/ viernes 15 de enero de 2021

Abraham Lincoln, decretó la libertad de esclavos en EUA

La gran mayoría de los historiadores y la opinión pública del vecino país del norte consideran aún en día a Abraham Lincoln, uno de los mejores presidentes de los Estados Unidos de América (EUA), quien incluso criticó en su momento la invasión de su país a nuestro México a mediados del siglo XIX para forzar la venta de la mitad de territorio que entonces teníamos.

Lincoln, nació cerca de Hodgenville, Kentucky, EUA, el 12 de febrero de 1809, en una familia de cuáqueros (secta protestante) humildes; su padre era granjero y carpintero; su madre murió cuando él tenía 9 años de edad. La vida de Abraham fue difícil y exenta de todo refinamiento, aunado a sus peculiares rasgos faciales, un rostro afilado y adusto; sumamente alto (1.93 mts.) y muy delgado, pero fuerte por las duras faenas del campo.

De niño tuvo muy escasa educación formal, pero suplió esa falta con un decidido empeño en aprender a leer, y al lograrlo se dedicó a estudiar la Biblia. De joven, ante la imposibilidad de ir a una universidad, realizó sus estudios de forma autodidacta, al grado de ser posteriormente certificado como abogado.

Mostró tener una extraordinaria facilidad de palabra en sus pláticas, relatando historias y pasajes bíblicos. Su carácter afable hizo posible ganar simpatías y afecto como abogado y luego como político, al grado de llegar a ser líder del partido Whig, y por ello llegó a ser elegido para la Cámara de Representantes de Illinois, permaneciendo como tal durante ocho años.

En 1837 hizo su primera declaración pública contra la esclavitud y planteó la necesidad de buscar los medios legales para suprimirla. En 1840 contrajo matrimonio con Mary Todd, con la cual procreó cuatro hijos de los cuales sólo uno le sobrevivió.

En 1846, desde la Cámara de Representantes promovió una rápida modernización de la economía a través de sectores tales como el bancario, los impuestos y los ferrocarriles. Pretendió un segundo período, pero su oposición a la intervención estadounidense en México, que fuera impopular entre los votantes de Illinois, no le fue posible poder reelegirse y se fue a radicar a Springfield para dedicarse a la abogacía.

Regresó a la política en 1854, afiliándose y logrando ser el líder del nuevo Partido Republicano, que tenía un considerable número de votantes, pero al abogar por la abolición de la esclavitud en EUA, perdió la carrera para acceder al Senado.

Fue en 1860 cuando Lincoln aseguró su candidatura a la presidencia de EUA por el Partido Republicano, y aunque apenas obtuvo algo de apoyo de los estados sureños, defensores de la esclavitud, arrasó en el norte y por ello fue nombrado presidente en dicho año.

Lincoln tuvo que manejar un conflicto sumamente sangriento dentro de la historia del vecino país: la histórica Guerra de Secesión, o sea la lucha de los estados del norte contra los del sur, pues estos últimos pretendían crear los Estados Confederados de América, separados de los estados norteños.

Desde un principio, Lincoln se concentró en las dimensiones militar y política del conflicto, siendo su objetivo conservar la unión de su nación, por lo que supervisó de cerca el esfuerzo de guerra y la selección de los generales que dirigirían al ejército, entre los que destacó el general Ulyses Grant. Incluso, el presidente tomó importantes decisiones en la estrategia de la batalla, entre ellas un bloqueo naval que impidió el comercio y las vías fluviales de los estados sureños, mediante el uso de buques cañoneros.

Mientras se libraba la guerra, Lincoln logró acabar con el vasallaje de la gente de color mediante la Proclamación de Emancipación en 1863, e incluso utilizó al Ejército de la Unión para proteger a los esclavos huidos del sur, y logró sacar adelante en el Congreso la hoy célebre Decimotercer Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que prohibió de forma definitiva el sometimiento de los seres humanos.

