, que los vecinos de colonias del poniente de Torreón, del centro de Ciudad Lerdo, de la Villa de La Loma, sean los guardianes, visitas y actores de estos lugares.

Por eso subrayo la necesidad de valorar adecuadamente a estos sitios que están por abrir y de que los trabajadores de la cultura sean también excelentes promotores de su trabajo y, de que el museo, la biblioteca y el centro cultural sean puntos de reunión social.

La Laguna es un centro importante a nivel nacional en cantidad y calidad del trabajo cultural. No quiere decir que otros sitios estén peores que nosotros, significa que aquí se trabaja y se trabaja con ahínco y resultados positivos para llevar a los estudiantes a la biblioteca, atenderelos adecuadamente y convivir con ellos en experiencias significativas que les hagan regresar y ser parte del sitio.

Noticias_AngelR

androli@yahoo.com.mx

El político y filosofo oaxaqueño, José Vasconcelos, escribió en una de sus colaboraciones en "El Universal" (1925) "donde termina el guiso y empieza la carne asada, comienza la barbarie".

Recordé estos días de pandemia la frase que escribió Vasconcelos luego de una buena cena en un recorrido por Querétaro. He visto fotografías y leído notas sobre familias enteras disfrutando estos días de la compañía del clan o del barrio en la fiesta de una quinceañera o en un jardín con alberca por el mero gusto de reunirse, y he sabido de personas que agreden a las autoridades porque les disuelven su fiesta comunitaria. Pero no he visto, escuchado o leído de grupos humanos que protesten porque los museos y las bibliotecas están cerradas, no he visto una multitud, o un grupo que reclame ante las cámaras de la televisión o los teléfonos celulares de sus vecinos, porque están cerrados los museos.

Tampoco he sabido de vecinos de museos como el del Ferrocarril o la Casa del Cerro en Torreón, con pancartas y bocinas a todo volumen en el reclamo dominical para entrar y disfrutar de las jornadas culturales.

¿Entonces Vasconcelos tuvo razón hace 95 años y sigue teniendo razón desde la tumba? ¿dónde termina el guiso y aparece la carne asada, comienza la barbarie?

Alguien observó estos días que si un museo no está en una ruta turística, o si no llega un turista extranjero al sitio, nadie va.

Todo esto me da pie para subrayar la importancia de estos y muchos otros centros culturales, museos, bibliotecas, casas de cultura, universidades, archivos, donde la humanidad ha depositado su conocimiento, experiencias, sensibilidad... depósitos menospreciados, hechos menos, arrinconados, llenos de polvo donde la memoria y la conciencia humana se arrumba.

Todo esto hace aún más valioso al museo, a la biblioteca y a la necesidad que tenemos como civilización, de que no solo sean depósitos, bodegas, necesitamos que estén vivos, que sean parte de las sociedades donde están, que influyan en la gente, que los niños vayan y hagan suyo el espacio, que los vecinos de colonias del poniente de Torreón, del centro de Ciudad Lerdo, de la Villa de La Loma, sean los guardianes, visitas y actores de estos lugares.

Por eso subrayo la necesidad de valorar adecuadamente a estos sitios que están por abrir y de que los trabajadores de la cultura sean también excelentes promotores de su trabajo y, de que el museo, la biblioteca y el centro cultural sean puntos de reunión social.

La Laguna es un centro importante a nivel nacional en cantidad y calidad del trabajo cultural. No quiere decir que otros sitios estén peores que nosotros, significa que aquí se trabaja y se trabaja con ahínco y resultados positivos para llevar a los estudiantes a la biblioteca, atenderelos adecuadamente y convivir con ellos en experiencias significativas que les hagan regresar y ser parte del sitio.

Noticias_AngelR

androli@yahoo.com.mx