Líncoln es considerado aún como una de las figuras más grandes del vecino país del norte, ya que fue un político muy astuto, que se involucró profundamente en los problemas de cada estado, lo que dio como resultado la reintegración de la Unión Americana, y le valió ser reelecto en 1864.

Cinco días después de la decisiva rendición del general en jefe del bando confederado, Robert Lee, Abraham Lincoln fue asesinado el 14 de abril de 1865 por John Wilker Booth, simpatizante de la causa del sur.

Finalmente, y de manera concisa, diremos que existe una larga lista de coincidencias entre los presidentes Abraham Lincoln y John F. Kennedy, misma que es considerada una leyenda urbana, pero que lo mismo incluye verdades que falsedades previo análisis de historiadores.

Entre otros datos, se menciona que ambos presidentes fueron el segundo hijo de sus respectivos padres, lo cual es correcto, pero mientras Lincoln tenía una hermana mayor, Kennedy tuvo un hermano más grande. Se menciona que los asesinos de uno y otro habían nacido en año similar en sus dos últimos dígitos, pero no es así, pues uno era en terminación 38 y el otro en 39.

A ambos presidentes les dispararon en la cabeza y ello es correcto, si bien a Lincoln fue a quemarropa y a Kennedy a la distancia. Es verdad que coincidieron los dos homicidios en un viernes, pero es falso que ambos asesinos se les dio muerte antes de ser enjuiciados, pues Booth fue abatido a tiros por agentes que intentaban capturarlo al huir y Lee Harvey Oswald si fue muerto de un tiro cuando era conducido a un tribunal.

Existen también verdades a medias, como el hecho de que uno y otro presidente fueron sucedidos por sureños demócratas apellidados Johnson, pero sus nombres eran diferentes; el sustituto de Lincoln se llamaba Andrew Johnson, y el de Kennedy, Lyndon Johnson. Ambos nombres tienen 13 letras en total; seis en el nombre y 7 en el apellido.

En la lista hay varias supuestas coincidencias, algunas son falsas, otras verdaderas o bien verdades a medias.

(*) Compilador de historia.


¡Hasta la próxima!

La gran mayoría de los historiadores y la opinión pública del vecino país del norte consideran aún en día a Abraham Lincoln, uno de los mejores presidentes de los Estados Unidos de América (EUA), quien incluso criticó en su momento la invasión de su país a nuestro México a mediados del siglo XIX para forzar la venta de la mitad de territorio que entonces teníamos.

Lincoln, nació cerca de Hodgenville, Kentucky, EUA, el 12 de febrero de 1809, en una familia de cuáqueros (secta protestante) humildes; su padre era granjero y carpintero; su madre murió cuando él tenía 9 años de edad. La vida de Abraham fue difícil y exenta de todo refinamiento, aunado a sus peculiares rasgos faciales, un rostro afilado y adusto; sumamente alto (1.93 mts.) y muy delgado, pero fuerte por las duras faenas del campo.

De niño tuvo muy escasa educación formal, pero suplió esa falta con un decidido empeño en aprender a leer, y al lograrlo se dedicó a estudiar la Biblia. De joven, ante la imposibilidad de ir a una universidad, realizó sus estudios de forma autodidacta, al grado de ser posteriormente certificado como abogado.

Mostró tener una extraordinaria facilidad de palabra en sus pláticas, relatando historias y pasajes bíblicos. Su carácter afable hizo posible ganar simpatías y afecto como abogado y luego como político, al grado de llegar a ser líder del partido Whig, y por ello llegó a ser elegido para la Cámara de Representantes de Illinois, permaneciendo como tal durante ocho años.

En 1837 hizo su primera declaración pública contra la esclavitud y planteó la necesidad de buscar los medios legales para suprimirla. En 1840 contrajo matrimonio con Mary Todd, con la cual procreó cuatro hijos de los cuales sólo uno le sobrevivió.

En 1846, desde la Cámara de Representantes promovió una rápida modernización de la economía a través de sectores tales como el bancario, los impuestos y los ferrocarriles. Pretendió un segundo período, pero su oposición a la intervención estadounidense en México, que fuera impopular entre los votantes de Illinois, no le fue posible poder reelegirse y se fue a radicar a Springfield para dedicarse a la abogacía.

Regresó a la política en 1854, afiliándose y logrando ser el líder del nuevo Partido Republicano, que tenía un considerable número de votantes, pero al abogar por la abolición de la esclavitud en EUA, perdió la carrera para acceder al Senado.

Fue en 1860 cuando Lincoln aseguró su candidatura a la presidencia de EUA por el Partido Republicano, y aunque apenas obtuvo algo de apoyo de los estados sureños, defensores de la esclavitud, arrasó en el norte y por ello fue nombrado presidente en dicho año.

Lincoln tuvo que manejar un conflicto sumamente sangriento dentro de la historia del vecino país: la histórica Guerra de Secesión, o sea la lucha de los estados del norte contra los del sur, pues estos últimos pretendían crear los Estados Confederados de América, separados de los estados norteños.

Desde un principio, Lincoln se concentró en las dimensiones militar y política del conflicto, siendo su objetivo conservar la unión de su nación, por lo que supervisó de cerca el esfuerzo de guerra y la selección de los generales que dirigirían al ejército, entre los que destacó el general Ulyses Grant. Incluso, el presidente tomó importantes decisiones en la estrategia de la batalla, entre ellas un bloqueo naval que impidió el comercio y las vías fluviales de los estados sureños, mediante el uso de buques cañoneros.

Mientras se libraba la guerra, Lincoln logró acabar con el vasallaje de la gente de color mediante la Proclamación de Emancipación en 1863, e incluso utilizó al Ejército de la Unión para proteger a los esclavos huidos del sur, y logró sacar adelante en el Congreso la hoy célebre Decimotercer Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que prohibió de forma definitiva el sometimiento de los seres humanos.

Líncoln es considerado aún como una de las figuras más grandes del vecino país del norte, ya que fue un político muy astuto, que se involucró profundamente en los problemas de cada estado, lo que dio como resultado la reintegración de la Unión Americana, y le valió ser reelecto en 1864.

Cinco días después de la decisiva rendición del general en jefe del bando confederado, Robert Lee, Abraham Lincoln fue asesinado el 14 de abril de 1865 por John Wilker Booth, simpatizante de la causa del sur.

Finalmente, y de manera concisa, diremos que existe una larga lista de coincidencias entre los presidentes Abraham Lincoln y John F. Kennedy, misma que es considerada una leyenda urbana, pero que lo mismo incluye verdades que falsedades previo análisis de historiadores.

Entre otros datos, se menciona que ambos presidentes fueron el segundo hijo de sus respectivos padres, lo cual es correcto, pero mientras Lincoln tenía una hermana mayor, Kennedy tuvo un hermano más grande. Se menciona que los asesinos de uno y otro habían nacido en año similar en sus dos últimos dígitos, pero no es así, pues uno era en terminación 38 y el otro en 39.

A ambos presidentes les dispararon en la cabeza y ello es correcto, si bien a Lincoln fue a quemarropa y a Kennedy a la distancia. Es verdad que coincidieron los dos homicidios en un viernes, pero es falso que ambos asesinos se les dio muerte antes de ser enjuiciados, pues Booth fue abatido a tiros por agentes que intentaban capturarlo al huir y Lee Harvey Oswald si fue muerto de un tiro cuando era conducido a un tribunal.

Existen también verdades a medias, como el hecho de que uno y otro presidente fueron sucedidos por sureños demócratas apellidados Johnson, pero sus nombres eran diferentes; el sustituto de Lincoln se llamaba Andrew Johnson, y el de Kennedy, Lyndon Johnson. Ambos nombres tienen 13 letras en total; seis en el nombre y 7 en el apellido.

En la lista hay varias supuestas coincidencias, algunas son falsas, otras verdaderas o bien verdades a medias.

(*) Compilador de historia.


¡Hasta la próxima!